Según la cultura Wayúu, tejer es mucho más que una simple actividad cultural y que un legado pasado de generación en generación. Para los Wayúu, tejer es una manera de conceder vida, una vida experimentada por ellos.
La inspiración
Ellos logran esto por medio de la creatividad, inteligencia y sabiduría. Como consecuencia, cada mochila o artesanía que ellos producen es única, original y exclusive.
Para los miembros de la comunidad que tejen los hilos son un elemento sagrado. Esto es especialmente cierto para la comunidad indígena Wayúu.
Y, es de esta manera como llegamos a esta historia, a la historia detrás de la fundación Hilo Sagrado en Colombia que trabaja con los Uyaraipa.
La fundación Hilo Sagrado fue creada en Enero de 2013 por la socióloga italiana Sabrina Prioli. Todo comenzó cuando Prioli se mudó a Colombia y se enamoró perdidamente de la cultura Wayuu. Después de un tiempo ella decidió crear una organización que pudiera ayudarles a mejorar su calidad de vida.
La idea era continuar con el trabajo que ya se había desarrollado. Cuando vimos la situación de las mujeres Wayuu, fue muy claro para nosotras que teníamos que continuar con este trabajo.
Tan solo 365 días después de la creación de esta fundación, ella inicio un trabajo conjunto y estrecho con las hermanas Ana María y Emilia Torres.
En Enero de 2015, Sabrina tomo la decisión de que las hermanas Torres se encargaran de la Fundación. Ellas, a su vez incorporaron una tercera persona al quipo base de la fundación.
Se encuentran en diferentes países. Sin embargo, las tres mujeres detrás de su éxito son: Natalia Bertel, Ana María Torres and Emilia Torres.
Por alguna razón, hay más mujeres que hombres involucradas en este proyecto, esto no quiere decir que los hombres no participen.
En nuestro caso, (las mujeres) hemos sentido una necesidad de ayudar a mujeres que atraviesan ciertas dificultades.
Hilo Sagrado quiere rescatar la herencia cultural de las comunidades latinoamericanas. Quieren lograr esto al empoderar a las mujeres.
Este grupo de mujeres empoderadas debe desarrollar una producción textil sostenible por medio de la modernización de las instalaciones y de mejor preparación.
Ellas quieren tener en cuenta el uso de tecnologías limpias, la promoción ética y la responsabilidad social.
El problema
Los grupos indígenas y artesanales latinoamericanos han transmitido y recolectado tanto técnicas como rasgos culturales antiguos a través de los siglos. Sus implicaciones sociales hacen eco en nuestra cultura.
Sin embargo, la mayoría de las costumbres indígenas están desvaneciendo mientras las civilización occidental escala posiciones.
La idea central iba mucho más allá de satisfacción personal, era lograr un sentido de pertenecía. Tener un impacto positivo en la vida de alguien más.
Como consecuencia, la labor extensa de tejer hermosas y encantadores textiles con bordados ancestrales será algo del pasado.
Un ejemplo perfecto de esta situación ocurre en el sorprendente desierto de la Guajira en la frontera entre Colombia y Venezuela.
Este pedazo de tierra es el hogar de la comunidad indígena Wayúu. Los Wayúu son el grupo étnico más grande tanto en Venezuela como en Colombia.
Ellos son autónomos y siempre han sido cuidadosos al mantener las influencia occidentales un poco alejadas. Son los Wayúu y su cultura enriquecida quienes le impregnan de color a la Guajira.
La comunidad indígena Wayúu a logrado distanciarse del resto. Ellos han mantenido muchas de sus costumbres e incluso su propia lengua, Wayuunaiki. Las mujeres son trabajadoras incansables, dedicadas, llenas de sabiduría y disciplina.
Cada diseño tejido tiene un significado que trasciende la belleza estítica. Los colores y los diseños son simplemente soberbios. Detrás de cada mochila hay un mensaje cultural y parte de su alma y de su historia de vida.
Esta cultura indígena está organizada en clanes. Esto quiere decir que al nacer los niños y niñas llevan el apellido de sus madres, haciendo así que las mujeres Wayúu sean el centro de la familia y líderes culturales. El matrilinaje es la descendencia se tiene por medio del lado materno.
Los productos artesanales
Hay muchas cosas que hemos aprendido de esta comunidad y ellos han tenido la major actitud sobre como mejorar su calidad de vida.
Un asentamiento tradicional Wayúu se conforma por 5 o 6 “rancherias”. Cada ranchería recibe el nombre de una planta, animal o lugar. Y, cada territorio que tiene varias rancherias lleva el apellido de la mujer, mantenido así una estructura matriarcal.
Teniendo esto establecido, el problema en cuestión, es bastante grave. Los proyectos de los artesanos pueden ser una forma preciada de desarrollo.
De forma paralela establecen metas tanto económicas como sociales. Estos proveen ingresos mientras que reafirman la identidad cultural y el orgullo cultural.
Aún más, en la producción de artesanías tradicionales no se necesitan máquinas y por lo general se utilizan productos que son fáciles de encontrar y están a la mano. Resultando así en la generación de empleo de terceras personas.
Los productos artesanales son, por lo general, elaborados en las casas a la par con otras actividades diarias.
Una reflexión importante a tener en cuenta es que para un gran número de personas de comunidades indígenas organizar sus trabajos de una manera adecuada y competitiva es un tema complicado.
Si se lleva a cabo esta organización, las ganancias adquiridas por las ventas de artesanías pueden ser canalizadas hacia otras actividades que serán provechosas para el desarrollo local de la comunidad. En definitiva, este desarrollo es el objetivo.
Uno de los aspectos más importantes de la cultura Wayúu es el tejido de mochilas realizado por las mujeres.
Pero esto no es todo. No es ningún secreto, es un hecho que todos conocen, Latino América y el Caribe son regiones que retienen una riqueza cultural y natural importante. Desde muestras arqueológicas pre hispánicas hasta naturaleza que nos inunda de emoción, entre otros, están los fundamentos para un desarrollo sostenible. Pese a ello, esto no se lleva a cabo.
La comunidad es súper bonita, la recibió con los brazos abiertos… hay muchos choques culturales que uno no se imagina… uno cree que como colombiano uno sabe sobre la cultura Wayúu pero en verdad no!
Con una economía mundial que continua en la balanza mientras se intenta recuperar de los diferentes golpes que ha sufrido en los últimos años. Se busca una nueva revolución industrial. Una revolución que será sostenible e inclusive. Lo que esto significa es un crecimiento teniendo en mente los limitantes del planeta y poner a las personas en el centro del desarrollo.
Sin embargo, esto es más fácil decirlo que llevarlo a cabo. Como parte central de un desarrollo industrial sostenible es realmente necesario irrumpir y cultivar el potencial económico de las mujeres (la mitad de la población mundial).
Haciendo cambios
El equipo de Hilo Sagrado cree firmemente en retribuir a la comunidad indígena Wayúu. Además de pertenecer al movimiento de comercio justo, la comunidad Wayúu está comprometida con la venta de mochilas y artesanías 100% Wayúu.
Pero, el trabajo llevado a cabo por la Fundación Hilo Sagrado va mucho más allá del rescate de la herencia cultural de las comunidades latinoamericanas y consecuentemente empoderando a las mujeres. La idea es desarrollar una producción textil sostenible.
Para poder lograr esto, la fundación se esfuerza por aumentar la capacitación y la modernización de la infraestructura para la producción textil. Igualmente, tienen como ideal el uso de tecnologías limpias, una promoción ética y el bienestar social.
La fundación Hilo Sagrado se enorgullece de utilizar métodos creativos e interdisciplinarios para construir este desarrollo sostenible. A la par con las comunidades, ellos desarrollan proyectos para poder mejorar la calidad de vida y obtener las metas a largo plazo.
Para ellos, el trabajo realizado con las mujeres es vital. Después de todo, ellas son el motor. El hecho es que las mujeres son y seguirán siendo los motores del desarrollo. Cuando los hombres y las mujeres tienen los mismos estándares (igualdad), las economías se desarrollan con mayor rapidez, hay menos personas en la pobreza y el sentimiento generalizado de bienestar aumenta.
Una visión de cambio
De hecho, Hilo Sagrado tiene una visión de cambio. La idea es tener una producción textil sostenible que se realice con estándares éticos que permitan que las comunidades retengan sus culturas, identidad y generen un impacto positivo a la sociedad.
Cada madre Wayuu le enseña a su hija como tejer, manteniendo así las tradición viva. Para los Wayúu tejer es un símbolo de sabiduría, inteligencia y creatividad.
Las mujeres son el centro de la cultura Wayúu. Son figuras fuertes, son respetadas, son muy importantes. Los hombres tienen ciertos trabajos, obviamente, pero las mujeres son el corazón de esta comunidad indígena.
Según la leyenda, la tradición de tejer las mochilas proviene de “Wale´kerü”, una araña que le enseño a las mujeres como tejer sus dibujos en estas mochilas.
Cada uno de los diseños es único para el tejedor, contando una historia por medio de los colores, patrones y formas. La tejedora toma mucha consideración en la manera en la cual cuenta su historia, asegurando de esta manera que la mochila sea un representante fiel de la cultura Wayúu.
En un primer momento, la Guajira puede parecer monocromática; todo en tonalidades de un beige desértico y espinas grises. Aquí, los atardeceres se pintan de un rojo sangre.
Las mujeres Wayúu trabajan jornadas enteras mientras tejen las mochilas y terminarlas puede durar un mes entero. Hoy por hoy, las mochilas Wayúu se han convertido en el ingreso económico de esta comunidad, lo cual les permite continuar con su estilo de vida. El empoderamiento de las mujeres es decisivo para la comunidad indígena pero también ara mujeres en todas las latitudes.
De hecho, cuando las mujeres están capacitadas para lograr un ingreso ellas logran acumular activos que aumentan su seguridad económica. Las mujeres tienden a causar menos impacto en el medio ambiente. Sus patrones de consumo y producción, son en ocasiones más eficientes en cuanto a los recursos. Consecuentemente, cuando las mujeres hacen parte de la toma de decisiones económicas, se logra un efecto positivo en el desarrollo de una económica sostenible. En este momento, mientras escribo y hablo, esto se está desarrollando en la comunidad colombiana Wayúu con un “Hilo Sagrado” a la vez.
