Una luz para el Chocó

El Chocó es el único departamento de Colombia con costas en los océanos Pacifico y Atlántico. Además de eso, es limítrofe con Panamá. Y, como si no fuera suficiente se encuentra la ecoregión que probablemente tenga mayor pluviosidad (la cantidad de precipitación sobre un punto de la superficie terrestre) del planeta.

Fundación Marajuera © Solkes

 

Hermosa pero problemática

El Chocó posee un altísimo potencial de pesca fluvial y marítima que no ha sido aprovechado. Y, aunque hay madera suficiente no se trabaja mucho con ella dado las normas de protección medioambiental. Aunque el Chocó es una zona que posee inigualable cualidades geográficas tiene demasiado problemas.

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La alta lluviosidad del departamento hace difícil la agricultura y, sin embargo, esta se realiza con cultivos de plátano, maíz, arroz, cacao y coco.

Así mismo, la explotación minera es un mercado constante. Pero, gran parte de la explotación minera, en particular de oro, se realiza de manera ilegal. Lastimosamente, esto termina siendo fuente de financiación para los grupos guerrilleros.

Es un lugar adecuado para la práctica del turismo de naturaleza y eco turismo, pero a causa de los problemas de orden público en algunas regiones del departamento producen una imagen negativa. Chocó es el departamento más pobre de Colombia.

Pero, inclusive en un departamento tan olvidado y azotado por problemas tan agudos hay personas que se han dedicado a aportar herramientas para el mejoramiento de la calidad de vida de los jóvenes. Este es el caso de la Fundación Marajuera.

Fundación Marajuera © Solkes

La Fundación Marajuera

La Fundación Marajuera nació en el 2014 a causa de la necesidad de sus fundadoras Johanna y Marcela.

Sentían una necesidad de generar un proyecto de vida que construyera país. Ambas llevaban algún tiempo dedicadas a temas de carácter social en Colombia.

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Johanna se encontraba trabajando en un proyecto con victimas. Estaba conociendo un poco la problemática de violencia y pobreza de varias regiones de Colombia.

Por otro lado, Marcela llevaba trabajando tres años y medio en responsabilidad social, canalizando recursos hacia poblaciones vulnerables y mostrando el retorno de inversión social a donantes y aliados.

Como era de esperarse, el trabajo de Johanna le permitio darse cuenta de que el Chocó era el departamento con los indicadores mas críticos en temas de pobreza, desempleo, reclutamiento infantil, alcoholismo.

Teniendo esto en cuenta se tomo la decision de apoyar al Chocó siendo una de las regiones con menos posibilidad de acceso en Colombia. Un factor era realmente importante: ir donde muy pocas instituciones van a apoyar y conectar al resto del país con este departamento.

El Chocó y en especial sus comunidades tienen una riqueza invaluable pero desaprovechada.

Con la oportunidad de hacer que el trabajo de dicha fundación se evidencie nos pusimos a la tarea de hablar con ellos. La verdad se evidencio sin mucho problema. La necesidad de cambiar y apoyar a este departamento se hizo más evidente que nunca.

Laura Viera A: ¿Porqué es importante ayudar al chocó?

F. Marajuera: Históricamente han sido apoyados de una manera asistencial que ha generado un paternalismo en su gente, y no han sido apoyados a través de oportunidades y herramientas que les permitan desarrollar habilidades y talentos para generar cambios en su cultura que les dé un empoderamiento para poder quebrar el circulo de pobreza.

Realidades muy complicadas

Laura Viera A: ¿Se han encontrado con “realidades” absurdas/complicadas?

F. Marajuera: Si, una de ellas es la falta de visión de su comunidad debido a ese paternalismo al que fueron acostumbrados que os les permite generar emprendimientos para poder salir adelante.

Otro tema impactante es el conformismo ante el olvido del estado, la falta de infraestructura, servicios básicos, manejo de basuras y muchos factores de descuido que ya hacen parte de su realidad.

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Por último, un tema que nos tocó evidenciar es como sus niños desde muy chicos ya están expuestos a factores de violencia por los que el departamento siempre ha sido atacado, por esto decidimos enfocar nuestros esfuerzos en apoyar a la niñez, juventud y madres del departamento.

Actualmente se brinda apoyo a más de 100 niños y niñas entre uno y quince años de edad, y nos enfocamos en dos frentes principales: tiempo libre y nutrición. El objetivo es brindarle a la niñez afrochocoana oportunidades para demostrar su riqueza, sus valores culturales y sus talentos.

Laura Viera A:  ¿Cuáles son algunos de los problemas a los que se enfrentan los jóvenes del barrio llamado El Poblado, en el sur de Quibdó?

F. Marajuera: Los niños y jóvenes del barrio Poblado al Sur de Quibdó se encuentran inmersos en un mundo de violencia donde están expuestos al reclutamiento infantil, enfrentamientos de bandas criminales, niños convirtiéndose en sicarios desde muy temprana edad, prostitución infantil, violencia intrafamiliar feminicidios, maltrato infantil y violación de los derechos fundamentales de la niñez.

La tasa de desnutrición de niños menores de cinco años en el Chocó es del 6,3 %, casi el doble que en el resto del país. Una cifra que es realmente preocupante.

Para poder lograr apoyar a la niñez afrochocoana tienen que contar con el apoyo de aliados y donantes. Es asi como canalizan los recursos para trabajar con la comunidad con transparencia. Es importante que los resultados sean visible, que el impacto social sea evidente.

Es necesario tener en cuenta que os efectos de la desnutrición en la primera infancia pueden ser devastadores y duraderos. Además pueden impedir el desarrollo conductual y cognitivo de los niños, el rendimiento escolar y la salud, y debilitar su futura productividad laboral.

Laura Viera A: ¿Qué objetivos tienen? (mediano y largo plazo)

F. Marajuera: Nuestro objetivo a mediano plazo es seguir consolidando los programas en la comunidad para que se comprometan con los proyectos que llevamos a cabo e incrementar a 100 familias el impacto social, económico y ambiental.

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A largo plazo Marajuera pretende convertirse en un centro cultural y deportivo donde no solo cubramos los temas lúdicos y deportivos si no carreras técnicas que puedan generar emprendimiento en nuestras familias beneficiadas como estética, repostería, culinaria y demás carreras que puedan ejercer en cualquier parte del país.

Hasta el momento la Fundación Marajuera a logrado bastantes cosas, claro que siempre desean poder alcanzar más metas. En primer lugar, consolidarse como una fundación ha sido importante para la comunidad, que no genera paternalismo ni asistencialismos y que está transformando los imaginarios sociales que existen del Chocó.

En este momento se benefician 106 niños y 80 familias a través de los diferentes programas que tienen.

El Chocó se ha conectado con el resto del país y el mundo. Se ha creado una consciencia en el resto del país sobre las condiciones no solo de pobreza del departamento sino también de su riqueza.

Laura Viera A: ¿Qué les falta por lograr?

F. Marajuera: Poder tener los recursos para la construcción del Centro Cultural y deportivo a través de aliados, instituciones que nos puedan donar los recursos, terrenos y material. Consolidar unas unidades de negocio propias para dar sostenibilidad a nuestros programas.

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Un tema esencial para la Fundación Marajuera son las diferentes oportunidades educacionales que pueden proveer.

Esto se desempeña perfectamente por medio de la educación no formal.

Se considera que pueden generar herramientas que permiten hacer transformación positiva en el comportamiento, actitudes, reforzamiento de valores.

Se podrá trabajar en manejo de conflictos distintos a los que son enseñados en las escuelas de la región.

Laura Viera A: ¿Porque se enfocan es: juego bonito, nutrición y empoderamiento?

F. Marajuera: A través de Juego Bonito nuestro macro programa deporte y cultura estamos generando cambios en nuestra comunidad de niños a través del deporte y las actividades lúdicas dando también espacio de desarrollo adecuado en un ambiente amoroso y de respeto.

Adicional el refuerzo nutricional en el que nos enfocamos complementa los problemas de nutrición a los que los niños están expuestos y debido a que hacemos actividades físicas debemos reforzar este componente.

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El empoderamiento es de vital importancia en nuestra comunidad para poder conectar con un sentido de vida. Así poder promover decisiones adecuadas y el emprendimiento en este departamento que carece de oportunidades laborales.

Y donde muchas de sus personas carecen de una visión positiva hacia el futuro, a través de talleres de logoterapia y trabajando desde el foco visionario podemos conectar a esta comunidad con un proceso de desarrollo que lo apoyara a encontrar mas razones para vivir de una manera más feliz y positiva.

Laura Viera A: Tienes las oportunidad de decirle algo a los lectores.. ¿qué les dirías?

F. Marajuera: Le diríamos a los lectores que la responsabilidad social de comunidades tan vulnerables y aisladas es una responsabilidad de todos, no solo del gobierno y de las instituciones sino de toda la sociedad.

 

Trabajando juntos

Esta desigualdad que se vive en el país puede ser reducida si cada una de las personas que tienen un estatus más cómodo o todos los que hacemos parte de Colombia diera un granito de arena a inversión social. No es solo dar pan al hambriento, es dar herramientas de crecimiento para romper los círculos de pobreza.

Durante nuestra conversación se evidencio lo importante que es ser padrino. El padrino crea un vínculo emocional con su ahijado, le da una mejor calidad de nutrición y la opción de que el niño tenga acceso a entrenamientos y a actividades de buena calidad.

Es importante tanto para el padrino como para el niño con el que se conecta.

Por el lado del niño, se crea una conexión muy fuerte y siente que es valorado, que alguien está apoyando con su desarrollo. Que es apreciado por alguien ajeno a su familia y círculo social, esto genera autoestima, abre relaciones y les da la oportunidad a los niños de apreciar las oportunidades que se les dan a través de la fundación.

Por otro lado, quienes desean trabajar como voluntarios pueden hacerlo. Las puertas estan siempre abiertas. Sin embargo, son elegidos con gran reserva, siempre entendiendo sus necesidades, sus habilidades y posibilidades de ayudar.

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Los niños saben que al voluntario hay que dejarle una enseñanza de nuestra raíz Afro y del Chocó. Es por esto que programamos actividades particulares con cada voluntario. Es un viaje de gran aprendizaje para ambas partes.

La fundación Marajuera es única. Ofrece a los niños y niñas del Chocó la oportunidad de cambiar su presente y futuro. Gracias a la labor que están desarrollando los cambios se empiezan a generar. Y, aunque lentos serán duraderos. Son personas apasionadas por el desarrollo de la comunidad y por ayudar a los más desfavorecidos.

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