La violencia durante el confinamiento

El año 2020 ha sido muy diferente a lo que estamos acostumbrados. Este año ha sido marcado de manera global por la pandemia del Sars – Covid 19. Desde que se dio a conocer, esta pandemia ha infectado a cientos de personas y muchas más han muerto.

Nessa Twix © Solkes

Para poder controlar de alguna manera lo que estaba pasando, que la infección no se propagara aún más, la OMS (Organización Mundial de la Salud) y los gobiernos alrededor del mundo entero pidieron a las personas mantener la distancia y permanecer en sus casas. Y, aunque parece una solución aceptable en la mayoría de los casos para las mujeres que sufren a causa de la violencia de género esta fue una sentencia.

 

Problemas por el confinamiento

 

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Seamos muy claros, las medidas de protección contra el virus conllevan a otro peligro mortal. Y, es que estamos siendo testigos de cómo aumenta otra pandemia en la sombra: la violencia contra las mujeres.

Por esto mismo, la casa donde viven está lejos de ser un lugar seguro para las mujeres que son víctimas de violencia de género y que, a raíz de la pandemia, quedaron confinadas con sus agresores, aumentando el riesgo de ser atacadas.

Algunos de los países que han señalado un aumento en las denuncias de violencia doméstica durante la crisis han sido: Argentina, Canadá, Colombia, Francia, Alemania, España, México, Reino Unido y los Estados Unidos.

A medida que los países informan sobre la infección y el confinamiento, cada vez son más las líneas de atención y los refugios para la violencia doméstica de todo el mundo que notifican un incremento de llamadas en busca de ayuda.

 

El confinamiento

 

Cuando hablamos sobre confinamiento, lo primero que debemos tener en cuenta es que las circunstancias del confinamiento potencian los factores de riesgo de violencia de género individuales y sociales ya que al aumentar el aislamiento y las barreras que dificultan la solicitud de ayuda y la denuncia.

Esta situación tiene como consecuencia directa el aumento de esta violencia. Sin embargo, es preciso tener en cuenta que durante un periodo de confinamiento las denuncias disminuyen ya que las personas no tienen la posibilidad de acceder a personas o instituciones que las puedan ayudar.

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El estar aisladas y en confinamiento hace que las mujeres que tienen compañeros violentos, se sientan más atrapadas que nunca, separándolas de las personas y los recursos que mejor pueden ayudarlas. Entonces, esta es la situación perfecta para ejercer un comportamiento controlador y violento en el hogar.

Todo hay que decirlo, los sistemas sanitarios se esfuerzan al límite y los refugios para la violencia doméstica alcanzan también su máxima capacidad, agravándose el déficit de servicio al readaptar dichos centros a fin de ofrecer una respuesta adicional al COVID.

 

Violencia de Género en detalle

 

Cuando se analiza la violencia de género, hay que dejar en claro lo siguiente. La primera es que se trata de un problema histórico. Lo segundo es que se trata de conductas propias de determinados contextos.

“sabemos que la cuarentena es esencial para manejar el covid 19 pero pueden atrapar a una mujer con sus agresores…” – Secretario General de las Naciones Unidas, el sr. António Gutierres. –

Uno de los elementos clave para entender la diferente percepción ante los problemas de salud está en la construcción del riesgo.

El principal factor que hace percibir un problema como amenaza surge de la combinación de su magnitud con el tiempo de evolución en un determinado contexto geográfico, referencias utilizadas al hablar de epidemia o de pandemia.

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La violencia de género es presentada como una violencia interpersonal, caracterizada por lesiones físicas, psicológicas o incluso la muerte.

Tristemente, en muchos países la ley no está de parte de las mujeres; uno de cuatro países no tiene leyes que protejan específicamente a las mujeres contra la violencia doméstica.

Al hablar con Jasmine Ramires, quiene trabaja con mujeres en crisis en México nos damos cuenta que la idea de los agresores es que sus víctimas se encuentren tan aisladas de su amigos y familiares como sea posible ya que es la manera de garantizar impunidad por la violencia que ejercen y aumentar su control.

Laura Viera: Explicame un poco sobre la violencia de género?

Jasmine Ramires: La violencia de género es una violencia que es continua en la que se producen agresiones físicas, psíquicas y sexuales. Por esto mismo, el impacto que tiene sobre la salud supera al efecto que podría tener la suma de los ataques aislados.

Laura Viera: ¿Qué crees que el lo que un agresor quiere lograr?

Jasmine Ramires: El objetivo principal de la violencia de género no es el daño, sino el control y sometimiento de la mujer a los dictados y referencias que impone el agresor a partir de los elementos estructurales de la sociedad. Así mismo, dentro de la estrategia de control, el agresor juega con los elementos estructurales a nivel social y con el control individual para aislar a la mujer de todo su núcleo de apoyo.

“es necesario declarar que las casas de acogida hacen parte de los servicios esenciales y hay que desarrollar mecanismos seguros para que las mujeres puedan buscar ayuda sin alertar a sus victimarios”

– Secretario General de las Naciones Unidas, el sr. António Gutierres. –

 

Laura Viera: ¿Qué debe hacer una mujer si sufre violencia durante la pandemia?

Jasmine Ramires: Es bien difícil. Como le dices, que se quede tranquila y ademas intente no alterar a su agresor. Pareciera que hemos vuelto a ese momento de decirle a las mujeres: no provoquen a su agresor. La verdad, es que ellas no tiene la facilidad de salir a pedir ayuda porque todo esta cerrado por la pandemia.

Laura Viera: ¿Qué es lo que ocurre durante el confinamiento?

Jazz: Lo que ocurre es una pesadilla. Son mujeres que están encerradas con su agresor. No pueden salir a pedir ayuda porque todo esta cerrado. No tienes chance de llamar porque te esta vigilando.

 

Consecuencias del confinamiento

 

Confinar a las mujeres maltratadas en el lugar donde sufren la violencia y al lado de quien la ejerce tiene como consecuencia directa el incremento de la violencia y de la impunidad del agresor.

La situación de aislamiento en la que se encuentran miles de mujeres resulta desgraciadamente muy conveniente para sus agresor. El hecho de no poder salir de casa también ha provocado que muchas de estas mujeres tengan más difícil el acceso a los recursos de protección.

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Por otro lado, se estima que la crisis económica que se ha generado por la pandemia también afecte a las mujeres más vulnerables ya que en muchos casos, dependen de sus parejas.

 

Situation en España, Colombia y México

 

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El Ministerio de Igualdad de España ha lanzado la guía “Estamos contigo. La violencia de género la paramos unidas” con el objetivo de dar a conocer los recursos disponibles a la ciudadanía. Y es que la violencia de género, si bien afecta en primer término a la mujer víctima de ese abuso o maltrato, también repercute en el resto de la sociedad.

La situación en Colombia también evidencia la problemática. El Observatorio Colombiano de Mujeres ha reportado que entre el 25 de marzo y el 23 de abril de 2020 se recibieron un total de 3851 llamadas a la línea 155 (en ese mismo periodo en 2019 se recibieron 1504 llamadas).

Entrando en detalle, el 71% de las llamadas se concentran en los departamentos de Bogotá, Valle Del Cauca, Antioquia, Cundinamarca y Santander; y revelando un aumento de más del 300% en La Guajira, Casanare, Chocó, Cesar y Sucre.

Uno de los delitos de más alto impacto es el feminicidio. La organización No es hora de callar ha documentado138 casos de mujeres y niñas asesinadas. La mayoría ocurrieron durante el periodo de aislamiento nacional.

Por otro lado, en México la situación es también complicada, por decirlo de alguna manera. El aislamiento inició entre febrero y marzo de 2020, periodo en el cual aumentaron las agresiones. Según la Secretaría de Salud Federal, la atención en los hospitales por violencia intrafamiliar ha ido en aumento en varios estados de la República Mexicana.

Según la Red Nacional de Refugios, 4 de cada 10 mujeres que se comunicaron con ellos por sufrir violencia física y el 51% de las hijas e hijos fueron víctimas de agresiones mientras se quedaban en casa protegiéndose por la pandemia.

En el país Azteca, cada hora se reciben dos solicitudes de auxilio de parte de mujeres en sus casas. Esto muestra un incremento del 61% en comparación al mes de junio. Claro, hay que decir que desde que se inicio un regreso paulatino a la nueva versión de normalidad, las mujeres han tenido la posibilidad de tener tiempo a solas y de esta manera realizar las llamadas necesarias.

Durante los primeros 5 meses de confinamiento por el COVID-19 las atenciones en Refugios, Centros de Atención Externa, Casas de Emergencia y de Transición de la Red Nacional de Refugios incrementaron 68%. Se realizaron 28 rescates a nivel nacional previniendo feminicidios.

Es importante recalcar que el 28% de los rescates de mujeres y en su caso de sus hijas e hijos fueron en la CDMX y el 25% del Estado de México.

Creando espacios seguros

 

Algo ha tener en cuenta es que la violencia a la que se enfrentan las mujeres y sus hijos durante la actual crisis de Covid-19 ha provocado que muchas organizaciones cambien su forma de comunicarse y actuar durante la pandemia.

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En Perú se ha lanzado la campaña “Mascarillas violetas”, una iniciativa para visibilizar y apoyar a todas aquellas mujeres que luchan contra la violencia de género en el país latinoamericano.

Y, exactamente por este tema hablamos con Diana Rodriguez Franco, quien es la actual secretaria distrital de la mujer en Bogotá, Colombia.

Laura Viera: ¿Qué es y cómo funcionan los espacios seguros?

Diana Rodriguez Franco: Espacios seguros es sin duda lo más novedoso, lo lanzamos el 21 de abril. Lo que buscábamos era que las mujeres tuvieran una opción donde salir si hay violencia en el hogar que fuera adicional a las lineas telefónicas. Ya teníamos la linea purpura, las abogadas y las psicólogas de las casas de igualdad y oportunidades. Entonces, necesitábamos una opción que no fuera telefónica ni WhatsApp, porque se los decomisan. Entonces, teníamos que darles una opción para que cuando salieran a comprar en el supermercado o la farmacia y en ese momento ellas solo tienen que dirigirse al encargado de la tienda y manifestar que están en peligro y necesitan ayuda.  en fin, pero está sobre todo dirigido a las mujeres.

Laura Viera: ¿Porque es esta iniciativa un éxito?

Diana Rodriguez Franco: El éxito de espacios seguros esta en la sencillez. No es necesario usar palabras secretas, claves, etcétera. Hay un protocolo muy claro para los encargados de las tiendas, una colaboración con la policía para que brinden ayuda rápida y la Secretaria de la Mujer esta encima y monitoreo los casos que se reportan a la policía como los casos que nos llaman directamente.

Laura Viera: ¿Qué es la linea purpura?

Diana Rodriguez Franco: La linea purpura es una linea gratuita que funciona 24 horas. Funciona desde el celular, asi se tenaz minutos o no. Es una linea atendida por profesionales: abogadas, psicólogas y enfermeras. Ellas atienden a profundidad y dan ayuda psicosocial o jurídica.

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Rodriguez Franco nos dejo en claro que durante el inicio de la cuarentena, que en Bogotá empezó el 20 de marzo, las llamadas a la linea purpura aumentaron un 230 por ciento. La mayoría por violencia otras relacionadas con el Covid. Después del primer mes de confinamiento, bajaron las llamadas pero continúan siendo más del 100% de las llamadas que tenían previamente.

 

Impacto del confinamiento

 

Pero, hay que tener en cuenta que la violencia doméstica, incluso mucho antes de que existiera el COVID-19, ya era una de las violaciones de los derechos humanos más flagrantes.

Adicionalmente, hay que decir que aunque las mujeres sufran a causa de violencia, no siempre denuncian. De hecho, menos del 40 por ciento de las mujeres que sufren violencia buscan ayuda de algún tipo o denuncian el delito. Menos del 10 por ciento de estas mujeres que buscan ayuda recurren a la policía.

Las circunstancias actuales complican todavía más la posibilidad de denunciar, lo cual incluye las limitaciones de las mujeres y las niñas para acceder a teléfonos y líneas de atención y la alteración de servicios públicos como la policía, la justicia y los servicios sociales.

El confinamiento, por su parte, crea las condiciones idóneas para que los elementos de la violencia de género se potencien.

Pero, esta crisis actual, la del Sars-Covid 19, no es la primera vez en que las mujeres han estado en confinamiento con sus agresores. Esta es una situación habitual tras una catástrofe o desastre.

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Los agresores aprovechan las circunstancias en las que se produce una limitación de la movilidad para incrementar la violencia contra las mujeres. Ejemplos de momentos en lo que ha ocurrido esto pueden ser: terremoto en Haiti o incendios en Australia.

En la investigación realizada por Debra Parkinson en el contexto de los incendios en Australia se demostró un aumento de la violencia de género con 2 componentes claves: incremento de la violencia previa al desastre y aparición de violencia de género en relaciones en las que no existía con anterioridad.

 

Tristes conclusiones 

La crisis por la covid-19 ha afectado, indudablemente con mayor impacto, a las mujeres.

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¿Es la violencia de género una nueva enfermedad? No, no lo es! Es una enfermedad tan antigua como lo es la sociedad. Una enfermedad a la que nos acostumbramos e incluso nuestros organismos crearon anticuerpos porque naturalizamos las conductas machistas.

La verdad es que hace años que la violencia machista dejó de ser algo exclusivo de la esfera privada para convertirse en una lacra social contra la que todas y todos debemos luchar.

Lo que sí es cierto es que, en este momento, muchas mujeres y niños están sufriendo más violencia que antes. Las cifras que vemos en los medios de comunicación no reflejan lo que realmente sucede, porque ahora, más que nunca, es difícil denunciar o pedir auxilio cuando tienes al agresor encerrado en las mismas cuatro paredes que la víctima. En definitiva, se puede afirmar que el confinamiento atrapa a las mujeres en la violencia y libera a los agresores en su uso.

 

Bibliografia

Investigating the increase in domestic violence post disaster: An Australian case study by: Debra Parkinson. published: March 20, 2017.

No hay bibliografía relacionada.

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