La humanidad está ubicada en un espacio terrenal o físico dónde nos desenvolvemos socialmente y podemos relacionarnos con nuestro entorno cultural, pero en lo más básico de nuestra existencia esto es lo que nos permite hacer una conexión con nuestro planeta y encontrar nuestra función como parte de este gran engranaje que compone nuestro mundo.
Si bien a todo esto le podemos llamar realidad, no podemos olvidarnos de que existe otro planos como son el espiritual o energético y el onírico. Es pues en el espacio físico y en el onírico en los que me quiero centrar un poco para el desarrollo de este artículo.
Ya he comenzado a describir un poco de que trata el espacio físico, pero me gustaría agregar que aquí es dónde encontramos y podemos apreciar el arte de la arquitectura, lo que nos ha permitido crecer como población, con comodidad y bienestar desde principios de las civilizaciones hasta la actualidad.
El espacio onírico
Y ahora sí daré un salto abrupto hacia una breve introducción del espacio onírico, este espacio, es algo que vivimos y podemos compartir la mayoría de los seres humanos, es el momento en que nuestro subconsciente trabaja mientras nuestro cuerpo, que forma parte del mundo o espacio físico, descansa.
Para muchos este terreno es mejor conocido como sueños y es para gran parte de la población humana de gran interés al ser parte de nuestra cotidianidad pero al mismo tiempo no poder ser descifrado al cien por ciento.
Esto da pie a que forme parte de nuestra expresión el querer manifestar el mundo de los sueños a nuestro mundo físico, lo hacemos desde relatar lo que hemos soñado, investigando sus significados, hay incluso especialistas para esto, pero lo más maravilloso de esta necesidad, ocurre cuando los sueños se transforman en arte, en pinturas más comúnmente.
El Autor
Así es como al encontrarnos con el arquitecto y pintor Sebastian Hermida, quién oriundo de Chile cerca de Santiago, ahora reside en Colonia, Alemania, nos presenta en sus obras una posibilidad a ingresar al espacio onírico desde una propuesta sumamente interesante dónde podemos observar sus cualidades arquitectónicas, en el sentido en el que sabe reflejar una especialidad física en sus obras que nos conduce a un sueño muy realista. Como estar en el limbo entre estar dormido y despierto.
Cuando entreviste a Sebastian, me encontré la enorme sorpresa que se trata de un talentosisimo artista que es además muy simpático, agradable y humilde. Me interesaba saber, como siempre que tengo la oportunidad de conversar con artistas, de dónde o cómo es que había decido entrar al mundo del arte o cómo fue que llegó a él.
Sebastian nos contó que él ha sido pintor desde muy temprana edad: “mi mamá me metió desde chico a clases de pintura”; ya que es prácticamente, tradición familiar, pues su madre, abuela y tío son pintores. Después de que en su niñez siempre estuvo rodeado de este arte dónde ya desde aproximadamente a los doce años pintaba oleos, rodeado de pintores adultos y siempre le interesaba los artistas emergentes dentro de la pintura en su entorno: Chile.
A pesar de esto, a la hora de elegir profesión, se decidió por ingresar a la carrera de Arquitectura. Se desenvolvió como arquitecto durante ocho años, aunque paralelamente seguía pintando. Como para muchas personas esta decisión de no dedicarse al arte, surgió según lo que nos cuenta Sebastian de una inseguridad sobre poder conseguir una estabilidad económica al dedicarse de lleno a la pintura.
La vida de Sebastian en Colonia
Sebastián al mudarse a Colonia hace tres años y medio, tuvo que encontrarse con el desafío laboral dónde descubrió nuevamente que su pasión era el camino correcto para generar ingresos. Pues para ejercer su profesión en el contexto alemán tenía primero que dominar el idioma del país. Sin embargo su flexibilidad de artista lo llevo a observar su entorno y poder descubrir que el ámbito dónde su pareja se desenvuelve, el mundo de la televisión y el cine.
“Se dio que había un nicho no tan explotado de gente que supiera pintar y dibujar para hacer escenografía” esto le resulto para abrirse camino y poderse dar el pasó que le faltaba para ser un pintor profesional. Esto le abrió las puertas para realizar estos trabajos para escenografía pero por otro lado crear su obra privada, que la encuentran en su página y está a la venta.
Con esta base es que seguimos la entrevista partiendo de las diferencias que existen entre Latinoamérica y europa (Alemania) en cuestión desarrollo de artistas. Ciertamente y lamentablemente en Latinoamérica es que los apoyos son muy escasos y muchos talentos no pueden ser desarrollados, por lo que surgen y prevalecen pocos artistas, ya sea por sus privilegios familiarizas o por sus sobre esfuerzos. En la comparativa Sebastian nos contaba muchas de las ventajas con las que se cuentan en Alemania para que los artistas puedan dedicarse a la creación. Como es la seguridad social para artistas. La descentralización de las artes, o sea es posible ser artista en cualquier parte del país y no necesita trasladarse a una ciudad grande (casi siempre la capital) para ser exitoso.
La obra
Sebastían trabaja creando mayormente oleos, aunque nos comenta que también acuarela y dibuja usando grafito y pastel. Sus obras se centran en una temática paisajista en tonalidades pastel. Con una narración de un observador con una intención onírica que puede observarse en las figuras humanas que no cuentan con rostro o están de espaldas, porque el espacio está definido pero el tiempo no. “cómo que el color ha sido mi marca” nos dice el artista que nos lo comenta desde la apreciación de otros artistas hacia su obra.
La maravillosa evocación en los cuadros de Sebastian nos traslada a un espacio maravilloso en tonos rosados o azules claros que nos permite soñar en especulares visiones con una clara neblina o bruma que nos permite saber que no es tan real. Nos permite tener un gozo puro e inocente. Con influencia de los paisajes chilenos y alemanes que no son tan cálidos que no son como todo el mundo esperarían de un latino. Sin duda es que los artistas reflejan su apreciación del mundo, con una belleza peculiar y esperando transmitir todas las emociones que recrean estas historias que nos cuentan, artistas como Sebastian Hermida.
Próximamente
Sobre lo que va ha hacer próximamente nos platica Sebastián, está planeando realizar una residencia de arte en México. Seguir claro con su trabajo de arte para el cine. Está buscando un nuevo Atallier en Colonia para seguir con su creatividad y desarrollarse. En el barrio dónde él vive hay un ambiente bohemio, multicultural y esto lo llena también de nuevas energías y experiencias. En este nuevo Atallier se propone realizar cuadros en dimensiones más grandes.
Le pregunté si seguiría en su línea de paisajista y me respondió de forma muy real que sí pero que una consecuencia de está pandemia es también una inspiración que le llego de tomar la especialidad y mezclarla desde un punto más psicológico e ir interiorizando porque como observamos hasta ahora son lugares abiertos y ahora está interesado en mostrar espacios interiores de edificios, casas, construcciones y de esta forma reflejar un poco el pensamiento del ser humano.
Tuvimos la gran fortuna de poder estar en contacto con Sebastian Hermida que es un gran hombre y artista, que nos habla con honestidad desde su visión del mundo con una sencillez que expresa su sentir, su saber y comparte con nosotros un poco de su mundo.
Los invito a apreciar la obra de Sebastian Hermida. Por el momento no tiene exposiciones en galerías pero sí podemos virtualmente desde su página web y su instagram hacerlo. Hacer esta entrevista me llenó de alegría permitiéndome ampliar mi conocimiento del mundo del arte desde la perspectiva de un agradable ser que se sabe privilegiado pero siendo congruente con él mismo. Aportando su sensibilidad y recargando a este mundo de positivismo.
