Estocolmo y las perlas escondidas del Báltico

Después de haber terminado mis estudios en Münster, Alemania, con unos amigos que entre ellos eran 3 Colombianos Claudia, Juan y David y 1 Chileno decidimos embarcarnos en una aventura. Nuestro primer paso era decidir a qué parte de Europa nos gustaría ir, siendo que Europa tiene mucho que ofrecer y por temas de visa era más fácil. Los 5 decidimos que queríamos ir a Estocolmo.

 

Carolina Correa © Solkes

Un viaje Low Cost

Debido a los precios y nuestro presupuesto estudiantil no lográbamos estar una semana completa allí y también queríamos explorar más de Europa. Nuestro siguiente destino fue escogido por el precio más barato de Ryanair. Pero por ahora los dejare en espera de cuales fueron nuestros destinos, que yo los llamaría los tesoros inexplorados del Báltico.

Ahora empezamos nuestro viaje, para los que no sepan como Ryanair funciona, es una aerolínea barata lo cual los aeropuertos quedan en la mitad de la nada, para este viaje tuvimos que tomar el tren de Münster a Bremen y como éramos 5 compramos un tiquete grupal que en alemán se llama “Schönes Tag Ticket” que si no estoy mal en la época de julio del 2011 costaba 35 euros.

Nuestro vuelo salía a las 6am del aeropuerto de Bremen, para decirles la verdad era la primera vez que me queda a dormir en un aeropuerto. Entonces Claudia había preparado sándwiches para prevenir que nos muriéramos de hambre.

Todos nosotros disfrutamos de esos sándwiches e intentamos dormir en las bancas y los asientos, pero de verdad para mí fue imposible no recuerdo dormir más de 2 horas seguidas. Pero con toda la emoción y éramos muy jóvenes entonces no importaba, todo era parte de la aventura.

Carolina Correa © Solkes

 

En Estocolmo

Llegamos muy temprano a Estocolmo alrededor de las 8am entonces fuimos al hostal a dejar nuestras maletas. Después fuimos a explorar la ciudad y los parques y era maravillosa que ciudad tan hermosa rodeada de lagos y se parecía mucho a Venecia aunque todo en proporción era más grande.

En el centro de la ciudad visitamos los lugar típicos de turismo como el Palacio Real que lo rodeaba el agua y se veía más majestuoso.

Después seguimos caminando y visitando los lugares cercanos y en un punto nos perdimos entonces empezamos a tomar fotos y observar y admirar los edificios, el paisajes y el arte. Por la noche resolvimos ir al Bar de Hielo por Ice Hotel en Estocolmo.

Siendo que era verano estábamos vestidos muy ligeros.

Cuando nos estábamos preparando para entrar nos dieron una chaqueta térmica azul y guantes siendo que al temperatura es -7°C y la visita está diseñada para máximo 45 minutos.

Literalmente todo era hecho de hielo, los asientos que estaban cubiertos por lana de oveja para que cuando uno se sentara no se congelara. De ahí salimos a caminar y en el camino nos encontramos un parque infantil y cerca a ello mucha vida activa y social en los botes.

Carolina Correa © Solkes

Al día siguiente hizo un calor impresionante que no era apto para caminar entonces nos pusimos nuestros trajes de baño y fuimos a la playa de un lado del lago Báltico ahí estuvimos todo el día. En la mitad del lago había una especie de trampolín de donde uno nadaba, llegaba y saltaba al agua.

Debido que la temperatura era más de 30°C y el agua estaba helada al mismo tiempo era refrescante. Aunque una de mis recomendaciones si uno va a saltar del trampolín siempre es bueno tener el traje de baño bien amarrado.

Nuestro tercer día en Estocolmo fuimos al Ericcsson Globe donde si quisiera uno podía montarse en un tipo de montaña rusa y ver la vista panorámica de Estocolmo.

De ahí decidimos dividirnos en 2 grupos Juan y Claudia se montaron en globo, mientras que Marcelo, David y yo decidimos ir a visitar el museo del Premio Nobel.

La idea del museo era difundir el conocimiento, interesar y motivar a las personas para hacer investigaciones, estudiar y hacer buenos proyectos en la vida.

Carolina Correa © Solkes

El museo abrió sus puertas en el 2001 y está ubicado en un edifico muy bonito del siglo 18. Actualmente hay más de 800 galardonados que han sido recompensados con el Premio Nobel. El museo esta divido en categorías como la medicina, literatura, economía, paz, química entre otras. Después nos encontramos en el hostal y fuimos a comer algo rico después de estar a punta de emparedados.

 

En Letonia

Ese día llegamos a Riga, la capital de Letonia, de ahí logramos llegar al hotel unos paraderos afuera del centro de la ciudad.

A mí me recordó de una ciudad gótica y tenía semejanza como un pequeños París, también existe el puente de los candados de amor y el monumento de libertad en honor a los soldados que fueron dados de baja en la Guerra de Independencia de Letonia (1918-1920).

La ciudad absolutamente encantadora, también estaba muy rodeada por parques y fuimos al Parque Vermanese donde uno podía montarse en botes pequeños con una opción muy romántica de la ciudad estando por debajo de los puentes de amor.

Al siguiente día hicimos turismo alrededor de la ciudad y fuimos y miramos la casa de los gatos que hasta en el techo habían esculturas de gatos. Como existe una historia para todo, la historia de este edificio construido en 1909 según los planos del arquitecto Friederich Scheffel, es un estilo de arquitectura medieval.

Riga para mí fue una gran cantidad de estilos de edificios y nos sentimos transportados al pasado debido a su arquitectura.

Y el edificio tiene varias leyendas pero nadie sabe qué es verdadero o si alguna de ellas es la versión real.

Ya que nos quedamos un par de paradas de tranvía para el centro de la ciudad y el idioma era difícil de entender, no es sorprendente que se perdió y sólo tuvimos un mapa pero no conocimiento de la lengua y la gente en el tranvía no hablaba español, alemán o inglés, por lo que la conversación era toda signos y el lenguaje corporal y eran muy agradable para ayudarnos con la dirección para que pudiéramos encontrar el camino de vuelta al hotel … en ese sentido, viajamos a otra joya por descubrir.

 

En Talín, Estonia

Nuestra próxima parada era Talín, Estonia llegamos por bus siendo que eran solo 3 horas de recorrida lo único que recuerdo de ese bus era que iba muy rápido y como nos tocaron los puestos de atrás decidí quedarme dormida entonces se pasó muy rápido.

Talín me recordó mucho a la película del rey Arturo.

Cuando nos bajamos del bus tomamos otro bus para llegar al centro de la ciudad donde quedaba nuestro hostal. Como la ciudad era tan pequeña solo nos quedamos una noche.

Era como si nos hubiéramos transportado a la época medieval, los meseros y personas que atendían los tures y restaurantes estaban vestidos con ropa medioeval, también los hornos y las ollas eran de esa época.

 

Carolina Correa © Solkes

Listos para regresar

Como solamente estuvimos un tiempo muy corto decidimos no entrar a museos sino explorar el centro de la ciudad.

Cuando fuimos a visitar la antena de satélite ahí descubrimos que la ciudad vieja era la única parte de la ciudad que conservaba su estilo medieval es tan complejo describirlo que hay es cuando uno dice “una foto vale más que 1000 palabras” en el centro de la ciudad había una parte donde exploramos y habían espadas, escudos se sentía y parecía un museo interactivo.

Al día siguiente volvimos a Riga para coger nuestro vuelo devuelta Alemania, y lamentablemente tuvimos que volver a la realidad. Sin embargo, los viajes son la mejor experiencia que todos podemos tener, tuve mucha suerte de viajar y que los 5 no la lleváramos muy bien no hay nada más placentero que viajar con increíble compañía.

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