Colombia siempre ha tenido grandes artistas siempre ha faltado un apoyo y espacio más para las personas que se dedican a ellas.
Descubriendo a Hincapié
En cuanto a la escena de la danza colombiana, Martha Hincapié es una de las artistas que saca la cara por el país. Y lo hace dentro como fuera de las fronteras. Es una mujer joven, radiante, llena de pasión y fuerza por los movimientos. Pero como toda historia, la de Martha Hincapié, también tiene un comienzo.
Yo la conocí en Berlín, mientras hacia una entrevista sobre uno de sus proyectos más ambiciosos: Plataforma. Sin embargo, antes de radicarse en Berlín ella dio sus primero pasos en el baile en Bucaramanga donde asistió como muchas otras niñas a clase de jazz, folclore y ballet. Pero nada parecía hacer un clic de verdad.
Empezó a bailar “enserio” a los 18 años. Lo cual es un poco tarde tal como ella lo explica “yo empecé al mismo tiempo ballet y danza contemporánea pero siempre con el objetivo de la danza contemporánea, nunca quise ser la prima ballerina”. El mundo y el trabajo de Martha van un poco más allá de la norma. Lo primero que se debe entender es que la danza contemporánea, o la danza en general, es más que un movimiento continuo… es carácter y voluntad pura.
Para tener resultados
Para tener resultados de verdad la danza debe hacer que las personas sean objeto y sujeto.
Es un proceso mágico y fisiológico.
Laura Viera A.: ¿Qué tan difícil es dedicarse al mundo de la danza en Colombia?
M.H.: Es duro. Cuando yo empecé había una escuela departamental de Ballet en Bucaramanga. El nivel técnico era muy bueno y después el gobernador de turno lo cerró y acabó con 25 años de historia.
L.V.A.: ¿Entonces, que paso después de que cerraran esta escuela?
M.H.: Pues todos los que bailábamos nos quedamos como huérfanos y salimos de Bucaramanga para poder continuar.
L.V.A.: ¿A dónde te fuiste?
M.H.: Primero me fui a Buenos Aires 6 meses a entrenarme en Ballet y Graham. Después volví a Colombia, trabaje con una compañía en Cuba. Y cuando volví de Cuba decidí dejar mis estudios de psicología y dedicarme de lleno a bailar. Una vez tomo la decisión de que su vida estaría encaminada a la danza las ruedas empezaron a moverse. Lo primero era buscar como entrar a una vida dedicada a la danza. Como ser profesional con su arte y poder vivir de ella. Y, así fue como llegó a tierras germanas. Fue un shock cultural pero al encontrase con gente del mundo entero que estaba reunida en un mismo lugar para vivir y hacer que su pasión creciera le hizo darse cuenta de que estaba en el lugar idóneo. L.V.A.: ¿Cómo fue ese momento para ti en Alemania?
M.H.: Pues la directora de la carrera era Pina Bausch. Lo cual es increíble. Como estudiantes podríamos ver los ensayos de la compañía. Fue muy lindo, aprendí demasiado.
En búsqueda de la verdad
Pero para entender el poder de la danza en una persona no es posible dejar espacios en blanco. Es totalmente lo contrario. Ella siempre está en la búsqueda de la verdad en el movimiento, sea cual sea esta verdad.
Me enamore de la danza, de la vida, de poder vivir de esto.
La danza contemporánea ofrece un poco de algo para todos. Tanto así que la danza contemporánea se ha encargado de ir fragmentando las barreras en el mundo del baile.
La danza contemporánea está basada en la técnica del ballet pero que es menos rígido en los movimientos. Para Martha, su trabajo va mucho más allá del concepto de los horarios y las reglas: es la oportunidad de sentirse parte de algo mucho más grande.
Hincapié ha hecho de la danza una herramienta, una alternativa a la violencia que nos identifica y a la indiferencia del capitalismo.Sus obras, sus coreografías magnificas son pensadas, analizadas, estudiadas a profundidad. Son un proceso creativo magnifico que aunque tiene una estructura nunca se repite. El baile es sin duda una herramienta poderosa.
Ella ha trabajado en varios proyectos de danza comunitaria y afirma sin duda alguna que la danza es una herramienta de construcción social básica. Así mismo, asegura que en la época actual en donde todos estamos acoplados a un computador, a las máquinas, el contacto con la danza hace que las personas conecten entre ellas.
Como era de esperarse, Berlín está llena de artistas, llena de coreógrafos. En esta ciudad hay una necesidad creativa que se hace sentir en cada minuto y rincón. Eso sin duda es algo que estimula a un artista. Sin embargo, la conexión Colombia, como decidimos llamarla nunca la ha dejado atrás.
L.V.A.: Tú trabajas mucho con Colombia ¿Cómo lo haces exactamente?
M.H.: Pues, luche mucho por volverlo a crear. Desde el 2007 tome la decisión de crear un vínculo con Colombia. Lo necesitaba. Empecé a viajar, a mostrar mi obra allá, a ofrecer clases.
L.V.A.: ¿Lograr eso fue fácil o difícil?
M.H.: Al principio hubo como una reacción reacia de la gente. Como que no entendían porque me había ido y ahora estaba volviendo. Eran muy territoriales. Y ahora, después de tantos años ese vínculo laboral con Colombia es un hecho.
Ha trabajado como coreógrafa en Alemania y en Colombia. Con Plataforma (festival de danza) ha podido traer artistas colombianos para que se presenten en Berlín. Ha podido aportar un granito de arena en el desarrollo de la danza contemporánea. El vínculo es tal que participó en la Bienal de Danza de Cali.
Bailar es soltarlo todo
Y, es que bailar es soltarlo todo, no es posible contener nada. Los sentimientos y las experiencias salen de cada poro del cuerpo. Lo importante es permitir el amor al movimiento, rendirse al cuerpo, a la mente y al alma. Es como tirarse al abismo para expresar un lado más franco, más arriesgado, más feroz.
La danza para mí como bailarina es poder recuperar la conciencia del cuerpo y lo que uno es y que termina conectándonos a todos.
La historia de la danza contemporánea colombiana se está re escribiendo. Artistas como Martha están colaborando a que la danza contemporánea deje su propia huella.
El baile y las artes escénicas en general nos permiten dilatar los segundos, apresurar o apaciguar momentos, crear una rebelión tras otras. Para cambiar o mejorar la actualidad artística de Colombia es necesario tener verraquera, empuje y valentía. Es por esto que no solo baila sino que también hace parte activa del entorno artístico. La danza nos devuelve a un estado muy arcaico y humano. La danza es arte, es pasión, es la sangre que hace el cuerpo hervir en segundos
