Los bárbaros somos nosotros

En el mundo hay una tendencia cada vez más creciente de personificar a los animales, darles condiciones y características de humanos, esta tendencia se presenta sobre todo con las mascotas quienes parecieran ser los nuevos y verdaderos amos de la casa.

Miembros de la familia

Daniela Castilla © Solkes

Van al colegio, a la universidad, tienen cita en el spa una vez cada tanto, tienen “pandilla” de barrio – los amigos con quienes van al colegio o con quienes se encuentran a la misma hora en el mismo lugar o cabe decir en el mismo parque-.

Celebran sus cumpleaños con ponqués y fiestas de cumpleaños mandadas a hacer especialmente para ellos y van al siquiatra o a médicos bioenergéticos para combatir el estrés de esa vida de perros que les tocó llevar.

Así, cualquiera quisiera ser perro. Teniendo toda una familia pendiente del bienestar y la buena vida de la mascota, todos quisiéramos reencarnar en una de ellas y disfrutar los placeres mundanos sin tenernos que preocupar por los aspectos desagradables de esta tierra en la que vivimos.

Aspectos como pagar las cuentas y levantarnos todos los días al alba a trabajar llueva. Ser consientes totalmente (algunos más que otros) del dolor, el miedo, la rabia, la tristeza y cada una de nuestras emociones, exponernos a un corazón roto, entre muchas otras cosas.

 

El problema

Sin embargo no son todos los amigos caninos los que corren con esta suerte de vivir una vida envidiable, también hay muchos que sufren amargamente.

Les toca luchar mucha parte de su vida o toda su vida por las inclemencias del clima, por dormir debajo de un puente, por buscar inoficiosamente a sus amos que ya parecieran imaginarios, por buscar entre las canecas algo de comida para subsistir.

Les toca luchar por sobrevivir al maltrato, violencia y agresiones que injustificadamente les propiciamos nosotros los humanos.

Para algunos es increíble que haya personas que en testamentos, fundaciones o donaciones prefieran ayudar a los de cuatro patas que a los niños que mueren de hambre en diferentes lugares del mundo por ejemplo o a las mujeres o ancianos en dificultades.

Un caso muy recordado fue el de un irreverente escritor colombiano quien hace unos años se ganó un jugoso premio y decidió donarlo a los perros callejeros de Caracas, ciudad que le dio el premio.

Fundación de Protección Animal Dejando Huella © Solkes

Inmediatamente los medios de comunicación y los críticos se le vinieron encima no sólo por el hecho de donarlo a animales en vez de a personas sino por no donarlo en su país, hecho bastante natural si se tiene en cuenta que el laureado pero extraño escritor aborrece a su patria.

El argumento principal de los defensores de los derechos de los animales y de sus patrocinadores es que les ayudan a ellos antes que a las personas porque son ellas quienes les causan daño y no tienen las herramientas para defenderse en la mayoría de los casos.

Ésta es solo una de las tantas veces que se ha avivado el debate entre si es injustificado o no ayudar primero a los animales que a las personas, es cierto que nuestra solidaridad debería estar primero con el género humano.

También es cierto que las ayudas a los animales son valederas e importantes precisamente porque ellos no tienen quién los ayude. Son víctimas de la barbarie y el sadismo de los humanos y porque son seres vivos que también sienten, les duele y se deben preservar.

 

Creando la Fundación

En mi opinión, cualquier persona que haga algo por mejorar este mundo, que dedique un poco de su tiempo y de sus recursos a una causa noble y a hacer algo por los demás. Es muy valiosa y debe ser reconocido en un mundo que pareciera cada vez más egoísta.

Fundación de Protección Animal Dejando Huella © Solkes

No importa si quiere ayudar a los perros de la calle, al medio ambiente, a los niños huérfanos, a los delfines capturados o a las mujeres víctimas de la violencia lo importante es el deseo y las acciones tomadas para mirar más allá de nuestras narices.

Daniela Castilla es una mujer de estas: muy valiosa y a su vez valiente, es joven y sin embargo se puede decir que lleva toda su vida luchando por los perros que no tienen un hogar. Luchando por los perros que están en malas condiciones, porque la gente adopte perros que están en hogares de paso o refugios en vez de comprarle perros caros a sus hijos. Por darles mejor calidad de vida a algunos otros animales que no son perros y que tiene en su fundación.

Ella vive por ayudarle a los animales por eso estudió ecología. La carrera profesional que mejor se acercaba a lo que más que su proyecto de vida ella cree que es su misión.

Hoy en día divide su tiempo entre el mundo corporativo, desde el cual también genera impacto porque trabaja en una empresa que ofrece soluciones corporativas para compañías de todo tipo.

Nos gustaría poder rescatar todos los perros abandonados, pero lastimosamente por razones económicas y de espacio, solo podemos rescatar a unos cuantos. Es así como entramos a decidir cuales perros necesitan nuestra ayuda más que otros o cuales la necesitan más urgente.

Con su vida personal y su Fundación de Protección Animal Dejando Huella que de acuerdo con su perfil es “una organización sin ánimo de lucro creada con la finalidad de ayudar a animales abandonados y/o maltratados”.

Después de hablar con ella y de que le contara a Solkes las desgarradoras historias de maltrato y de tortura animal en las que ha ayudado y los casos que le ha tocado atender.

Entonces, entiende uno la importancia de ayudar y tomar acciones drásticas y definitivas para combatir el maltrato animal. Tuvimos la gran oportunidad de entrevistarla y nos enseñó mucho. Muchas gracias, Daniela.

 

Brindando ayuda

Solkes: ¿Qué haces exactamente por los perros abandonados y de la calle? ¿En qué consiste tu labor?

Daniela Castilla: En la fundación nos encargamos de los perros que ya nadie quiere tener. Los viejitos, los enfermos, los que compraron cuando eran cachorros y crecieron demasiado, los ciegos. Esos son los perros que rescatamos. Actualmente tenemos 67, todos recogidos de la calle, la mayoría son hembras. La gente se deshace de las hembras, creen que es más difícil controlarlas porque entran en celo y no les gusta tener gastos de esterilización.

Sin embargo, debo decir que hay perros que no podemos dejar de recoger. La mayoría están muy enfermos y sienten pánico del ser humano. Nuestro principal ingrediente en su recuperación es el amor y enseñarlos nuevamente a confiar en ese ser que les ha hecho tanto daño eso es una cuestión de tiempo y dedicación. Lo primero que hacemos es ponerle un nombre.

El perro tiene que sentirse identificado. Ya no es “un perro más”, ahora tiene un nombre y alguien que lo va a cuidar. Lo llevamos al veterinario y ahí empieza la recuperación de las heridas físicas. Sin embargo las heridas emocionales son las más difíciles de curar. Con el tiempo, podemos decir que el perro está completamente rehabilitado y listo para buscar un hogar donde sea amado y respetado para toda la vida.

Fundación de Protección Animal Dejando Huella © Solkes

Solkes: ¿Cómo surgió tu interés por ayudarle a los animales? ¿Cómo ha ido creciendo y cambiando en el tiempo?

Daniela Castilla: Yo he vivido siempre entre animales. No solo perros, también vacas, caballos, gatos, cabras. Crecí en una finca a las afueras de Bogotá en dónde mi mamá siempre me inculco el amor hacia los animales y me explicó la importancia de cuidar el medio ambiente. Yo tuve la oportunidad de vivir en mi infancia en una finca donde producíamos lo que necesitábamos y a su vez teníamos todo disponible pero había que trabajarlo, cultivarlo así aprendí yo a valorar la tierra, el campo y los animales.

Esta finca donde crecí es hoy en día el refugio de la Fundación donde viven los perros, todo en la vida se devuelve, ellos ahora viven en el lugar en el que antes nos cuidaban.

Los perros eran nuestros protectores, nos acompañaban al trabajo de la finca y nos cuidaban, también nos protegieron en ocasiones de que se entraran los ladrones porque nos avisaban con sus ladridos y cambios en el comportamiento.

Desde mi infancia aprendí el valor y la sabiduría de la naturaleza porque vivía entre ella, entendí desde siempre el concepto de la eco sostenibilidad y la importancia que cada animal. Cada ser vivo desempeña en este orden perfecto y los perros tiene la importancia de ser guardianes y de cuidar a los humanos para que puedan desempeñar sus labores.

 

Hablando por los que no tienen voz

Los animales, en especial los perros, son un motor en mi vida, son un apoyo, una compañía incondicional. Esta pasión por ayudarlos ha crecido enormemente con el tiempo. Castillo es consciente de que vivimos en una sociedad que no respeta e ignora los derechos de los animales y esto se debe principalmente a que el maltrato animal no es castigado. Alguien tiene que hablar por los que no tiene voz.

El mayor logro y crecimiento que hemos tenido en este tiempo, y el momento más importante ha sido la creación de mi fundación. a mantenemos con recursos propios. A veces nos faltan cosas materiales para los perros, porque es una labor costosa pero lo más importante de todo: nunca les va a faltar amor.

Fundación de Protección Animal Dejando Huella © Solkes

Solkes: ¿Tu Fundación y tu trabajo están dirigidos exclusivamente a perros o ayudas también a otros animales? ¿En qué consiste esta ayuda?

Daniela Castilla: En la Fundación además de los perros tenemos 1 gato, 5 burros y 2 caballos. Todos han sido víctimas de maltrato animal. Los caballos y los burros no se montan… en la fundación decimos que ya están jubilados. Pasaron muchos años de sus vidas trabajando en condiciones deplorables y cargando mucho más peso del que podían soportar, por eso nos encargamos de que descansen y disfruten de los años que se les quedan.

Nosotros promovemos la adopción de animales, queremos cambiarle el chip a la gente y ayudarlos a entender que un perro que alguna vez fue callejero o maltratado tiene un corazón tan puro que puede volver a amar y confiar en una nueva familia.

Cuando alguien nos contacta diciendo que tiene un perro que no puede tener mas, o que recogió algún perro y la fundación no lo puede recibir. Lo publicamos en nuestras redes sociales con el fin de buscarle un hogar definitivo o un hogar de paso.

Todas las adopciones se hacen por la Fundación. Los interesados deben llenar un formulario y posteriormente se realiza una visita a la que vamos con el perro, que tiene el fin de determinar si la familia es apta para adoptar o no y si esa es la familia que necesita ese perro en particular.

Solkes: Cuéntanos uno de los casos más extremos y que más te haya impactado, de todos los que haz atendido.

Daniela Castilla: He sido testigo de tantos casos de maltrato y abandono que es difícil nombrar solo uno. Pero les voy hablar de Dante. A Dante lo rescatamos en una playa a las afueras de Cartagena el 14 de enero del 2013. Tenía sarna tipo 3, la piel quemada por el sol y a raíz de esto le habían salido hongos en su piel, fue positivo para ehrlichia (enfermedad transmitida por las garrapatas) y además estaba anémico. Después de la visita a tres veterinarios la conclusión fue que era mejor dormir al perro. Pero algo me decía que debíamos intentarlo un par de días (o meses) más.

Dante no comía, no tomaba agua. Los medicamentos que le dábamos vía oral los rechazaba todos y empezaban a presentar efectos secundarios en su salud. No había nada que hacer. No teníamos como tratar a Dante y pensamos que era hora de que descasara de esa cruel vida que tuvo.

Así fue como llegamos con Dante a Bogotá, el regreso lo tuvimos que hacer en carro ya que no teníamos posibilidad de traerlo en avión porque no teníamos ni íbamos a poder tener un certificado de salud y cuando llegamos visitamos nuevamente a un veterinario. Querían canalizarlo para ponerle suero y antibióticos vía intravenosa, pero fue imposible encontrarle las venas debido a la anemia tan avanzada que presentaba.

Al día siguiente se levantó y empezó a comer él solo, como si hubiera entendido la conversación que habíamos tenido con mi mamá la noche anterior en la que intentábamos decidir su suerte y ahí empezó su recuperación. Dante no tomo ningún medicamento después de esto y se curó de varias enfermedades que por lo general son mortales.

El proceso de recuperación de Dante tardo 4 meses. Lo que más nos costó fue ganarnos su confianza.

Debido a las quemaduras en su piel y a los hongos que tenía, Dante despedía un olor muy desagradable, por esta razón la gente siempre lo espantaba de cualquier lugar donde tratara de hacerse, tiene además un par de quemaduras causadas por agua caliente que seguramente le arrojaban para que se fuera.

Hoy Dante es un perro absolutamente amoroso, al principio un poco desconfiado con la gente que no conoce, curado en su totalidad a excepción de un tic que le quedo como secuela del moquillo. Un tiempo después, tuvimos la oportunidad de visitar nuevamente el lugar en donde rescatamos a Dante. Nos contaron que lo habían abandonado cuando le comenzó el problema en la piel.

 

Financiando 

Solkes: ¿De dónde sacas los recursos para financiar y mantener económicamente hablando, tu fundación y poder mantener esta hermosa labor funcionando?

Daniela Castilla: Cuento con la fortuna de tener el apoyo de mi madre. Ella es una señora pensionada que da la vida por los animales. Con su pensión y mi trabajo logramos mantener a los perros. No siempre tenemos todo lo necesario, pero siempre hay comida y amor infinito. Ocasionalmente recibimos ayuda de personas que quieren marcar la diferencia. Nos han donado concentrados, platos para los perros, medicamentos e implementos de aseo. Estas donaciones no son periódicas así que hay meses enteros en los que no recibimos nada.

Fundación de Protección Animal Dejando Huella © Solkes

Solkes: ¿Quien te ayuda en esta labor? ¿Tienes empleados? ¿Cómo logras mezclar tu labor altruista con tu trabajo y tu vida diaria y con tus aspectos personales?

Debemos enseñarles a valorar y respetar la vida. No puedo pretender que las demás personas adoren a los animales como yo lo hago, pero si puedo pedirles que los respeten.

Daniela Castilla: En el refugio vive una familia con 2 hijos. Ellos son los encargados de cuidar a los perros diariamente y alimentarlos. Mi mamá va cada 2 o 3 días al refugio y yo voy únicamente sábados y domingos ya que mi trabajo me exige que este en Bogotá de Lunes a Viernes. Mantener 67 perros es una responsabilidad enorme. En mi vida personal he tenido que dejar de hacer muchas cosas y adaptarme a muchas otras, pero en ningún momento me arrepiento. Darles sin recibir nada (tangible) a cambio – porque son expertos en devolver con amor, cariño y lealtad lo que hacemos- es una muestra de amor y respeto hacia ellos. No hay nada más gratificante en mi vida que ver a un perro recuperado y feliz.De hecho me pasa todo lo contrario. Siento que la idea de ayudar perros de la calle, perros que nadie quiere, perros necesitados, me hace una mejor persona.

 

Lo que sigue

Solkes: ¿Qué sigue ahora? ¿Hacia dónde quieres encaminar tu labor? ¿Cómo se puede apoyar el hermoso trabajo que haces?

Daniela Castilla: Hay muchos perros que no podemos dar en adopción por su edad, su comportamiento o porque simplemente llevan tantos años con nosotras que entregarlos en adopción sería un cambio demasiado drástico para ellos. Por eso estamos trabajando duro en el tema de apadrinar. Esto consiste en hacerse cargo de los gastos de manutención de uno de nuestros perritos. Es una mensualidad relativamente baja. Cuando apadrinas un perro, la fundación se compromete a enviar fotos semanales e informar cualquier actividad (baño, veterinario, compra de concentrado, juguetes, etc.). También estamos haciendo jornadas de baño y donaciones para que la gente conozca el refugio y se involucre es nuestra labor.

Solkes: ¿Cuál crees que es la principal causa del maltrato animal, ¿Qué se puede hacer para disminuirlo y para evitarlo?

Daniela Castilla: La principal causa del maltrato animal es la ignorancia. Muchas personas compran perros sin conocer las implicaciones que esto tiene. Es clave informarse que raza es la adecuada para cada familia, hay que tener en cuenta el espacio, los gastos y el tiempo y la dedicación que se le debe invertir a un perro. Para disminuir y evitar el maltrato y abandono, debemos educar a nuestros hijos. Esa educación viene desde la casa.

Fundación de Protección Animal Dejando Huella © Solkes

Es esencial que entendamos la importancia de la adopción. Hay muchos perros que necesitan una familia. Cuando decides adoptar un animal que ha sido rescatado y se encuentra en un refugio, le estas salvando la vida al darle la oportunidad de ser amado y tener un hogar definitivo. Adicionalmente en el momento en que esa mascota que te llevas a casa sale del refugio, le estás dando paso a otro para ingresar e iniciar su recuperación y rehabilitación.

Adoptar una mascota que ha sido víctima de maltrato o abandono es un acto de amor y es también la oportunidad perfecta para enseñarles a tus hijos valores como la responsabilidad, el cuidado, la compasión y les estás enseñando también el verdadero significado del amor incondicional.

Solkes: Hay quienes critican las fundaciones que trabajan en pro de los animales porque consideran que habiendo tantos niños, ancianos y personas en condiciones de necesidad extrema, las ayudas deberían ser encaminadas primero a ellos que a los animales. ¿Qué opinas de esto? ¿Por qué ayudar a los animales antes que a las personas?

Daniela Castilla: Pienso que ayudar a los animales es tan válido como ayudar a las personas. Si comparas cuantas fundaciones hay de niños, ancianos y personas desamparadas con las fundaciones que ayudan animales vas a encontrar que el número de las primeras es muchísimo mayor. Yo opté por ayudar a los animales porque son seres infinitamente agradecidos y ellos no tienen como hablar ni cómo defenderse ni pedir ayuda. Dependen en su totalidad de nosotros. Me considero una persona muy afortuna de haber nacido y crecido con el don y las posibilidades de ayudar a los perros que son rechazados y maltratados por tantos.

 

Una labor eterna

Solkes: ¿Cómo definirías tú los perros que te han acompañado a lo largo de tu vida? ¿Son mascotas o son más que esto? ¿Qué crees que significan estos animales y cuál es la diferencia entre tener mascotas y que los animales hagan parte activa de nuestras vidas?

Daniela Castilla © Solkes

Daniela Castilla: Los perros que me han acompañado en mi vida son mi familia. Son parte de mí. Vivo y trabajo para ellos. He perdido a muchos a lo largo del camino, pero sigo adelante porque sé que hay otros que me necesitan. Para mí, mis perros son algo más que una mascota. Son seres vivos, que sienten y merecen amor y mucho respeto.

Y bueno, después de reunirnos con Daniela puedo decir que no solo entiendo sino que agradezco todas aquellas fundaciones que como la de ella, se dedican a ayudarle a los animales necesitados. Solo me resta por decir que definitivamente los bárbaros somos nosotros.

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