Bilbao

Si hay algo que es verdad es que Bilbao es una ciudad única, es una de las ciudades más modernas y atractivas de España. Posee una combinación explosiva de naturaleza, arquitectura vanguardista y gastronomía.

En este orden de ideas, si hay una ciudad española que ejemplifique el desarrollo y la arquitectura vanguardista, esa es Bilbao. En 1992, fue elegida para que una de las sedes del museo Guggenheim en Europa estuviera ahí. Paseando por la ciudad es posible ver obras de 5 premios Pritzker junto a la ría de Bilbao, el sello de Calatrava en el puente Zubizuri o el modernismo del Palacio Euskaldune.

Contexto

Lo primero que debemos hacer es situarnos. Bilbao (en euskera, Bilbo) es un municipio situado en el norte de España, capital de la provincia y territorio histórico de Vizcaya, en la comunidad autónoma del País Vasco. La villa de Bilbao es la capital y única localidad del municipio.

Laura Viera A © Solkes

Desde su fundación, a finales del siglo XIII, fue un enclave comercial que fue bastante importante en la cornisa Cantábrica gracias a los privilegios concedidos por la Corona de Castilla. Dichos privilegios permitieron el desarrollo de una gran actividad portuaria que se basaba principalmente en la exportación de la lana procedente de Castilla y en menor medida del hierro extraído de las canteras vizcaínas.

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A lo largo del siglo XIX y principios del XX experimentó una fuerte industrialización que la convirtió en el epicentro de la segunda región industrializada de España, por detrás de Barcelona.

Esta estuvo acompañada de una extraordinaria explosión demográfica y urbanística que originó la anexión de varios municipios colindantes. En la actualidad es una ciudad pujante.

El 19 de mayo de 2010, la ciudad de Bilbao fue reconocida con el premio Lee Kuan Yew World City Prize, otorgado por la ciudad estado de Singapur, en colaboración con la Academia Nobel sueca. Considerado el Nobel del urbanismo, fue entregado el 29 de junio de 2010.

El 7 de enero de 2013, su alcalde, Iñaki Azkuna, recibió el Premio Alcalde del Mundo correspondiente a 2012 que otorga cada dos años la fundación británica The City Mayors Foundation, en reconocimiento a la transformación urbana experimentada por la capital vizcaína desde la década de 1990.

El 8 de noviembre de 2017, Bilbao fue elegida la Mejor Ciudad Europea 2018 en los premios The Urbanism Awards 2018, que otorga la organización internacional The Academy of Urbanism.

 

La historia

Como todo, es importante y hasta necesario que nos adentremos un poco en la historia, en su historia.

Don Diego López de Haro V fundó la villa de Bilbao mediante una carta fundacional (Documento por el que se materializa la constitución de una fundación), fechada en Valladolid el 15 de junio de 1300 y confirmada por el rey Fernando IV de Castilla en Burgos el 4 de enero de 1301. El señor de Vizcaya estableció la nueva villa en la orilla derecha de la ría de Bilbao.

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En 1310 María Díaz de Haro, sobrina de Don Diego y nueva Señora de Vizcaya concede una nueva carta de poblamiento que amplio los privilegios comerciales de la Villa, convirtiéndola en paso obligatorio de todo el comercio de Castilla hacia el mar.

Esta segunda Carta Puebla (Institución por medio de la cual se organiza el repartimiento de tierras) establecía que el camino de Orduña a Bermeo.

En esa época era la ruta comercial más importante del señorío. Como consecuencia, habría un acceso directo al mar a las mercancías, fortaleciendo el poderío comercial de Bilbao en detrimento de Bermeo que hasta entonces había sido la Villa más próspera.

De esta manera, el puerto de Bilbao fue adquiriendo importancia en Europa por su comercio con los puertos de Flandes y Gran Bretaña, Francia, Portugal e Italia, así como con los puertos de Sevilla y Barcelona, principales de los reinos de Castilla y Aragón.

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En 1443 se consagró la iglesia de San Antón, uno de los edificios más antiguos de la ciudad y que anteriormente cumplía con las funciones de alcázar.

El 5 de septiembre de 1483, la reina Isabel I de Castilla acudió a la villa para jurar en persona los fueros. Su marido Fernando II de Aragón ya los había jurado en Guernica en 1476.

En 1602 fue nombrada capital de Vizcaya.

El País Vasco fue uno de los principales escenarios de la Primera Guerra Carlista. Bilbao, núcleo liberal y económico, era un objetivo principal para los carlistas.

Pese a estas contiendas, pudo florecer económicamente. Prosperaron las empresas siderúrgicas.

Los movimientos sociales también tuvieron su lugar en esta época, destacando el nacionalismo vasco de Sabino Arana y el auge de los movimientos obreros, el republicanismo y el liberalismo monárquico y centralista.

Desde mediados de la década de 1990, la urbe vivió un proceso de desindustrialización a raíz de la crisis del sector metalúrgico en los años 1980.

La transformación en una ciudad de servicios se apoyó en la inversión en infraestructuras y en la regeneración urbana. Algunos ejemplos de esta impresionante y magnifica transformación son: el Museo Guggenheim Bilbao, el tranvía o la torre Iberdrola.

¿Por dónde empezar?… la gastronomía

Cuando queremos descubrir un lugar una de las maneras más honestas y deliciosas de hacerlo es por medio de su cocina.

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Sin duda, la gastronomía de Bilbao es otro de los puntos fuertes de la ciudad. Y, dejarse llevar por su comida es una de las mejores formas de hacer turismo.

Es reconocida mundialmente por ser una de las más completas de toda Europa y por la calidad de los productos con que se preparan sus platos. La comida típica de Bilbao es una exquisitez por el paladar.

Ir a Bilbao para degustar su comida es un placer garantizado.

Las siete calles del Casco Viejo, que están llenas de bares de pintxos y restaurantes donde probar los productos típicos de la ciudad: bacalao, marmitako, txakolí, entre otros.

Las recetas con productos del mar son características de la zona. Un ejemplo perfecto son las Kokotxas de merluza en Salsa Verde o las angulas a la bilbaína.

El bacalao al pil pil es el plato clásico. La tradición dicta que en una cazuela de barro se colocan para freír en aceite de oliva extra fino ajos cortados junto con una guindilla troceada. A continuación, se coloca en el mismo aceite el bacalao, para freírlo con los otros ingredientes.

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Por otro lado, Bilbao combina los aspectos más puros de la tradición vasca con monumentos vanguardistas de alcance mundial.

Aunque el Guggenheim haga sombra a todos los demás, no se pueden pasar por alto otros museos de Bilbao, como el Museo Marítimo, el Museo de Bellas Artes o el Museo Vasco.

Además, la ubicación estratégica de Bilbao convierte a la capital vizcaína en el punto de salida perfecto para recorrer la costa vasca, un auténtico paraíso para los amantes de la naturaleza.

En pueblos como San Juan de Gaztelugatxe, Zumaia o Bermeo la naturaleza salvaje se funde con monumentos históricos dando lugar a paisajes espectaculares.

En sus calles

Al adentrarse en su calles lo tradicional se funde con la modernidad.

Al adentrarse en sus calles es posible darse cuenta que es una ciudad especial.

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Los edificios parecían sacados de una decoración teatral, cada uno de una manera, de un color.

Sus calles rodeadas de montañas asombraban.

La Ría, es un punto central en la ciudad. Hace años, los barcos llegaban ahí. Hoy en día, sigue siendo clave en la vida de la ciudad.

La vida ha transcurrido a orillas de esta Ría a veces mansa y tranquila, otras bravía e inquieta.

Bilbao le debe todo a este estuario y en torno a él ha crecido, abrazándola en ocasiones o dándole la espalda en tantas otras, pero siempre con su Ría presente.

Siguiéndola se llega al Puente Bizkaia, joya de la arquitectura industrial y Patrimonio de la Humanidad.

La iglesia de San Antón es un lujo.

La iglesia está construida sobre otra anterior, de corta vida, y ésta a su vez sobre una torre defensiva que controlaba el puente. Es un templo gótico.

Ahora bien, a finales del XIX, la villa, tenía que crecer y al otro lado de la Ría estaba el terreno esperando para convertirse en el nuevo núcleo de Bilbao. Los  responsables del ensanche fueron los arquitectos Alzola, Achúcarro y Hoffmeyer.

Otro punto a tener en cuenta es el tema de la movilidad.

Bici: Hay un servicio de préstamo automático de bicis y numerosas empresas de alquiler.

Barco: El barco siguiendo el cauce de la ría.

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Metro: Permite desplazarte por toda la ciudad. Se ha convertido en todo un símbolo de la ciudad por su accesibilidad, su eficacia, su impecable diseño.

Tranvía: Brinda un agradable paseo que bordea las calles medievales del Casco Viejo, se asoma al Ensanche de la ciudad y es paralelo a la Ría:

Autobús urbano: Hay 43 líneas.

El famoso Guggenheim Bilbao

El famoso museo Guggenheim Bilbao se inauguró en 1997, según proyecto del arquitecto americano Frank Gehry.

Convertido en símbolo del nuevo Bilbao, el Museo Guggenheim Bilbao constituye uno de los proyectos culturales más ambiciosos del siglo XX.

Lo han definido como el mejor edificio de la segunda mitad del siglo XX. Este museo ha transformado completamente la ciudad.

El guardián del Guggenheim, es Puppy. Una gran estructura cubierta por hierba y flores que vestían a Puppy, el perro guardián del Guggenheim.

 

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El arte contemporáneo vasco y estatal también están representados con una selección de obras que, como nuevas adquisiciones de la colección permanente, proporcionan una amplia visión de las tendencias más actuales del arte.

Cuenta con una colección propia y singular, al tiempo que complementa las colecciones del resto de instituciones Guggenheim.

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Los fondos del Museo cuentan con obras de algunos de los artistas más importantes de la segunda mitad del siglo XX, como Eduardo Chillida, Yves Klein, Willem de Kooning, Robert Motherwell, Robert Rauschenberg, James Rosenquist, Clyfford Still, Antoni Tàpies y Andy Warhol, por citar algunos.

El Museo Guggenheim Bilbao acoge, entre otras actividades, exposiciones, conciertos, festivales, conferencias, proyecciones y talleres.

Los alrededores del Museo Guggenheim Bilbao se han convertido en un atractivo punto de encuentro donde disfrutar del arte, tomar un refresco, escuchar música en directo, hacer deporte o jugar en una zona recreo infantil de columpios vanguardistas que cuenta con una fuente interactiva que es un imán para los más pequeños.

A la espectacularidad del edificio se suma un entorno con un agradable paseo de ribera. Se encuentra rodeado de paseos, zonas verdes y plazas de reciente de urbanización, donde conviven obras artísticas de creadores como Louise Bourgeois, Eduardo Chillida, Yves Klein, Jeff Koons o Fujiko Nakaya.

El Bilbao de siempre

El Bilbao de siempre tiene su corazón en el Casco Viejo, más conocido como las Siete Calles. Rehabilitado después de las inundaciones que lo anegaron en 1983, el Casco Viejo es uno de los principales centros de ocio y comercio de Bilbao.

Otra de las razones por las que viajar a Bilbao es la oportunidad de descubrir ciudades cercanas que no dejan indiferente a nadie: San Sebastián, que desprende aires parisinos y alberga monumentos únicos; Guernica, que vivió los terribles bombardeos de 1936; o el Santuario de Loyola, una parada imprescindible para los amantes del arte sacro.

En sus calles peatonales, los comercios clásicos se alternan con los más innovadores y con abundantes bares y restaurantes en los que degustar lo mejor de la gastronomía vasca.

Así, miles de visitantes se sumergen cada año en sus calles; cualquier pretexto es bueno para disfrutar de la oferta gastronómica, comercial y cultural que ofrece el Casco Viejo.

La capital vizcaína tiene secretos. Su apasionante historia y sus principales monumentos turísticos no tienen igual. La iglesia de San Antón, el Teatro Arriaga o el Mercado de la Ribera son solo algunas de las visitas que no pueden faltar en un viaje a Bilbao.

Traducción Por: Laura Viera A.

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