48 horas en Ámsterdam

Cosmopolita, ecológica, fotogénica…todos estos adjetivos le van como anillo al dedo a esta ciudad.

A mi gusto, la palabra y concepto que define a esta ciudad es: tolerancia.

Laura Viera A © Solkes

El turismo en Ámsterdam es difícil de definir, la verdad es que la cuidad no tiene grandes monumentos pero cuando se recorren sus canales rodeado de bicicletas, es posible darse cuenta de lo único de esta ciudad.

 

Como empezó todo

Ámsterdam surgió, como muchas de las otras ciudades a la orilla del mar, surgió de un pueblito de pescadores. En el siglo XII, la construcción de un dique (dam) sobre el río Amstel dió nombre al poblado allí asentado: Amsteldam.

Laura Viera A © Solkes

Ámsterdam es una de las ciudades con más ambiente de Europa, tiene un turismo muy joven y eso se nota en la noche, una noche larga e intensa.

Esta ciudad no se queda atrás y está a la vanguardia de Europa en cuanto a espectáculos, arte y museos. A mi gusto, algunos de los más interesantes y en donde encuentran grandes exponentes como el Rijksmuseum, el Museo Van Gogh o la Casa de Rembrandt.

Con la revolución industrial la ciudad dio un nuevo giro. Esto quiere decir que la nueva riqueza cambio el paisaje urbano considerablemente, fue época de grandes obras públicas, nuevos museos, la Estación Central, el Concertgebouw, y de la apertura de nuevos canales.

Durante la Primera Guerra Mundial, los Países Bajos se mantuvieron neutrales. En la Segunda Guerra Mundial, trataron de mantenerse neutrales pero las tropas nazis no lo permitieron y los invadieron el día 10 de mayo de 1940. La persecución de los judíos vivió en Ámsterdam una de sus páginas más negras, 100.000 judíos fueron deportados a los campos de exterminio. Una de las víctimas de la ocupación fue Ana Frank.

Y, aunque saber un poco de información y entender la historia sobre cada ciudad dónde uno viaja es importante, hay que dejar muy claro que Ámsterdam es una ciudad que va más allá de la historia.

 

Todo funciona en dos llantas

Hoy Ámsterdam sigue siendo el centro intelectual de los Países Bajos; una ciudad industrial (talla de diamantes) y de servicios (Aeropuerto de Schiphol).

Laura Viera A © Solkes

Una ciudad de carácter multirracial con un gran porcentaje de inmigrantes y símbolo universal de tolerancia y libertad.

Ámsterdam es una ciudad pensada para el transporte público, la dificultad para circular por el centro de la ciudad y el alto coste de aparcamiento hacen que los amsterdaneses se lo piensen dos veces antes de utilizar (o comprar) el coche. Es por este motivo que hay tantas opciones para movilizarse en la ciudad.

Algo que me sorprendió es que cada día se realizan más de un millón de trayectos en transporte público, algo que es asombroso si se tiene en cuenta que la población de Ámsterdam es de tan sólo 750.000 habitantes y que la mayoría de ellos tiene al menos una bicicleta.

Y, esto es sin duda lo más fascinante. Yo siempre había oído que la bicicleta era el medio de transporte favorito de los amsterdaneses pero una vez llegue a la cuidad y lo vi con mis propios ojos quede boquiabierta.

Las más de 400.000 bicicletas que circulan por las calles de Ámsterdam cuentan con unas infraestructuras privilegiadas.

Hay aparcamientos para bicicletas por todas partes y los carriles bici recorren toda la ciudad. Ámsterdam cuenta con más de 15.000 kilómetros de carriles para bicicletas.

Laura Viera A © Solkes

Es sorprendente la gran cantidad de bicicletas que circulan por las calles de la ciudad. Bicicletas en cada esquina, de todo tipo, tamaño y forma. Casi la mitad del tráfico de la cuidad se realiza en bicicleta.

Sin duda alguna, los holandeses están orgullosos de su cultura ciclista y se les puede ver pedaleando por la ciudad bajo el sol, la lluvia o la nieve (y nunca con casco).

Los carriles bicicleta están conectados en todo el pais y los ciclistas son respetados en las carreteras, haciendo que el ciclismo sea una manera eficiente, sana y ecológica de moverse de un lado a otro.

Algo que me quedó claro es que Ámsterdam está hecha para las bicis. Es prácticamente una anarquía que sólo podría funcionar allí.

Aunque pueda parecer un tópico, explorar Amsterdam en bici es realmente la mejor forma de descubrir la ciudad. Además, la bici te da una libertad e independencia a la hora de perderte por la ciudad que no conseguirás de otra forma.

 

Que ver y que hacer

Lo primero que yo recomendaría es ir a la Plaza Dam, el lugar en torno al cual se creó Ámsterdam. Aunque sean pocos días en Amsterdam, la cuidad es tan compacta que todo se puedes hacer y ver.

Muchos piensan que Amsterdam es una ciudad del pecado, pero en realidad es una ciudad de libertad. Y en la libertad muchas personas encuentra en pecado.” -John Green, The Fault in Our Stars-.

Luego de Cruzar el canal por la Calle Damstraat llegamos al Barrio Rojo. Yo no sabía que esperar, era como una sobre carga de información la que invadía mi mente.

Entre la información de diferentes programas de TV, películas y amigos que habían visitado la cuidad no tenía muy claro que esperar.

Es un lugar que tiene un pasado sórdido y se adentra en un presente más frívolo y turístico. La verdad es que de día parece un barrio como cualquier otro, en la noche la situación cambia.

Laura Viera A © Solkes

Las puertas de los clubs están protegidas por hombre de espaladas anchas y miradas agresivas, neones rojos y azules se reflejan en el agua.

Las calles estaban iluminadas por luces neón, las mujeres estaban en los escaparates y ofrecían todo tipo de servicios y placeres del cuerpo.

Calles atiborradas por turistas, pasantes nocturnos, clientes regulares, parejas, casadas, despedidas de solteros, de todo un poco.

Como era de esperarse los Coffee Shops están en cada esquina, en cada rincón. Son de todos los tamaños y en ellos hay todo tipo de personas. Y que son? Básicamente son bares en los que está legalizada la venta y el consumo de marihuana pero que no ofrecen alcohol.

Para mí, era esencial dormir en un lugar que fuera central. Nos hospedamos en un barco – hotel. La verdad es que era un poco más estrecho de lo pensado pero la experiencia había que vivirla. El silencio de la noches estrellada, el ir y venir del agua, el paisaje sin fin, fueron una de las cosas que se quedaran en mi mente.

Laura Viera A © Solkes

La estación central es uno de esos puntos céntricos de encuentro. El movimiento es de nunca parar. Ahí se encuentran el tren, ahí llega el tranvía, los taxis, los buses, las bicis, los autos, etc. Es posible montarse en uno de los barcos que atraviesan los canales, lo cual da una perspectiva especial. Muchas de las rutas de los canales terminan en la Estación Central, a tiro de piedra del famoso Barrio Rojo.

 

Sobre museos y quesos

Caminar o montar en bici es la manera como recorrer esta maravilla cosmopolita. Entonces, una de esas visitas obligadas es Oude Kerk, una iglesia construida en 1302 que se conserva como el edificio más antiguo de la ciudad. En este trayecto podéis aprovechar para comer.

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Luego caminamos por el mercado de las flores. Un hermoso espacio que desde 1862 es un lugar predilecto entre los locales y turistas para comprar flores y plantas de todo tipo. Cuando este mercado fue creado, todos los días llegaban hasta Bloemenmarkt embarcaciones con plantas y flores para su venta. Es posible encontrar todo tipo de flores, tulipanes de todos los colores, semillas de plantas muy variadas y artículos de jardinería.

Mientras uno va caminando por la zona, la tranquilidad del barrio se hace sentir con cada paso. Las casas elegantes que fueron construidas hace décadas exaltan las miradas.

Hay veces están totalmente solas en la mitad de la calle. En otras ocasiones parecieran pegadas, sin espacio entre las paredes y a punto de caer.

Gratamente me di cuenta de que comer es un verdadero placer. El salmón, los arenques, los quesos o la cerveza ya valen por sí solo unas buenas visitas a Ámsterdam en sus buenas mesas. Mi favorito sin duda los quesos! La verdad es que si no se comen los quesos, las millones de variedades que dan al público, es igual a no visitar y conocer realmente esta ciudad.

El segundo día fue un día de museos. El primero de ellos fue el Museo Van Gogh. Este es el museo más visitado en la ciudad. Cada año van más de 1,5 millones de personas! Hay más de 200 obras originales del pintor holandés.

Rijksmuseum (museo nacional), es uno de los mejores museos de Holanda, famoso por su impresionante colección de cuadros del Siglo de Oro holandés. Cerca de 1 millón de visitantes anuales. Fue construido por el mismo arquitecto que se encargó de la Estación Central, es impresionante.

Laura Viera A © Solkes

A mi gusto el Museo Rembrandt fue y será una de las mejores actividades y visitas a hacer. Empezando por el hecho de que no es un Museo común y corriente, está ubicado en la casa en la que vivió Rembrandt.

Cada habitación cuenta parte de su historia, de su vida como artista. Todo decorado con sus pertenencias. Y, uno de las actividades que más me sorprendió es que se llevan a cabo muestras en vivo de como él realizaba su trabajo.

 

Sobre su historia

Esta ciudad tiene muchas historias y muchos verdades fascinates. Una de ellas es que las casas se construyen de una forma estrecha y alargada. Esto hace que subir los muebles sea realmente complicado.

Entonces, para solucionarlo, instalaron en la parte superior de las casas una especie de ganchos sobre los que colocan poleas para poder levantar los muebles e introducirlos en las viviendas.

Otra de las imágenes que estarán siempre conmigo después de esta visita es que siempre estaba rodeada de XXX. Y, hay una razón para ello.

Eso sí, me lo dejaron muy claro, su significado es difícil de explicar y ni siquiera los holandeses se ponen de acuerdo en el origen de estas siglas.

Laura Viera A © Solkes

Una de las teorías asegura que San Andrés, uno de los apóstoles y patrón de Ámsterdam, murió en una cruz con forma de equis.

Otros dicen que las tres equis representan el valor, la determinación y la misericordia, que son los tres adjetivos con los que denominó la ciudad la Reina Guillermina.

Y, la tercera teoría dice que las tres equis representan los desastres que han afectado a la ciudad a lo largo de su historia. Estos son los incendios, las inundaciones y la peste.

El primer encuentro debería ser a través de sus canales, declarados Patrimonio de la Humanidad y con más de un centenar de kilómetros de vías acuáticas. El entramado de puentes, los canales, las casas-barcaza y las fachadas típicas de la ciudad parecen tomar una nueva forma desde el barco. El segundo, en bici y zigzaguear entre la historia de sus casas. Una primera visita a la Venecia del norte” duró 48 horas. Pero sin duda alguna volveré. Cada esquina, cada rincón que arrebato la respiración y me dejo soñar lo impensable.

Traducción Por: Laura Viera A

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