Cuando yo pienso en España siempre se me viene la imagen de una mujer sevillana. Con sus vestidos, sus aretes grandes, su porte, el color de su pelo, su forma de hablar.
Veo caballos, castañuelas, aretes grandes. Son las primeras imagenes que tengo. Oigo sevillanas en el fondo, como una banda sonora. Y, me encanta tener esas imágenes tan fieles, tan hermosas, tan llenas de vida.
Sevilla es la escapada perfecta de fin de semana a la ciudad. Nosotros fuimos durante un fin de semana largo y considero que fue el tiempo ideal para explorar esta hermosa ciudad y aprender más sobre su historia.
Dicen, por ahí, que Sevilla tiene un color especial. Sus calles huelen a incienso. El sol brilla y el arte está en sus calle.
Es uno de los lugares más perfectos para perderse y encontrarse así mismo. La ciudad se encuentra al sur de la Península Ibérica, es la capital de Andalucía.
Ubicación y clima
Sevilla es la capital de Andalucía. Es la cuarta ciudad de España más poblada, siendo uno de los centros culturales, industriales y financieros del sur del país.
La ciudad se sitúa en la mitad occidental de Andalucía, en la rivera del río Guadalquivir, que divide la ciudad en dos mitades. El Guadalquivir desemboca en Sanlucar de Barrameda (en la provincia de Cádiz) tras cruzar el Parque de Doñana.
Por otro lado, tenemos el clima. Es una delicia. El sevillano se caracteriza por sus temperaturas altísimas en verano ( más de 40ºC) y sus suaves inviernos (4ºC). A mi gusto, primavera es el mejor momento para visitar ya que las temperaturas rondan los 25ºC.
Todo para descubrir
Se destaca por su gran importancia artística, arquitectónica y por su palpitante historia que aun se siente en el casco antiguo.
En una ciudad tan encantadora y animada como Sevilla, uno se tiene que esforzar mucho para no tener un fin de semana maravilloso. Las plazas y calles son coloridas y evocan romance. Hay un sin fin de bares y restaurantes modernos y tradicionales.
Como siempre hay mil cosas que hacer. La capital andaluza cuenta con monumentos como la Catedral, La Plaza de España, la Torre de Oro o la Giralda. Sin embargo, solo caminar por sus calles le permite a uno contagiarse de su magia.
Como si esto no fuera poco, me encanta saber que Sevilla a sido la inspiración y musa de muchos artistas. Con ello quiero decir que son muchas las canciones que se han escrito pensando en Sevilla. Algunas de ellas son: Sevilla de Miguel Bosé, Volver a Sevilla de Alejandro Sanz, Dos Cruces de Antonio Molina, Sevilla de Rocío Jurado, Sevilla de Medina Azahara o Sevilla tiene un color especial por Los del Río.
A mi gusto, esta es la canción más representativa de Sevilla, todos la conocen. Sus palabras son cien por ciento ciertas. Solo basta con esto: Sevilla enamora al cielo para vestirlo de azul… Sevilla, tan cariñosa, tan morenita gitana.
Creo que es la canción más representativa porque es fiel a esa manera de ser tan propia de los sevillanos. Son cercanos, simpáticos y alegres.
Una historia rica y apasionante
Aprendí que son muchas las leyendas que rodean su origen. Algunas personas la asocian con que fue fundada por el mismísimo Hércules, quien la cedería a su hijo Hispano. De este hecho procedería el término “hispalis”. Otros dicen que la ciudad fue fundada por la tribu ibérica de los turdetanos que habitaban el valle del Guadalquivir, territorio que se correspondía con la antigua Tartessos.
En el 205 a.C. Sevilla fue usurpada a los cartagineses por los romanos en el trascurso de la Segunda Guerra Púnica. Durante dos siglos participó de la convulsa historia que vivió la metrópoli romana. La ciudad fue tomada por Julio César en el 43 a.C y la convirtió en la ciudad más importante de la provincia romana de la Bética.
Después de la caída de Roma los vándalos silingos la ocuparon hasta que fueron expulsados por los visigodos, quienes la convirtieron en una de las capitales de su reinado.
Como es evidente Sevilla siempre ha sido sido una tierra deseada por diferentes civilizaciones. Tierras amadas por fenicios, tartésicos, romanos, visigodos, árabes, cristianos… Incluso, diversos relatos han situado la Atlántida a pocos kilómetros de Sevilla.
Otros datos curiosos son que Numerosas iglesias de la ciudad fueron mezquitas en la época árabe conservando maravillosos elementos de ese estilo, sin ir más lejos la catedral: visita el Patio de los Naranjos, el auténtico sahn de la mezquita mayor. A 5 minutos de Sevilla se encuentra Itálica, la primera ciudad romana que se fundó fuera de la cuna del Imperio.
La Giralda, la Catedral y el Real Alcázar.
En cada esquina del centro de Sevilla respirarás historia. Son muchos los rincones que te brindan esa sensación, ya que el casco antiguo de Sevilla es uno de los mayores del mundo y el mayor de España.
Y de esta manera es como se llega a la espectacular Giralda. Esta torre ha dominado las alturas durante casi un milenio. Tiene una mezcla de estilos, culturas y civilizaciones que nos enriquecen.
El cuerpo de campanas de la Giralda consta de 24 campanas más 1 superior.
La Giralda es la torre campanario de la Catedral. En su día fue la torre más alta del mundo con sus 97,5 m de altura, además de ser una de las imágenes más famosas de la ciudad y de toda Andalucía. La torre está constituida por dos cuerpos diferentes aunque perfectamente unidos, mostrando un ejemplo perfecto del crisol de culturas existente en la ciudad.
La parte musulmán es la más antigua, fue iniciado en 1184 por orden de Abu Yaqub Yusuf para ser el alminar de la mezquita almohade de Sevilla. Aunque no hay escaleras hay 35 anchas rampas que permitían que el sultán subiera por ellas montado a caballo.
En el siglo XVI, se añadió la parte cristiana. El campanario estuvo a cargo del arquitecto Hernán Ruiz. La parte de las azucenas, que cuenta con cuatro jarras de azucenas de bronce, una en cada esquina. Y encima de este existe otro cuerpo más de estilo renacentista.
Como dato curioso, el 29 de diciembre de 1928, fue declarada Patrimonio Nacional y en 1987, integró la lista del Patrimonio de la Humanidad.
La Catedral de Sevilla te dejará perplejo por sus proporciones. La nave central de la Catedral alcanza una altura de hasta 37 metros.
El Real Alcázar de Sevilla es un conjunto palaciego amurallado construido en diferentes etapas históricas. Aunque el palacio original se edificó en la Alta Edad Mediatodavia mantiene detalles de arte islámico y de estilo gótico.
Desde la Alta Edad Media este recinto amurallado ha servido de residencia para reyes de diferentes épocas, dejando en cada caso su legado arquitectónico. Hoy en día, continua siendo residencia oficial en Sevilla de los Reyes de España. Por ese motivo, es el espacio fortificado más antiguo de Europa.
El flamenco
El flamenco es música, cante, baile, poesía, sentimiento… y toda una filosofía. Al flamenco también se le denomina con la expresión “cante jondo”.
El Flamenco es seguramente la expresión más pura del folklore andaluz. Cuentan que sus orígenes se relacionan con la llegada de los gitanos en el siglo XV a las campiñas gaditanas de Jerez y a Sevilla. A mediados de siglo XIX se populariza a través de los cafés cantantes.
El primero de estos cafés cantantes abrió sus puertas alrededor del año 1885. Hasta entonces el flamenco no había salido de reuniones familiares o fiestas particulares.
El arte del flamenco tiene sus orígenes en el mestizaje cultural de Andalucía.
Hace mucho tiempo las personas vivían en casas plurifamiliares en las cuales las habitaciones estaban alrededor de un patio interno. Fue exactamente ahi en donde las primeras danzas y cantos surgieron. Luego llegaron a los cafés cantantes del siglo XIX.
Es posible ver arte flamenco todos los días, esto es alucinante para mí. Esto es posible en los conocidos tablaos flamencos, en las peñas de los barrios, en espacios temáticos, en determinados bares y en festivales como la Bienal de Flamenco.
Para mí fue muy interesante descubrir el Museo del Baile Flamenco. Es el primer y único museo de este tipo en el mundo. Un museo moderno que conserva la raiz de lo antiguo.
Considero que el Museo del Baile Flamenco es una excelente puerta de entrada al mágico mundo del flamenco. Una experiencia única donde las diversas facetas de este arte se unen: el baile, el canto y la guitarra.
Barrio de Triana
La historia del flamenco está estrechamente vinculada a Andalucía, más puntualmente a Sevilla y con mucha mayor precisión, al barrio de Triana.
El barrio de Triana se ubica en la margen este del río Guadalquivir y, separado del resto de Sevilla por la dársena del río, se encuentra unido a la ciudad por el puente de Triana.
El barrio de Triana es un punto clave para la cultura sevillana y española: conserva una larga tradición de alfareros, artistas plásticos, cantaores y bailaores de flamenco. Los talleres alfareros se encuentran en las inmediaciones de la Plaza del Altozano, principalmente sobre la calle Alfarería.
En el Paso de la O, que se ubica en la antigua zona de embarcaderos y se extiende por la ribera, exponen sus obras los artistas plásticos durante los fines de semana. Por último, los bares del barrio sirven de tablao para los muchos artistas flamencos de la zona.
El puente de Triana conduce directamente a la plaza de Altozano, lugar histórico de encuentro de los viajeros que venían desde distintos puntos hacia Sevilla y debían atravesar el antiguo puente de barcas para llegar hasta ella. La plaza alberga el famosísimo mercado de Triana, el lugar donde realizan sus compras diariamente los locales. Allí es posible encontrar frutas y verduras frescas, pescados, carne y quesos, pero también flores, cerveza artesanal, cerámica y otro tipo de mercaderías.
Saliendo del mercado de Triana se encuentra el Castillo de San Jorge, un sitio histórico fundamental del barrio, construido sobre una antigua fortificación visigoda. Por haber funcionado como centro de la Inquisición durante años, el castillo es en la actualidad un centro de interpretación acerca de esta oscura institución católica.
La gastronomía
Sevilla es una de las ciudades más importantes de España. Y, aunque resulta necesario sumergirse en el pasado de una ciudad considero que no existe mejor forma de conocer su historia, su pasado que el de sus sabores, colores y olores. En otras palabras: la gastronomía. La gastronomía típica sevillana cuenta con el aceite de oliva como excelente base para la mayor parte de sus platos.
En la ciudad es común comer tapas. Para los que desconocen, las tapas son pequeñas raciones que se suelen tomar acompañadas de una bebida (son comunes los vinos dulces) que ofrecen la posibilidad de probar diferentes platos sin llenarse demasiado.
Algunos de los platos típicos son:
Pringá: es uno de los platos de tapeo típicos de la ciudad. Surgido de la idea de aprovechar los restos del cocido, es tan sencillo de preparar como desmenuzar los restos de carne para untarlos en un pan pequeño y esponjoso.
Gazpacho: El gazpacho es uno de los platos más típicos de Andalucía, especialmente durante los calurosos meses de verano. Se trata de una sopa fría preparada a base de tomates, pimientos y pepino.
Pescaíto frito: Sencillo de preparar y muy agradecido, en este plato se suelen utilizar pescados pequeños que se rebozan en harina y se fríen en aceite de oliva. Es común que se sirvan en cucuruchos de papel.
Papas aliñás: Una de las tapas más típicas de Sevilla son las papas aliñás, patatas cocidas que se sirven frías y aliñadas con aceite de oliva, vinagre, cebolleta y perejil.
Huevos a la flamenca: Tal y como suena, este plato tan típico consiste en un huevo frito que se sirve con verduras y salsa.
Quiero dejar muy claro que casi en cualquier lugar se puede comer bien.
Habiendo dicho esto, una de las zonas más recomendadas es el barrio Santa Cruz. Otra opción puede ser el barrio Triana.
Resumiendo rincones con encanto
Resumir todos aquellos rincones con encanto que esconde una ciudad como Sevilla es una tarea complicada. Es una ciudad con encanto que se mueve al ritmo del flamenco.
Tienen una forma de vida intensa y positiva. La hospitalidad es algo natural para ellos. En Sevilla las calles y las plazas son lugares que respiran una especie de confort al aire libre.
Yo me enamoré de esta ciudad desde antes de conocerla. Y, en la primera visita que hice reitere el motivo. Con los viajes posteriores cuando me he dado cuenta de la belleza y de lo que verdaderamente significa para mí esta ciudad. Una ciudad donde me siento yo, donde me siento libre y donde me encantaría pasar gran parte de mi vida.