Yo diría que no hay tal cosa como demasiada diversión. Sin embargo, puedo estar equivocada! Vamos a empezar diciendo que el aburrimiento no es ningún tipo de divertimiento. Por lo tanto, cuando una persona está disfrutando de lo que está haciendo hace un mejor trabajo.
Por lo general
Por lo general, cuando uno se divierte y disfrutar de la vida, pues se sentirá mejor. En el momento en el que está sintiendo diversión, se siente como si se pudiera realizar más cosas en un corto periodo de tiempo.
Dicho esto: entre más feliz es mejor para una persona, ¿verdad? Pues, no necesariamente. Algunos estudios muestran que hay un lado más oscuro para sentirse bien. Además, dicen que la búsqueda de la felicidad a veces puede hacer que un individuo sea menos feliz.
El exceso de alegría puede hacer que una persona sea ingenua, centrado en sí mismo y que tenga menos éxito. ¿Quién habría pensado esto?
Sin embargo, lo cual es obvio, la felicidad tiene beneficios. Puede protegernos de los accidentes cerebrovasculares y los resfriados comunes.
Nos hace más resistentes al dolor e incluso prolonga nuestras vidas. No obstante, el sr. Gruber, profesor de psicología en la Universidad de Yale, asegura que es importante experimentar estados de ánimo positivos con moderación.
Para entender esto, podemos pensar en la felicidad como alimento: necesario y valioso, demasiada comida puede causar problemas. Del mismo modo, la felicidad puede dar lugar a malos resultados.
Nuestras habilidades…
Nosotros, los humanos, tenemos habilidades especiales para nuestros recrear nuestros ambientes y entornos con ideas. Ideas que obviamente, alterarán el carácter de nuestro entorno. Nos establecemos en las ideas y las imágenes, para describir las acciones y atribuimos significado para ellos. La gente sueña y durante las noches en vela se la pasan pensando en muchas ocaciones sobre las cosas que nunca ocurrieron y nunca lo hará.
Cabe notar que esta capacidad de pensamiento independiente y abstracta nos ayuda a establecer modelos o estándares de comportamiento. Nos imaginamos condiciones “ideales” y comparamos lo que está ante nosotros con esas visiones. Este puede ser el problema.
Los psicólogos señalan que las emociones se adaptan. Por ello las emociones nos hacen cambiar el comportamiento para ayudarnos a sobrevivir. Por ejemplo, la ira nos prepara para luchar; el miedo nos ayuda a huir. La tristeza nos prepara de una manera más sistemática.
Las personas tristes están atentos a los detalles y orientado hacia el exterior, mientras que las personas felices tienden a hacer juicios precipitados que pueden reflejar los estereotipos raciales o sexuales.
Muchas personas desconocen que la gente alegre es mucho más fácil de engañar, que no pueden detectar mentiras tan fácilmente como los de los estados de ánimo negativos.
Por lo tanto, en general, cuanto más se persigue la felicidad, la persona puede llegar a sentirse decepcionada. Qué es lo suficientemente feliz? Probablemente es mejor simplemente aceptar el nivel de felicidad que se tiene.
El lugar donde vivimos
La mayoría de nosotros vivimos en el territorio entre nuestros sueños y temores.
Estas liviandades se entienden como una serie de posibilidades. Es decir, las visiones de las condiciones ideales o perfectas por lo general se ajustan a las preocupaciones prácticas. De vez en cuando nos comparamos con lo que la sociedad espera para una persona de nuestro “tipo” o circunstancia.
Algunos entre nosotros tienen sueños grandes y está disgustado hasta llegar a esos objetivos. Pero otros están contentos con lo que hemos tenido hasta este punto.
Terminando por ahora
Debido a que nuestras emociones tienen sensaciones de movimiento y la búsqueda de la colocación, la infelicidad implica el doble sentido de alejarse de las condiciones idealizadas. Los sentimientos de pérdida y la desaprobación se combinan.
La infelicidad es el destino de aquellos que no se reúnen a sí mismos con esa determinación. No es que se hayan imaginado que tales compromisos básicos son fáciles de descubrir o de mantener, por las fuerzas de la modernidad instar siempre hacia el exterior. Resulta importante tener en cuenta que la gente moderna no están contentos. Siempre hay nuevas normas que cumplir. Cada uno tiene una instó a avanzar, pero no se sabe si ya han llegado a su destino o si ese punto final está años por delante.