¿Deberíamos temer? Esa es una pregunta para la eternidad … y una que probablemente no tendrá una respuesta en el corto plazo. No soy un experta, ni pretendo serlo, pero hay algunas cosas que sé con certeza.
Sé a ciencia cierta que el sol siempre brillará, se elevará desde el este y se pondrá en el oeste. Naturalmente, la luna estará allí y las estrellas darán luz a la noche.
Sé a ciencia cierta que las olas se estrellarán contra las rocas y harán el sonido más hermoso. Las mareas vendrán y se irán, todos los días, pase lo que pase.
Sé, o pretendo saber, que no debemos temer al miedo porque el miedo tiene miedo de sí mismo. La gente cede al miedo cuando hay duda.
Sé que el miedo hace que las personas se conviertan en todo lo contrario de lo que son. Agotando en ellos cada gramo de confianza. Una vida regida por el miedo es vida sin esperanza.
Estoy segura de que el coraje y el miedo van de la mano. Supongo que podrías decir que soy como un ciervo asustado. Estoy seguro de eso.
No temeré más el calor o el frío extremos. No temeré más la iluminación que rompe los cielos durante una noche de verano.
Sé que el miedo es como amar sin ser amado, y el miedo es como irse sin ser abandonado.
Sé que las personas, todo tipo de personas, sin importar si son muy ricas o pobres, educadas o no, vivirán y morirán. Tienen corazón, necesitan aire, descanso y amor.
Sabemos que tendremos días buenos y malos y que lo que no nos mata nos hace más fuertes.
Pero, cuando las personas temen lo que no se puede explicar, las cosas y las situaciones tienden a cambiar. Las relaciones pueden ser estrechas por ello.
Una de las cosas que más temo es la muerte, que se me olvide, que mi vida no haya tenido sentido ni impacto. ¡Cómo temo esto!
Los entierros me dan escalofríos. Me queda claro que en el campo vacío, el cuerpo espera para ser reclamado. El espíritu se sienta a su lado, nada viene a darle forma nuevamente.
Pienso en cómo el cuerpo está solo. Por la noche paseando por el campo, su sombra nunca se queda atrás.
Encendiendo en una noche oscura …
Nadie dijo que vivir sería algo facial. Pero, lo único cierto es que con cada reto que aceptamos, cada camino incierto, cada obstáculo que derribamos o nos engrandecemos o nos derribamos. Tenemos fuerza en nuestro interior, solo debemos buscarla.
Sé que si sobrevives a tus demonios y pesadillas, si sobrevives al infierno de mil caras, saldrás por el otro lado con recuerdos dolorosos, palpitantes y lacerantes …
Pero, con la esperanza de una nueva vida. Una vida llena de posibilidades, pensamientos alentadores y edificantes que llenan cada centímetro de tu cuerpo y alma.
También sé que detrás de mis ojos, dentro de mí, una parte de mí ha muerto: así que, no tenía otra opción. Moví mis uñas ensangrentadas. Pasé mis dedos por allí y encontré cicatrices rosadas. Entonces, ahora me queda claro que tengo miedo de lo que podría llegar a ser. De mí, el verdadero yo.