Hay quienes argumentan que el trabajo dignifica al hombre. Esto es lo que se piensa dado que de esta manera las personas acreditan el poder desempeñarse de manera útil en la sociedad. Pero, cuando se trata de la población infantil este asunto debe mirarse con otros ojos.
El término “trabajo infantil” suele definirse como todo trabajo que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico.
Trabajo infantil es considerado una actividad que es peligrosa y prejudicial para el bienestar físico, mental o moral del niño. Además de eso, interfiere con su escolarización puesto que les priva de la posibilidad de asistir a clases,
les obliga a abandonar la escuela de forma prematura, o les exige combinar el estudio con un trabajo pesado y que insume mucho tiempo.
El problema
¿Qué hay de malo en el trabajo infantil? ¿Qué hay de bueno en el mismo? Esta preguntas se hicieron en algún punto las personas que establecieron las leyes de protección a la infancia.
Sabemos perfectamente que cada país y cultura tienen diferentes leyes y tradiciones que influyen en la visión o en la definición de lo que es el trabajo infantil.
También hay un punto que debemos aclarar y es que el trabajo infantil no hace referencia a la colaboración con las tareas domésticas normales. Ni con enseñarles a los hijos a ser ordenados y responsables con sus cosas y sus deberes.
El trabajo infantil hace referencia a ser abusados, explotados por ejemplo, a ayudar en algún negocio familiar, en poner en riesgo su integridad física o mental.
Según la Organización Internacional del Trabajo, OIT, el trabajo infantil es un trabajo que “priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico”.
Los niños empiezan a trabajar por varias razones. La mayoría de las veces, esto ocurre porque las familias se enfrentan a problemas financieros.
Las consecuencias son impresionantes. Obviamente, puede provocar daños corporales y mentales extremos, e incluso la muerte. También puede conducir a la esclavitud y a la explotación sexual o económica.
Situación en Colombia
Colombia es un país que ha buscado garantizar los derechos de los menores trabajadores y protegerlos de maltratos y explotación laboral.
Uno de los ejemplos de ello es el artículo 44 de la Constitución Política, en el cual se establece que: “… serán protegidos contra toda forma de abandono, violencia física o moral, secuestro, venta, abuso sexual, explotación laboral o económica y trabajos riesgosos …”.
Así mismo, el artículo 35 de la Ley 1098 del 2006 consagró la edad mínima para que un menor de 18 años pudiera laborar, siempre con la previa autorización del Ministerio del Trabajo.
Por otro lado, El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) ha dicho que “el trabajo infantil es una violación a los derechos de los niños, niñas y adolescentes, pues afecta su proceso de desarrollo y genera condiciones que vulneran el goce efectivo de sus derechos”
Pero, estas son leyes escritas en un papel. Leyes que figuran en nuestra constitución y que han sido trabajo difícil de lograr, son solo palabras.
Y pore son solo palabras? Pues simple: en Colombia, es común encontrar a un niño en la calle vendiendo dulces, a una niña del sector rural trabajando en el servicio doméstico o a un joven menor de 18 años laborando por las tardes en una tienda de ropa.
También es posible encontrar a menores de edad que son resultados por grupos al margen de la ley o por narcos ya que son menores los castigos para los niños y niñas que venden o transportan drogas que si son adultos los que venden y transportan estas sustancias.
Sobre la fundación
Antes de entrar en detalles sobre como es la situación del trabajo infantil en Colombia nos parecio importante etender un poco sobre las personas que conforman la Fundación Ágora.
Tuvimos la oportunidad de establecer contacto con Laura Henao, fundadora de la Fundación Ágora. Fundación que se dedica a trabajar por el trabajo infantil en Huila, Colombia.
Laura Henao vive en Ibague y ha dedicado su carrera profesional a ayudar a uno de los grupos más afectados en nuestro s país. Ella trabaja ayudando a niños y niñas que trabajan. Así mismo es docente en dos la Universidad de Ibague y en Uni Minuto.
L.Viera: ¿Cómo nació la fundación?
Laura Henao: La idea de hacer esta fundación surge pues como un sueño de hacer las cosas bien, de poder aportar a la sociedad, de poder trabajar directamente con los niños. Además de que el tema de infancia en Colombia es un tema que tiene muchas políticas públicas, que tiene mucha inversión. Yo vengo de un municipio pequeño que está creciendo pero que finalmente… tenía pensado… tener el respaldo de una fundación.
La fundación trabaja en distintos tipos de procesos con menores de edad mayoritariamente de la zona rural.
L.Viera: ¿Qué tipo de trabajo hace la Fundación Ágora?
Laura Henao: Ya lo que nosotros hacemos en las plazas de mercado es una prevencion del trabajo infantil, ese trabajo infantil que esta como en el limite entre lo que es el ciudado de un padre que no puede estar en la casa y el uso de este niño para unos fines comerciales dentro de un negocio de venta de algo. Ese es el trabajo infantil en el que nosostros estamos enfocados. Lo que hacemos es hablar con las familias, sobre la necesidad de que estos niños estén en otros entornos mucho más protegidos. Entonces, eso es lo que trabajamos, desmitificar un poco ese imaginario de que el niño que trabaja desde temprana edad va a ser un adulto responsable.
Entrando en materia
Pese a todas las regulaciones normativas con las que cuenta el Estado colombiano, incluyendo aquellas de índole internacional, el trabajo infantil no deja de ser un escenario donde los menores y adolescentes en Colombia se ven vulnerados en sus derechos más fundamentales, como la educación y la salud.
L.Viera: ¿Por qué es importante que trabajemos sobre el tema de la niñez en Colombia?
Laura Henao: Pues porque la situación de vulnerabilidad económica que vive la sociedad y las consecuencias en la poca sostenibilidad de los hogares hacen que los más pequeños tengan que trabajar para suplir necesidades básicas.
En países como Colombia (Estado miembro de la OIT), se siguen acelerando las cifras de pobreza extrema.
Como consecuencia, los menores de 18 años se vean obligados a trabajar y dejar en un segundo plano la educación y sus aspiraciones por ofrecer más que su fuerza de trabajo a la sociedad.
Un tema cultural
Otro de los factores que encrudece y prolonga esta situación es el tema cultural. Hay un conjunto de creencias, valores y costumbres en la cual le imponen a los menores la carga sicológica de que ellos deben aprender a ser fuertes y a madurar a través del trabajo.
L.Viera: ¿Cuales han sido algunos de los problemas puntuales a los que se vieron enfrentados cuando empezarona trabajar con esta temática?
Laura Henao: Lo primero es que uno ve una legitimación del trabajo infantil en muchos escenarios. Entonces, piensan que como ellos fueron niños trabajadores, pues no hay nada de malo en que sus hujos también lo sean. No le ven nada de malo porque van a empezar a aprender cosas que la escuela no les enseña: a que sean responsable, a que puedan administrar su dinero, son situaciones que uno ve mucho.
Estas familias se ven enfrentados a situaciones muy complicadas ya que no tienen como pagar a alguien que cuide a sus hijos mientras ellos trabajan, tampoco tiene dinero suficiente o extra para ellos y así lo tuvieran no existen lugares designados para que estos niños pasen ahí el tiempo libre.
Según la Unicef, “en Colombia, por ejemplo, se considera normal que las niñas se ocupen de la mayor parte de las labores de la casa. Se da por hecho que las niñas deben cuidar de los hermanos menores, además de realizar las tareas del hogar.
Cotidianamente, podremos notar que el factor de género influye mucho en ese pensamiento social y generalizado que dice que las mujeres se dedican a las labores hogareñas, mientras que los hombres salen a la calle a desempeñar trabajos más pesados. Seguimos, como sociedad, en una cultura de extremos: machistas y feministas, donde inculcamos valores basados en el sexo y donde mantenemos arraigadas costumbres que deterioraran el desarrollo armónico e integral de la población infantil.
En las plazas de mercado y otros escenarios
El trabajo infantil impide que los niños tengan un futuro digno.
Hay momentos en los que se organizan y crean los espacios para ayudar. Espacios como círculos de lectura, para promover la educación, para dar un espacio en el que los menos pueden ser simplemente menores, sin tener responsabilidades de adultos pero los resultado sno son siempre los esperados.
L.Viera: ¿Cómo es la situación en Colombia?
Laura Henao: Algo que pasa en Colombia, es que la zona rural esta muy abandonada. Entonces el abandono se evidencia en que no hay unas condiciones de educación y salud cercanas a esos lugares dispersos. Entonces un uno puede pasar fácilmente 2 horas caminando hacia a la escuela y eso es una barrera porque si amanece lloviendo pues es mejor qudarse en casa.
L.Viera: ¿Qué pasa en las plazas de mercado?
Laura Henao: En las plazas de mercado vemos un trabajo mixto porque en la plaza de mercado hay diferentes oficios que asumen los niños. Está el oficio agrícola, que es el niño que llega en los carros, que trae el alimento, y que completamente adulta. Que tu lo ves con su machete, con su bota pantanera, con su sombrerito y que viene y descarga. También vemos al niño que está comercializando, baja con sus padres, con su mamá y que está en un puesto, ayudando. Ese niño tiene algunos derechos garantizados. Estudia pero durante su jornada contraria, se va a la plaza de mercado al puesto de su mamá. Por último, está el niño que no está como instalado, en ninguno de esos lugares económicos, es el niño que es más flotante. Es un niño que llega a la plaza de mercado a ver qué puede hacer; está buscando posibilidades, obviamente porque tendrá unos entornos familiares con muchas carencias y pues la plaza de mercado le queda cerca a su casa y está viendo que hace.
Por otro lado, las actividades a las que se enfrentan los menores para trabajar suelen poner sus vidas en riesgo.
L.Viera: Hablame porfavor de los otros escenarios en los cuales los niños y niñas son explotados.
Laura Henao: Acá en Ibague, de manera particular, existen tambien peores formas de trabajo infantil. Ya tienen que ver con tema de reclutamiento, sabemos que en nuestro departamento, nosotros acá, un alto incide de reclutamiento de niños y niñas para grupos al margen de la ley, eso mermó en algún momento cuando se hicieron las devoluciones de los niños, intervino unicef pero pues ahora hay denuncias y alertas tempranas de que estas volviendo a suceder.
L.Viera: ¿Hace cuánto se está denunciando este reclutamiento nuevamente?
Laura Henao: Este año han empezado las denuncias. las denuncias empiezan en municipios del sur del Tolima que se pueden rastrear por notas de periodico y demás. Hay un organismo que se llama la defensoría del pueblo y ellos tienen alertas tempranas, y dice que se están reclutando niños y niñas. Otra de las peores formas, es de niños que están en micro tráficos, llevan o trayendo algún tipo de sustancia psicoactivas, que están vendiendo..
L.Viera: ¿Involucrados con el tema del narcotráfico?
Laura Henao: Claro pero es los micro tráficos que hay en los barrios, los niños salen y venden, porque si ellos son capturados la penas no va a ser tan alta y hay otra pero forma que es toda la explotación sexual y comercial de las niñas. Estamos hablando de situaciones a de un nivel muy complejo. Vulneran completamente los derechos y seguriad de losmenores, pero acceder carnalmente a se puede ver como una de las más formas más elevadas de explotación.
L.Viera: ¿Cómo se trabaja el tema de la explotación sexual?
Laura Henao: Acá en Ibagué hay un comité específico para la prevención de la explotación sexual y comercial de niños y de niñas. A ese comité uno como fundación es invitado para que puedan hablar y hacer acciones conjuntas. porque acá tenemos un corredor vial, y mucho del transporte de un lado al otro del país pasa por Ibagué .. ahí no hay tanta descriminacion si son mayores o menores de edad.
L.Viera: Ustedes como fundación que hacen en ese sentido?
Laura Henao: En ese sentido, lo que hacemos es apoyar, cuando somos invitados a estas mesas de trabajo del gobierno. pero no es lo que hacemos porque son problemas que requieren de un establecimiento de derechos, de que la policía este y demás. Osea que no es competencia directa de organizaciones sociales y civiles porque requieren ya otro tipo de procedimiento.
Los peligros
El trabajo infantil es peligroso y puede perjudicar la salud de los más pequeños.
Los niños y niñas obligados a trabajar no pueden ir a la escuela o no tienen tiempo para estudiar en casa y hacer los deberes, lo que afecta a su rendimiento y a las posibilidades de cursar estudios superiores.
Hay una legitimidad de todos los que están alrededor, de todos los adultos, hasta las personas que van a las plaza de mercado a hacer las compras. por eso digo que es un tema cultural muy complejo… no hay un tema de cómo vamos a proteger al niño si no que hay un tema de admiración. por eso esas actitudes que estos niños exhiben totalmente adultas.- Laura Henao-
Los más afectados son los menores que viven en países en vías de desarrollo, donde las familias sufren más dificultades económicas.
La pandemia
Millones de niñas y niños a nivel mundial corren el riesgo de tener que trabajar como consecuencia de la crisis generada por el COVID-19, lo que podría propiciar un aumento en las peores formas del trabajo infantil.
Entre ellos, destaca el hecho de que muchos niños están sufriendo la pérdida de uno o ambos padres o tutores. En países como México, Mali y Tanzania, se ha visto que, cuando esto ocurre, los menores rápidamente se hacen cargo de las tareas del hogar.
Por su parte, distintos grupos armados colombianos están aprovechando la situación de crisis para reclutar niños, con el fin de hacerles cometer crímenes o de explotarles sexualmente. En Colombia los niños indígenas son los más susceptibles al reclutamiento por parte de estos grupos armados.
L.Viera: ¿Cómo ha afectado la pandemia?
Laura Henao: Con el tema de la pandemia, el tema en las plazas de mercado, no lo hemos vuelto a hacer pero probablemente los chicos al estar sin ir a un escenario educativo, probablemente los ocupen en otros oficios, no?
Conclusión
Cualquiera sea el factor detonante del trabajo infantil, lo cierto es que ello irrumpe negativamente en la salud y estabilidad emocional, espiritual y sicológica de los menores de 18 años, cuando dicho trabajo no les permita a los niños o adolescentes gozar de cada una de las etapas de su desarrollo.
No es lo mismo trabajar después de tener la mayoría de edad que empezar a trabajar desde temprana edad en labores que asaltan con los sueños de un cerebro infantil.No es igual decir que un niño desempeñe un trabajo inclinado hacia su desarrollo cultural, artístico o deportivo a decir que tenga que trabajar por necesidad o porque se lo impongan.