Sixto Dorta es un caraqueño comprometido como pocos hoy en día. De sus 75 años de vida que está próximos a cumplir en el mes de marzo, el pasado 21 de enero cumplió, nada más y nada menos que, 61 años de labores ininterrumpidas a uno de los periódicos más reconocidos en Venezuela, El Universal.
Descubriendo a Sixto
Nació un 28 de marzo en el año 1941, actualmente y a pesar de su edad, sigue siendo distinguido por su altura, elegancia, su espalda rígida y su caminar pausado.
Un hombre que ha visto correr muchísima agua en el acontecer político y social venezolano, y en el que tras haber recorrido ese camino tan largo, hoy casi se puede decir que lleva tinta en las venas.
Cuando tenía solo 14 años de edad empezó su andar entre las rotativas del diario El Universal.
Ahora nos ofrece un esbozo de su vida personal y relata con detalle como ha sido su experiencia laboral durante su vida en su oficina en el sótano uno, donde de cerquita vigila a una de sus grandes amigas, la rotativa.
La rotativa
¿Cómo puedes describir tu trayectoria en el periódico?
Feliz, a mí me encanta trabajar, a quién le gusta su trabajo no se le hace pesado, bueno por eso, por mi constancia es que he podido llegar adonde estoy, a ser vicepresidente de producción y además asesor de las demás vicepresidencias, y a mantener la gran confianza que los antiguos dueños depositaron en mí a lo largo de todos estos años.
¿Cuál es la situación más difícil que te ha tocado vivir durante tus años de labor?
Definitivamente una de las épocas más difíciles fue cuando la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, se pasaron muchos malos ratos, se llevaban gente detenida por publicaciones que hacía el periódico, el ministro Vallenilla (Ministro de Relaciones Interiores durante el período) nos quería cerrar.
A los 14 años empecé a trabajar en el departamento de despacho de El Universal, pero a mí nunca me gustó ser peón, a mí me gusta es ser jefe.
Había un departamento de censura en el periódico, y esto retrasaba la impresión, cuando normalmente tenía que empezar a imprimir a eso de las 10 de la noche.
Tenían que esperar a que Vitelio Reyes, que era el encargado de ese departamento, leyera todo el periódico para empezar a imprimirlo a eso de las 11 de la mañana del día siguiente.
Ellos leían hasta los clasificados, hasta eso lo leían, y El Universal tenía gran cantidad de clasificados. Luego también fue difícil el inicio de la democracia porque había muchos cambios. Otros momentos difíciles han sido las diferentes huelgas en distintas ocasiones.
¿Cuál consideras que ha sido la noticia más relevante que ha publicado el periódico?
Es difícil hacer pronósticos, de verdad que no es fácil. En el aspecto social, creo que está todo muy mal, la inseguridad. Basta con leer el periódico los lunes, esa cantidad de muertos, es algo que no merece comentario alguno, la gente vive con desespero y miedo. Y bueno, en lo político, la situación está difícil para el gobierno, ellos ofrecen mucho y cumplen poco y eso les ha restado la credibilidad que tenían en ellos.
Sixto Isidro, el que pocos conocen
¿Cómo describirías tu infancia?
Tuve una niñez bastante casera, era muy hogareño. Quedé huérfano de padre a los 4 años y era el único varón entre mis hermanas, mi abuela y mamá, por eso desde pequeño me gustaba acompañarlas estando en mi casa, yo fui muy dedicado a mis estudios que cursé en el colegio Martín J. Sanabria. El bachillerato lo hice en el liceo Fermín Toro.
Por razones económicas, ya que mi mamá era el sostén de la familia tuve que empezar a trabajar desde muy temprana edad, a los 14 años empecé en el periódico, y aún sigo aquí.
¿Cómo defines tu vida familiar?
Un éxito total, siempre he luchado porque mi familia se mantenga unida cien por ciento. Con mis hijos y mis nietos siempre me he mantenido muy unido, hemos compartido muchos viajes. Hemos tenido muchos encuentros y bueno con mis hermanos también pero no tanto como con mis familiares más cercanos. En mi familia nunca existió el exceso, siempre hubo sus peleitas normales, como en toda familia, pero en general mi vida familiar ha sido fructífera. Estoy muy contento porque tengo tres hijos bien formados y bueno de ellos han salido cuatro nietos que hasta ahora tienen un futuro bien planteado, espero que eso se mantenga así.
¿Cuál consideras que ha sido el momento más feliz de tu vida?
Bueno, te voy a decir dos momentos, uno cuando me casé por supuesto, con mi actualmente fallecida esposa Delia, cuando estaba muchacho, ese era mi sueño, casarme, y cuando lo hice fue un sueño hecho realidad.
El segundo momento fue cuando los propios dueños del periódico me hicieron un reconocimiento por los años de labor en el periódico. Me sentí muy feliz, porque no era algo hecho por los mismos compañeros de trabajo, sino por la misma confianza que tenían los dueños depositada en mí. Esos dos entre muchos otros, los nacimientos de mis hijos y mis nietos, para mí fueron una alegría muy grande.
Pensando en el futuro
¿Admiras a algún personaje y por qué?
Bueno en el ámbito político admiro a Rómulo Betancourt, considero que fue un verdadero político, íntegro como hacen falta en la actualidad. Ojalá hoy en día hubieran al menos diez políticos como él, sabía guiar las masas que es lo que un verdadero político debe hacer. En el aspecto musical tengo varios ídolos, a Oscar de León, Jhonny Pacheco en su época. Mi mujer admiraba mucho a Marc Anthony, porque decía que yo me parecía a él cuando era joven (risas), también me gusta mucho.
¿Qué aspiraciones tiene Sixto Dorta en su vida? ¿Qué desea hacer en años próximos?
Bueno mira, mantenerme donde estoy, ya yo tengo casi 75 años, estoy bien y tengo mi familia. Espero trabajar hasta que Dios quiera, estoy muy satisfecho con lo que he logrado, tengo mis hijos, mis nietos y hasta una bisnieta.
¿Qué mensaje puedes dejarle a las personas que desean trabajar en los medios impresos o que enseñanza de vida puedes darle a la juventud que estudia comunicación social?
Bueno para los jóvenes que quieran trabajar en periodismo impreso. El periodismo impreso ya dejó de ser noticia, con todos los avances, Internet. Eso de las noticias es algo que es como un relámpago. Quien quiera trabajar en los medios impresos tiene que dedicarse al periodismo de investigación, el periodismo que deja algo, que deja el nombre del periodista.
Luego de esta charla con Sixto nos dejo algo muy claro: hay que llegar a la profundidad del tema, no la noticia, sino por qué se produce esa noticia, que trasfondo tiene, para captar la atención del lector, porque una noticia la dice cualquiera, una investigación no.