La escritura es un sistema de representación gráfica de un idioma. En el momento en el que el siglo XXI comenzó muchas situaciones y realidades cambiaron. una de ellas fue sin duda el mundo de la literatura. En este nuevo siglo las reglas de juego cambiaron, con esto quiero decir que el escritor no siempre tiene que ser guía. Esta fue mí conversación con Kike Patiño.
Hay que escribir y leer aún más
Sin embargo, así hayan cambiado las reglas de juego hay ciertas pautas que se mantienen. Entonces, para dedicarse a escribir hay que hacer dos cosas: escribir mucho y leer aún más.
Para ser escritor hay que trabajar mucho. La verdad es que nadie nace sabiendo escribir. Para dedicarse a las letras hay que hacer una mezcla de talento, determinación, trabajo y paciencia. Obviamente, una carrera de letras ayuda, pero no es imprescindible.
Siendo honestos, los escritores nos pasamos parte de nuestras horas entre ideas y hojas en blanco que se llenan con paciencia y dedicación.
Buscamos información en webs, hacemos cursos de escritura, buscamos el consejo de profesionales… con el claro objetivo de mejorar y conseguir que nuestras obras vean la luz en las librerías.
Lo que sí es importante a la hora de escribir es tener vivencias, cultura y muchas lecturas a tus espaldas. Y, además, sentir pasión por este oficio. Muy probablemente tendrás que escribir cientos de páginas antes de llegar a publicar algo.
Pero escribir una novela es mucho más que eso. Es sentir, escuchar, saborear, palpar, observar… y qué mejor que aprender de los mejores.
Orgullo y felicidad
Y, tener la oportunidad de hablar con un escritor colombiano, mi patria querida, me llena de orgullo y felicidad. En esta oportunidad mi conversación fue con el escritor Enrique Patiño, a quien felizmente puedo decirle amigo.
Algo que ya sabía era que los tiempos de crisis son buenos para el arte. Y Patiño me confirmó esto en dos segundos. Sin demorarme mucho empecé a entrevistar a mi amigo. Yo, con ganas de saber un poco más sobre el motor detrás de sus palabras y él con ganas de hablar. Vale la pena aclarar, que es un hombre sencillo, reservado en algunos momentos, de ideas claras y determinado.
Laura Viera A: ¿A qué te dedicas?
Kike Patiño: Elegí el periodismo como oficio, pero cada día uso más las herramientas de la reportería para hacer literatura. Son las bases que le dan credibilidad a las historias de ficción, el polo a tierra de la imaginación pura. Me muevo entre ambos oficios como si fuera un corredor de maratones y a la vez, uno de cien metros planos.
Laura Viera A:: ¿Por qué escribir libros?
Kike Patiño: Porque son una de las maneras más contundentes y hermosas de acercarse a los demás. No hay libro que, si logra atraparte, no te cambie la vida. La mayoría de las noticias no lo hace: entran y se van. Los libros dejan un sedimento de amor, reencuentro consigo mismo y verdad que marca la existencia.
Laura Viera A: ¿Qué tipo de libros escribes?
Kike Patiño: Mis libros aspiran a despertar conciencia y a narrar historias que otros suelen pasar por alto. La sed, mi primera novela, es un relato sobre lo que viviría el mundo si se acaba el agua en este momento de cambio climático. Ni un paso atrás es un reportaje periodístico de largo aliento sobre la vida y el asesinato de Luis Carlos Galán, y con ello la muerte de la esperanza de cambio en Colombia. Y Cuando Clara desapareció es un relato sobre la desaparición real de mi hermana hace 26 años, y sobre la corrupción que hace posible que esto suceda en mi país.
El proceso
Laura Viera A: ¿Cómo es tu proceso creativo?
Kike Patiño: Pienso, luego escribo. Y pienso mucho, durante muchos años, armando el libro en mi cabeza, hasta que finalmente me siento un día y entonces apelo a la investigación periodística para rastrear datos y darle solidez a la historia. Por último, reescribo todo desde la libertad de la literatura. Y luego de eso, como fotógrafo, trato de completar la sensación que me ha dejado el libro y hacer una serie gráfica sobre lo que he elaborado.
Laura Viera A: ¿Cómo llegaste a escribir un libro por primera vez?
Kike Patiño: Porque si no lo hacía, me iba a morir de desesperación. Durante muchos años lo intenté, pero el oficio periodístico me impidió sacar tiempo. Hasta que dije no más, me dediqué a escribir a partir de las once de la noche o una de la mañana, cuando salía del trabajo, les pedí permiso a mi esposa y a mi hija, y sacrifiqué sueño y gané ojeras para poder sacar adelante La sed.
Escribo frenéticamente siempre que puedo mientras hago otras cosas para vivir.
Laura Viera A: ¿Si no hicieras esto que harías?
Kike Patiño: Quizás sería reportero gráfico de guerra. Soy tímido por naturaleza, pero ayudar a los otros seres humanos y relatar historias está en mi ADN.
Laura Viera A: ¿Qué ha sido lo más difícil y lo más gratificante hasta el momento?
Kike Patiño: Difícil ha sido sobrevivir en un país cuyo promedio de lectura no supera los dos libros al año. Lo más bello, abrirme camino a pesar de todas las innumerables dificultades y no cejar en mi sueño hasta demostrar que sí es mi camino y que sí estaba en lo cierto.
Un respiro de aire fresco
Laura Viera A: ¿Háblame un poco de tus libros? se diferencian entre si o son una continuación?
Kike Patiño: Cada uno de ello es un universo distinto. La sed es un relato futurista cercano. Ni un paso atrás es periodismo de grandes ligas. Cuando Clara desapareció es una mezcla de ficción y realidad, íntimo y poético. Acabo de escribir otra novela sobre diversidad e identidad en adolescentes.
Laura Viera A: ¿Qué te inspira?
Kike Patiño: El amor por los demás, por la palabra y por los míos. Y la necesidad de hablar por los silenciados que no tienen voz o han sido acallado.
Luego de hablar con Patiño, mi amor por la palabras ha recibido un respiro de aire fresco. Me encanta saber que las palabras rescatan el puesto entre la gente que las había perdido. La vida es lo que nos hace escribir, todo lo que ocurre a nuestro alrededor. Al escritor debe moverle todo, si no, es mejor que se dedique a otra carrera.