Siempre encuentro buenas razones para viajar. Lo raro en mí sería encontrar alguna excusa para no hacerlo.
Pero, todo hay que decirlo y cuando comienza el otoño a casi todos se ponen una cara nostálgica mientras se acuerdan de lo que fue el verano. Y lo entiendo ya que en el verano los días parecen no terminar, el clima y la actitud es de fiesta eterna.
Los meses de otoño
Pero, los meses de otoño (meses de septiembre, octubre y noviembre en el hemisferio norte y marzo, abril y mayo en el hemisferio sur) son también muy buenos como elección para unas vacaciones.¡Hay muchos beneficios en esta temporada!
Empecemos por el hecho de que hay mejores precios. Como es temporada baja en muchos lugares, el viaje puede salir bastante más económico.
Entonces, los tiquetes de avión y hotel u hospedajes en general bajan mucho. Lo cual, según mi perspectiva, es bastante agradable ya que puedo destinar ese dinero en otra cosa o simplemente no gastarlo.
Por otro lado, en los meses de septiembre y octubre viajan muchas menos personas, por lo que resulta más sencillo elegir los días concretos que se quiere estar en el destino escogido.
Vacaciones más tranquilas
Las vacaciones son mucho más tranquilas. En casi todos los lugares en los que apenas cabía un alfiler en agosto, en septiembre se respira tranquilidad y hasta placidez. Las playas están libres para disfrutarlas casi en soledad. Los museos tienen una menor cantidad de visitas con lo cual hay menos filas y menos tumulto de personas.
El clima es mucho más agradable ya que no suele hacer ni mucho frío ni mucho calor con lo que ganarás comodidad.
Otro puntro a favor son los paisajes preciosos llenos de colores otoñales de los que se disfrutan enormemente.
Y, esto es una de las cosas que a mí me gusta mucho del otoño: sus colores. Si hay algo bonito es pasear por un bosque y ver las distintas tonalidades de rojos, naranjas y amarillos de los árboles en esta época.
Caminar por calles y puentes que estan cubiertas por ojas color marron, verde y moradas es una delicia. Ver como cambian las hojas de los arboles frente a tus ojos es una imagen que marca.
Como no es temporada alta, las personas que trabajan en el sector turismo están un poco menos estrenadas y abrumadas. Por esto mismo, a mi parecer, la atención que recibas será más tranquila y mejor.
Opciones culturales
Aunque es dificil creerlo, es una temporada que ofrece muchos festivales y opciones culturales. Algunas de ellas son: Oktoberfest en Alemania, London Fashion Week, Halloween y Día de los Muertos.
Algunos otros ejemplos de celbraciones son: en todas las regiones vinícolas se celebran fiestas del vino. La más importante es la de Neucastel, que tiene lugar durante tres días a finales de septiembre.
En la Suiza central, son famosos por sus festividades de acción de gracias conocidas con el nombre de ferias alpestres o pastoriles, que tienen lugar el tercer domingo de octubre.
En Tailandia esta la celebración de Loi Krathong. Basicamente es papel de arroz sobre una ligera estructura de bambú y adentro hay una lamparilla que calienta el aire del interior, haciendo que el farol se eleve.
En Reino Unido se celebra el 5 de Noviembre, se canta: “Remember, remember, the 5th of November. The Gunpowder Treason and plot“. (Recuerda, recuerda, el 5 de noviembre / La traición de la pólvora y el complot).
En muchas ciudades y pueblos del Reino Unido se recuerda el fallido complot de noviembre de 1605, conocido como la conspiración de la pólvora, cuando un grupo de 12 católicos, liderados por Guy Fawkes intentó volar el parlamento británico y asesinar al rey Jacobo I.
En todo caso, como en cualquier época del año, es importante y necesario elegir el compañero de aventura perfecto. Hay amigos que cuando viajan pasan de ser un achuchable osito a algo parecido a un gremlin mojado. En caso de que no se encuentre a un compañero de viaje ideal, siempre es posible viajar solo.
Un punto clave es empacar la maleta. Además de meter ropa veraniega, no se pueden olvidar prendas y artículos de entretiempo.
Claro que también hay desventajas, si se quieren ver de esta forma. Voy a nombrar algunas de ellas.
Los días son más cortos. De alguna manera, para muchos, son días tristes.
En numerosas localidades que viven del turismo, al terminar agosto hay menos servicios. Es también probable que haya menos restaurantes y cafeterías, heladerías y negocios dedicados al ocio. Pero esto depende totalmente en el destino al que se haya decidido viajar.
En conclusión
Otoño es tiempo de naranjas, granadas, calabazas. Es tiempo de hacer planes, cambios y, por qué no, de novedades y mejoras.
En conlcusión, yo digo que viajar es vivir! Y, es cierto me gusta escribir sobre viajes con el fin de ayudar a otra gente a la hora de visitar los lugares que me han maravillado, reconozco que lo que más me llena es la escritura inspiradora. Pero lo mejor es crear en alguien la emoción, el ansia, la necesidad de viajar en busca de aventuras o salir de la rutina y lanzarse a lo desconocido.