Todos sabemos que las guerras pueden ser devastadoras y provocar el caos durante décadas y por generaciones. Nada bueno resulta de ellas y las perdidas son demasiadas. Se pierde la paz, la armonia, la tranquilidad, los negocios, el trabajo, la alegría, se pierde todo.
Aunque muchas personas están en contra de la guerra, la verdad es que no saben cómo actuar para detenerla. Sin embargo, existen una gran variedad de medidas para marcar una posición en contra de una guerra.
Formas de ayudar
Ayudar a las personas que más lo necesitan es una de las formas de ser realmente solidarios. Si la ayuda es desinteresada y se pone en marcha de manera altruista, su valor es el doble que el de otros gestos.
Pero ojo, no es solo una cuestión de dar lo que ya no necesitamos o de repartir entre los más vulnerables aquello que nos sobra.
La ayuda desinteresada consiste en otra cosa: es compartir aquello que tenemos con otros a quienes les hace falta y, gracias a ello, contribuir a su bienestar y su calidad de vida.
Es obvio que todos los dias alguien necesita ayuda. Es normal. Ahora bien, una situacion de conflicto armado, supone un problema mas intenso, agudo, delicado. Por ello mismo, la ayuda resulta mas necesaria.
Una de las primeras cosas que podemos hacer es informarnos sobre el asunto. Esto quiere decir que hay que leer y estar pendiente de las noticias.
Informarnos quiere decir que hay que intentar conocer toda la información, pero cuidado, hay que buscar información de diferentes fuentes, hay que buscar información de todos los actores del problema.
Es necesario intentar entender el asunto completamente. A mi gusto personal, considero que investigar sobre el trasfondo histórico de las áreas que están en guerra es importante.
Desde las diferentes asociaciones de ayuda humanitaria recomiendan a buscar información fiable para poder elegir y saber cuales son las mejores maneras de ayudar.
Otras personas deciden protestar. Si quieres unirte a una protesta que otra persona ha organizado, hay muchas formas de descubrir el momento en que se va a llevar a cabo.
Los carteles que decidan usar durante la protesta deben transmitir una idea. Pero, la verdad es que, si nadie cree en lo que estás haciendo, nadie va a ayudar.
Si se quiere generar un cambio frente a una guerra, es necesario lograr que otras personas tengan esta convicción también. Entonces, hay que comenzar conectándote con la omunidad y hacer que otras personas se involucren.
Toda ayuda es bien recibida
No obstante, no es necesario coger un vuelo hacia el otro lado del mundo para poner nuestro granito de arena. También puedes hacerlo a través de actos cotidianos y sencillos pero con un inmenso valor humano.
Toda ayuda es bien recibida. La ayuda puede ser desde donaciones económicas, alimentación, suministros médicos, ropa o mantas.
También se pueden enviar productos de higiene y cuidado para bebés, ofrecer alojamiento y garantizar su atención psicológica en un momento en el que es más necesaria que nunca.
Se pueden donar artículos de primera necesidad, ropa, medicamentos, alimentos o incluso sumas de dinero que financien proyectos de asistencia a poblaciones en riesgo de vulnerabilidad.
Una de las medidas de apoyo básicas para ayudar a las víctimas de la guerra es la acogida internacional de refugiados. Entiendase po refugiados a todas las personas que estan huyendo del conflicto.
Este procedimiento debe realizarse de forma legal para garantizar la seguridad tanto de las personas acogidas como de las familias acogedoras.
Absurdo pero cierto
A través de experimentos, el investigador estadounidense Paul Slovic descubrió que hay más probabilidad de que las personas ayuden a una sola persona en lugar de a muchas.
Esto se observó en un estudio neurológico realizado por un equipo de investigadores en la Universidad de Lübeck, en el norte de Alemania.
Los científicos descubrieron que el área cerebral responsable de la empatía mostraba mucho más compromiso con las historias emocionales que afectaban a una única persona.
El investigador también señala que el egoísmo también juega un papel crucial. El tema, por ejemplo, de la guerra en Ucrania, la sentidos como una amenaza ya que sentimos su proximidad. A diferencia de lo que sentimos por los ataques contra los uigures, o las personas en África.
La población mundial se estima en 7.000 millones, con 1.800 millones entre las edades de 14 y 24 años. Esto significa que hay más jóvenes hoy que en cualquier otro momento de la historia. Y el número seguirá creciendo.
La mayoría (89%) de la población mundial de 10 a 24 años vive en países menos desarrollados.
Los refugiados sirios son extremadamente vulnerables, ya que se calcula que el 86% de ellos viven por debajo del umbral de la pobreza, y muchas mujeres refugiadas se enfrentan a grandes obstáculos para acceder a los recursos básicos. La falta de información es el principal obstáculo para la prevención y el tratamiento de la violencia sexual y de género que afecta a las mujeres desplazadas.
Otro hecho a tener en cuenta es que las regiones afectadas por el conflicto y el clima carecen de un acceso fiable al agua. Esto contribuye e impulsa la inseguridad alimentaria extrema, los problemas de salud, la migración forzada y los conflictos intercomunitarios. En Sudán del Sur, más de la mitad de la población carece de acceso al agua.
Un Mundo en Guerra
Nuestro mundo es un mundo en guerra.
Cuando el mundo parecía estar saliendo de la pandemia de covid-19, las tensiones entre Rusia y Ucrania llegaron a su peor momento. Como todos sabemos Rusia invadió Ucrania.
Soldados en trincheras, bombardeos, civiles intentando escapar, son imágenes que traen el recuerdo de las guerras del pasado.
Pero el de Ucrania no es el único conflicto armado actualmente en el mundo. De acuerdo con información del Council on Foreign Relations, hay varios conflictos armados en el mundo entero.
1. Rusia y Ucrania. El 24 de berro de 2021, las fuerzas militares rusas invadieron Ucrania.
2. Siria. Guerra civil que comenzó en 2011. La guerra se dio luego de que el Gobierno del presidente Bashar al Assad reprimiera violentamente una serie de manifestaciones en el país, y numerosos grupos opositores tomaron las armas.Hasta el momento, la guerra civil ha provocado al menos 350.000 muertes, según estimaciones de la ONU, además de 6,6 millones de desplazados, de los cuales 5,6 millones están como refugiados en países cercanos.
3. Yemen. Guerra civil que empezó en 2015. Los rebeldes hutíes expulsaron al Gobierno de Yemen de la capital, Saná. Según la ONU, hasta el 2020 cerca de 233.000 personas habían muerto en Yemen desde el inicio de la guerra civil, 131.000 de las cuales perdieron la vida por causas indirectas.
4. Tigray. En el 2018, Etiopía entró en una espiral de tensiones entre el Gobierno central y la región de Tigray. Esto ocurrió después de que llegara al poder del primer ministro Abiy Ahmed.
Las personas que viven en regiones en conflicto son a menudo “pobres en energía” y no tienen acceso a la energía para las necesidades básicas, como cocinar los alimentos, o hervir el agua para purificarla para beber.
En estas situaciones desesperadas, se puede utilizar como combustible casi cualquier material, aunque sea peligroso, genere emisiones nocivas o deforeste. Entre ellos, la leña y el carbón vegetal, contaminantes perjudiciales para la salud.
La exposición a los contaminantes de la cocina es la cuarta causa de muerte en el mundo, y muchos de los más afectados son mujeres y niños. En las zonas de conflicto, el robo de combustible suele ser un problema.
Las comunidades afectadas por conflictos y catástrofes suelen carecer de recursos médicos para atender eficazmente las heridas. Esto lleva a una atención prolongada, a una discapacidad permanente y a la muerte.
Se necesitan soluciones efectivas para el cuidado de las heridas en un entorno sanitario tan comprometido. Entonces, mantener el suministro de electricidad para los servicios sanitarios que salvan vidas es un reto continuo en entornos humanitarios en los que el suministro de energía se interrumpe regularmente.
La triste conclusión
Nuestra conclusion es triste. Nuestro mundo mantiene en guerra. Guerra en contra del medio ambiente, guerras contra nosotros mismos, en nuestras familias, en el interior de los países, guerra entre pueblos, guerra entre naciones independientes.
Los conflictos son el resultado de factores económicos, sociales y políticos. Las causas suelen estar interrelacionadas. Las crisis y los conflictos violentos pueden destruir rápidamente el fruto de años de desarrollo. Dañan a las personas física y psicológicamente, les roban su sustento y debilitan al Estado y a la sociedad.
La guerra y la violencia destruyen la confianza y pueden destruir las sociedades. Pareciera que a las personas nos encanta estar en conflicto, es como si necesitáramos de ello. Pero, no importa, debemos ayudar.