Un verano que ha terminado

Los días de verano vinieron con momentos de diversión en el agua y las noches largas que tuvimos hicieron que nuestras fiestas fueran mucho mejores. Pero así como las temperaturas han empezado a bajar, el verano también está llegando a su fin. Para muchos ya está empezando el colegio o la universidad, por todas partes se ven a los padres comprando útiles escolares y la ropa que usarán sus hijos a lo largo del año mientras los estudiantes universitarios se preparan para su retorno anual a clase.

Tristeza por el fin del verano

Mauricio Torres © Solkes

Pues sí, cuando el verano llega a su fin y todos estamos inmersos en una tristeza propia del fin del verano. No importa cómo lo hayamos vivido o que experiencias hayamos tenido, la tristeza nos embarca a todos por igual.

Muchas personas se han quejado de las temperaturas extremas que hemos tenido (entre 35 y 39 grados Celsius), yo no puedo negar que también me quejé y sin embargo cuando las temperaturas empiecen a bajar y el sol deje de brillar lo vamos a extrañar.

La nostalgia por el fin del verano es una enfermedad bastante común. Eso lo he aprendido desde que vivo en el antiguo continente.

Está por todas partes y todo el mundo se contagia, en todas partes se habla de eso: en la oficina, en las comidas a las que asistimos y cuando nos vemos con amigos para tomar algunos tragos. Los cambios son duros y el fin del verano puede ser particularmente difícil por muchas razones diferentes.

Verano al máximo

Para todos los que vivimos en Europa el verano es un momento muy especial. La gente tiene que hacer grandes cambios cuando este llega a su fin, algunos tratan de encerrase menos, de ver a los viejos amigos con más frecuencia y de hacer paseos más seguido. Pero la gente que vive en Berlín, vive el verano de una manera diferente. Para ellos no se trata únicamente de tener clima más agradable después de meses de cielos grises sin un poquito de luz del sol. Es mucho más que poder ir a nadar a las diferentes piscinas de la ciudad o poder ir a algún asado en uno de los muchos parques que hay alrededor.

Naudylver Martinez © Solkes

Cada verano está lleno de amplias y relucientes posibilidades que nos recuerdan los días y las noches de verano que hemos tenido, es un “hasta luego” a esta estación pero también es una bienvenida a los esperados cambios en el viento.

Dicen que el verano en Berlín dura poco, tan solo unas semanas intercaladas durante los meses de julio y agosto. En mi experiencia la capital alemana ofrece mucho más que baños de sol durante los meses estivales. Para todos los que estamos en Berlín el verano es un momento para vivir en plenitud, hasta cambia el olor del U Bahn (el metro de la ciudad), un caso puntual de esto es el U8.

Un triste hecho para nosotros es que este clima maravilloso se irá más pronto de lo que creemos. Pero los veranos en Berlín son algo especial, todos lo vivimos al máximo sin un solo momento aburrido. Empecemos por el hecho de que en Berlín, como muchas ciudades cosmopolitas, la variedad gastronómica es abundante.

Berlín siempre tiene un ritmo propio y en el verano nada se compara con esta ciudad.

Es posible comer hamburguesas deliciosas durante los 365 días del año. La diferencia es que durante el verano, se come al aire libre. Sentados en una terraza. Hay hamburguesas de todos los tipos y tamaños, para vegetarianos o carnívoros. Es una cuestión de escoger. Un día de verano en la capital germana debe incluir algunos chiringuitos y cervecerías al aire libre. La comida callejera es deliciosa.

Laura Viera A © Solkes

Fiesta pura

Por otro lado, los raves son una opción casi obligada para cualquier Berlinés. A la gente le encanta festejar y como los clubes encerrados o las discotecas que no son al aire libre no son una opción, pasamos nuestras noches de verano en el balcón del Watergate en el Badeschiff o en el club del Visionäre.

Otra fiesta que hay (en Berlín todo es fiesta), son los festivales. Se llevan a cabo a lo largo de toda la ciudad, algunos son organizados por el distrito mientras otros los organizan directamente cada grupo de vecinos.

La temporada al aire libre esta resaltada por una serie de festivales, fiestas callejeras, fiestas populares y conciertos.

La única opción restante es unirse a la fiesta. Hay cantantes de opera, actores en el escenario, artistas de rock, grandes del jazz o incluso se pueden ver orquestas completas tocando en ciertas locaciones muy bonitas por toda la ciudad.

Lo mejor del cuento es que si uno no quiere estar en el centro de la ciudad es posible tener toda esta variedad cultural a las afueras, en el bosque o cerca del agua.

Con la bici, cerveza y las estrellas

Otro de los planes veraniegos es pasarse por el International Berlin Beer Festival. Ok, no es el Oktoberfest de Munich, pero el festival de la cerveza de la capital es también una gran cita para los amantes de esta bebida. El lugar favorito para los Berlineses estar en verano es debajo de las estrellas.

El plan es ir a mirar las estrellas y la mejor manera de hacer esto es en cualquiera de las terrazas que hay en el techo de los edificios.

Laura Viera A © Solkes

Berlín tiene encanto de por sí pero es una atracción alucinante cuando se ve desde arriba. Pero, conocerlo en dos ruedas es lo mejor! Berlín esta hecho para recorrerlo en bicicleta porque es plano y porque tiene carriles en casi todas las calles principales. Durante las semanas veraniegas el tema de montar en bici es aun más delicioso.

Recorrer las calles coloridas con un clima espectacular, música saliendo de los balcones y terrazas, chiringuitos abiertos hasta altas horas de la noche, no tienen comparación ninguna. Y, es que un tour en bicicleta por Berlín es una experiencia inolvidable.

Es la mejor forma de descubrir Berlín por si mismo. Se pueden comprar muy baratas en los mercado callejeros, alquilarlas o hacer tours.

En los meses calurosos hay muchos conciertos al aire libre y obras de teatro también en parques y espacios abiertos, por esto los lugares al aire libre en Berlín son muy conocidos y famosos. En verano todo Berlín se convierte en un escenario, el teatro abunda en esta época, muchos ensambles aprovechan el clima agradable para trasladar sus obras y hacerlas al aire libre en noches llenas al aire libre llenas de estrellas.

Uno puede hacer lo que quiera, nadie se va a quejar. Las personas solamente quieren disfrutar del sol. Creo que se van de fiesta en el verano como si no hubiera un mañana.
La escena cinematográfica de Berlín hace que el corazón de sus cinéfilos palpite más rápido. También hay muchas películas proyectadas al aire libre mientras disfrutan una pizza, un trago de cidra de vino o de cerveza.

La Naturaleza

Una de las mejores cosas de Berlín es que tiene mucha naturaleza alrededor. Tiene varios lagos que la rodean además por suerte tiene muchas playas y la mayoría están a un S-Bahn de distancia. La más conocida es la Standband Wansee, el más viejo y más grande balneario en Europa.

Wansee es muy conocida por su larga playa y por ser un ambiente clásico de la orilla del mar. Una escena alemana clásica se ve en estas playas: salchichas, cerveza y helado. También hay muchas playas y piscinas urbanas exactamente en el centro de la ciudad, la gente tiene muchos sitios que puede escoger.

Pueden ir a la icónica Badeschiff hasta la playa afro caribeña que es además un bar Yaam y Haubentaucher. El Columbiabad Neukölln es un sitio absolutamente imperdible con sus enormes jardines y paisajes verdes, las piscinas son impecables y se puede saltar desde peñas de 10 metros o deslizarse por el exuberante tobogán.

Laura Viera A © Solkes

Para la gente que cree que la ciudad es muy concurrida están también los innumerables lagos al rededor, mi favorito es Lipenitzsee donde el agua es cristalina y refrescante. Un plan que se hace a lo largo de todo el año es tomar cerveza y en el verano una cerveza fría es sinónimo de perfección. Para muchos el verano quiere decir tomar cerveza en el jardín.

Berlín tiene muchas opciones encantadoras para ambos planes, tomar cerveza y comer al aire libre. El verano no debe ser un recordatorio de todos los placeres que hemos olvidado. Hablo sobre hamacas desocupadas y sandalias entre otros.

En algún momento de la vida todos sospechamos que dé pronto no terminaremos haciendo lo que planeamos. Y, puede ser que esto sea lo que deba suceder. Es ahí cuando desarrollamos una capacidad desconocida para apreciar toda la felicidad que haya para nosotros.

El sentimiento común es una confusión a cerca de lo que vendrá y un remordimiento de lo que no hemos hecho. Por lo tanto, todos nos aferramos a los buenos momentos que hemos tenido con amigos, las historias simpáticas que nos han ocurrido y preguntarnos qué se han hecho estos días. No hay mejor manera de sentir que haz logrado algo en este verano que simplemente terminándolo.

La época de verano también es ideal para hacer inventario de los amigos porque hay más tiempo libre y no estamos distraídos por el trabajo o por el estudio.Es una época perfecta para las tres “r”. Esto quiere decir: relajarse, recargarse y reorganizar los recursos que tenemos y también nuestras vidas. Como todos sabemos, una vez que llega septiembre todos los demonios reaparecen y como siempre pareciera que cada vez necesitáramos más tiempo y tuviéramos menos.

El final del verano me entristece, odio volver a la rutina. No lo había pensado hasta este momento, cuando la lluvia empiece, todo terminará.

A fin de cuentas

Aun cuando la nostalgia del fin del verano esté empezando a aparecer hay varias cosas que debemos recordar. Sí, los días del verano fueron increíbles y las noches fueron aun mejores. Pero el verano se va a acabar y no hay nada que podamos hacer.

Laura Viera A © Solkes

Lo mejor es empezar a pensar en cómo disfrutar el otoño. Siempre que el verano se acaba y el viento empieza hay otras actividades que podemos hacer. Siempre estará el chocolate caliente, ponernos sacos calienticos y cómodos, leer en una chimenea y hacer caminatas en el parque sin riesgo de insolación.

Berlín se está trasladando a las calles en invierno. Durante el verano siempre hay gente afuera celebrando, comiendo, discutiendo y llevando su arte y su música por todos lados.

Con todo esto debo decir que el fin del verano significa para mucha gente el fin de la diversión.

Los días relajados y alegres del verano ya se han ido, ya no saldremos temprano del trabajo ni tendremos más asados o picnics. Los días se están enfriando irrefutablemente y así se están acortando también, razón que puede significar salir de la nostalgia para aquellos que son sensibles a la luz. Los días lluviosos serán cada vez más frecuentes y el ánimo va a cambiar. El Fin del verano llegó.

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