Quién es Helga, como lectores se están preguntando, ella es artista y activista por la Tierra en especial el área del Amazonas. Creció en el Perú, y vive actualmente en Berlín. Trabaja y crea, se comunica en diversos idiomas. Como muchos migrantes tiene un compromiso social y estético el cual es evidente en sus obras y quehacer cotidiano.
Se me ha invitado a realizarle esta entrevista, un encuentro cibernético en este caso, ya que vivimos tiempos de Corona – pandemia. De esta forma les invito a realizar su lectura de forma interactiva, y de ser posible, si se ha despertado su interés ver sus propuestas artísticas, y participar en sus eventos futuros. El arte para Helga es activo y empático. Así que “bajemos” para leer y ser parte de esta voz.
Helga en Berlin
Empezamos la video llamada, quiero mencionar que la entrevista se realizó en dos días, una tarde entre semana en época de aislamiento, y una mañana de viernes a la semana siguiente, al saludarnos comentamos lo tranquilo que estaba pasando “la cuarentena”.
Por el momento, está trabajando en casa algunos retratos, un cuadro “y me acaba de llegar mi arcilla” me enseña con la cámara de su computadora una escultura en proceso.
En la Universidad no trabajé mucho la escultura pero ahora quiero alejarme un poco de la tecnología y trabajar con más con mis manos.
Sale poco últimamente, más que para ir a comprar los víveres, vive cerca de Tempelhof y frecuentaba algunas caminatas, pero por el momento se concentra más en su obra, un cuadro, algunas ilustraciones.
Hoy no tiene mucho tiempo para la entrevista y que quiere cocinar una causa (platillo peruano) e ir a la tienda antes que la cierren, mañana es día feriado y no está abierto. Me pregunta si es que la conozco y le comentó que sólo he comido la papa a la huancaína, se ríe y me comenta que es la receta que más cocinan sus patriotas peruanos en Alemania, ya que los ingredientes son fáciles de conseguir acá. Antes le preocupaba ir hasta las tienda en Mitte para conseguir los ingredientes peruanos y los ajíes pero ahora cocina con lo que tiene, en ocasiones la receta va cambiando.
Le agradecí su correo a la revista y le comenté sobre las líneas de la entrevista, había leído un poco de ella gracias a su sitio web pero quería escuchar su voz primordialmente, un poco de su vida, su trabajo en el Amazonas y su vida ahora en Berlín.
Me contó sobre su primer viaje, el cual fue para visitar a su hermana mayor quien vive en Múnich, ciudad que no le gustó mucho. „Es muy limpia“ dijo ella y no encontró gente con sus mismos intereses.
En la segunda visita a Alemania fue que llegó a Berlín para realizar un curso por 3 días en la Universität der Künste UdK. Universidad que sería un espacio teórico durante tres años, lugar donde se habla del Arte y su mercado y cómo es que se pueden conseguir subsidios, y vivir de sus creaciones o proyectos, no sólo de Historia del Arte como en la Facultad en el Perú.
Actualmente Helga trabaja para la asociación llamada OASE-Berlin como enlace y ayuda a personas migrantes a que abran sus asociaciones y los pone en contacto con las instancias gubernamentales o programas. Si bien es cierto vive en Neukölln en una WG gracias a su trabajo ha conocido los barrios de Pankow y Prenzlauer Berg, y a su gente que es un poco diferente.
Aunque su barrio siempre ha sido Neukölln, su primer invierno en Berlín fue difícil no por el frío sino por la luz.
Vivía en la casa con un amigo y en el mismo cuarto donde dormía, pintaba, así que me compré una lámpara para poder pintar después de las 3 de la tarde, porque oscurece muy temprano, siempre está oscuro en Invierno.
Helga en el Perú
Pero antes de Berlín está Lima donde vivía con su familia y estudió durante 6 años Pintura, estudio sobre el arte europeo y en específico el estilo romántico visto desde la perspectiva eurocéntrica, „que aún se ve en su obra”, dice ella. Su búsqueda, luego de tener varias experiencias y cuestionamientos en el extranjero sobre su propia identidad, la hizo buscar su herencia cultural no occidental ausente en su educación en su país natal.
Su último trabajo en Perú fue en el área del Amazonas en la comunidad de Cuninico, (me escribe el nombre en el chat para que no tenga problema al escribirlo en el artículo). su experiencia fue impactante ya que viajó cuando hubo un derrame de petróleo relevante, muy notable y al hablar con los miembros de la comunidad le compartieron que no había mucha difusión sobre el problema, sólo una nota en un canal local.
Me enfermé por un mes y no dejaba de toser. Me di cuenta que tóxicos pueden ser los materiales con los que trabajamos a diario como al limpiar los pinceles el aguarrás que huele muy mal. En Lima encontré la nogalina, que es un pigmento que se disuelve con agua, ahora es con el que trabajo.
La Comunidad de Cuninico, del Pueblo Indígena kukama, se ubica en la selva nororiental del Perú, a orillas del río Marañón, en la entrada de la quebrada de Cuninico. Tiene aproximadamente 600 habitantes quienes desde el 2014 se han visto expuestos a metales pesados y otras sustancias químicas gracias a su relación y cercanía con el agua del río la cual está contaminada con estas sustancias.
Helga sabe que es un tema controversial y no fue problema participar en colaboración con el artista Tomás Saraceno y un grupo de amigos artistas y activistas para manifestarse frente a la COP-21 (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático) cooperando en su obra Aerocene, “unas esculturas hechas de plástico que pueden volar sin emisiones dañinas al medioambiente” -menciona ella. A partir de ese momento fue que hizo una reflexión ya que en obras previas pintaba con óleos.
Pero cuéntame más sobre tu experiencia en el Amazonas, es tu familia de allá, cómo es, quién te acompañó. Su madre era de San Martín, parte norte de la selva amazónica peruana. La acompañó un amigo. A sus padres les dijo que íban a ir en grupo y allá hicimos una estructura de bolsas con las personas de ahí con una cámara dentro para que tomara una fotografía por lo alto a la mancha que había de petróleo en la selva.
En el año 2016 se presentó la obra en Viena en Haus 21 con Tomás Saraceno, „unas esculturas hechas de bolsas de plástico usadas – dice ella – esta obra se ha presentado en la India, Saraceno es argentino, y en varios lados, en Cuba hasta se tuvieron que lavar las bolsas porque no se venden muy fácil allá, no era fácil conseguirlas, en cada lugar es diferente“.
Helga y su Obra
Al preguntarle sobre Tomás Saraceno y su experiencia al trabajar con él me comenta muy emocionada su impresión sobre el estudio del artista argentino, un edificio antiguo completo con artistas y colaboradores, “en Perú no había visto algo así, tantos artistas en un sólo lugar”. Y ahí fue que empezó su proceso de aplicar a la Maestría en la UdK, aunque la primera vez no fue aceptada, fue un año más tarde que logró entrar. Mientras tanto, estuvo 3 meses en Bielefeld y tuvo la oportunidad de conocer un poco sobre teorías sociales y la historia de las culturas latinoamericanas. Pero Berlín llama, así como los retratos y la historia familiar.
Incluso antes de terminar sus estudios de Posgrado comenzó su nuevo proyecto, una mirada al arte peruano precolombino que fue tomado y traído a Europa „mi bisabuelo era alemán y sólo sé que trabajaba en las haciendas del norte del Perú, dónde están las azucareras. El año pasado fui a visitar la Hacienda Casa Grande”.
El proyecto Devuelve, pe, bajo la dirección de la artista y docente Kristina Leko, que nació como una clase en la UdK ahora es una propuesta que se lleva a cabo en el Foro Humboldt donde habita una de las colecciones relevantes de los bienes culturales precolombinos.
En Julio vía Streaming podemos ser parte de esta propuesta. Como persona, como migrante y como artista, Helga ve entre lo extranjero y lo local, tanto en Alemania como en el Perú. Nos comparte la perspectiva de ver los distintos grupos que vienen de oriente y norte, los distintos rasgos, y su trabajo se presenta como una narrativa en donde se albergan ambos.
Un motivo para crear
La presentación de su obra va de la mano con la reacción de las personas, como en su exposición junto con Patricia Orbegoso y el colectivo Trenzando Fuerzas en la embajada del Perú en Berlín así como los proyectos participativos y la interacción con la gente son un motivo para crear.
En Invierno del 2017 Helga fue a los jardines de la ciudad e hizo dibujos de las mascotas de los transeúntes, la interacción en temporadas más solitarias como el invierno es importante. Después les obsequió el dibujo. El arte ha sido una forma más de empatizar con su comunidad.
En Alemania se vive más segura -me afirma- „como mujer, después de un tiempo me anime a viajar sola, siempre me ha gustado viajar, así que lo hago acá”. Viajar de regreso al Perú es una oportunidad para reconocer sus tradiciones y festividades como la Fiesta de San Martín o de San Juan, escuchar el significado que les dan, y ser parte de ellas. Ahora qué es lo que sigue: „siento que tengo el deber moral” como persona „de hablar sobre el lenguaje, el racismo y procesos de descolonización, de hacer talleres y compartir con la gente sobre esta problemática”.
Por hoy, terminamos la entrevista, deseando que en un futuro las condiciones ya sean óptimas para reunirnos en alguna Galería, Parque o Museo y seguir compartiendo más historias de mujeres, de artistas y de migrantes en Berlín.