Existe un deseo común que desde hace varias décadas ha estado en la mente de los colombianos: alcanzar la paz. Sin embargo, este sueño parece inalcanzable y la violencia se percibe con mayor intensidad en los escenarios de nuestra cotidianidad, como los hogares, las escuelas, los colegios y los recintos públicos y privados.
Una herida profunda
Las cifras de muertes y lesiones causadas por violencia interpersonal, familiar o presunto delito sexual se incrementan en Colombia de manera alarmante. Es por eso que hablar de paz en un país como este resulta pertinente y necesario.
Muchos han debatido sobre el tema, particularmente cuando existen intereses de por medio, pero son pocos los que realmente están dispuestos a trabajar por ello.
Precisamente, esta problemática fue el punto de partida para que Emilie Baird, una joven canadiense profesional en Estudios Latinoamericanos, emprendiera en 2006 un proyecto que contribuyera a cambiar el país.
Iniciando con el proyecto
Otros cuatro jóvenes, todos de diferentes disciplinas como antropología, ingeniería ambiental, ingeniería industrial y literatura, decidieron unirse a esta causa y fundaron Somos CaPAZes.
Son una entidad sin ánimo de lucro que busca educar para la paz principalmente a la niñez y la juventud, en prevención, manejo y resolución de conflictos, así como en compromiso social y ambiental.
Desde el año 2007, la organización ha ayudado a más de 4.400 personas con los programas que han diseñado para fundaciones de protección y educación en pro de la niñez, colegios públicos y privados, padres de familia, docentes de instituciones educativas y empresas aliadas.
Si podemos hacer eso con una familia, lo podemos hacer con diez, cincuenta o miles de familias más.
Con juegos, cuentos, canciones y otras actividades lúdicas, los más de 40 voluntarios que trabajan en la actualidad.
Ellos ayudan a los participantes a descubrir y practicar formas constructivas de manejar los problemas con los que se encuentran a diario en sus vidas. Especialmente cuando las víctimas de esta violencia han sido en su mayoría los niños y adolescentes.
La intimidación escolar, por ejemplo, ha sido uno de los temas que más preocupa a la sociedad de hoy, dado que ha cobrado incluso la vida de muchos jóvenes. Según David Salas, el presidente de Somos CaPAZes, la prevención y el manejo del bullyng es uno de los pilares de construcción de los modelos para la paz que se implementaron desde el inicio. Se inspiraron en programas como Peace by PEACE y Peace Games, que se originaron en Connecticut, EE.UU., en 1989.
Somos CaPAZes adaptó a la cultura colombiana dichos programas y creó nuevas iniciativas trabajando con grupos de niños en zonas vulnerables como la localidad de Ciudad Bolívar en Bogotá. Este año dos nuevas fundaciones, Pintando Caminos y Alegrando Vidas, han acogido a los voluntarios de la organización con grandes expectativas.
Experiencias significativas
De hecho, las experiencias no sólo han ayudado a los participantes sino también a los mismos voluntarios gracias a su labor desinteresada. Paola Cabrejo, una de las voluntarias de Somos CaPAZes, relata cómo un encuentro cambió su vida de manera significativa:
En pleno desarrollo de una de las actividades un niño pidió la palabra y pensé que tenía alguna pregunta, pero lo que dijo a continuación se convertiría en mi más grande motivación como voluntaria.
‘‘El viernes pasado mi papá quería ir a tomar con sus amigos. Mi mamá no estaba de acuerdo y comenzaron a pelear. Yo les dije que podían resolver el problema usando el modelo CaPAZ. Me hicieron caso, dejaron de discutir y decidieron llevarme a comer helado’’.
La sonrisa de ese niño al contar su relato se quedó grabada en mi memoria. Ese día entendí que estaba cambiando el mundo de un pequeño niño que seguramente recordará con alegría el día que salió a comer helado con su familia.
Hacia adelante
Ha sido tan importante el trabajo de esta asociación que ganó el Premio Nacional de Voluntariado Juvenil 2014 en la categoría de Construcción de Paz, otorgado por la Presidencia de la República y por la Organización de las Naciones Unidas, ONU.
Este reconocimiento, al igual que los otros logros nacionales e internacionales que ha conseguido Somos CaPAZes, se convierte en un incentivo adicional al cumplimiento de su misión.
El fin de que sus colaboradores continúen trabajando desde la educación para formar agentes de cambio por la paz en cada rincón del mundo.
Ahora la entidad busca crear una serie de programas virtuales que permitan la formación de un número cada vez mayor de niños, jóvenes, padres de familia y educadores en competencias para la paz y la sana convivencia. De igual manera, establecer herramientas que generen un impacto positivo en más de 10.000 personas fuera del territorio colombiano.