Toda la vida han existido personas con deficiencias auditivas, y esto no es ningún secreto. Durante mucho tiempo (y quizás aún en la actualidad) fueron marginadas, debido a la existencia de muchas ideas erróneas sobre sus capacidades.
Sin embargo, el lenguaje de señas es una de las formas más antiguas y básicas de comunicación humana. Usamos señas al saludar o señalar. En la comunidad sorda, el lenguaje de señas es una forma de lenguaje visual que utiliza gestos con las manos y el lenguaje corporal para transmitir significado.
La Historia
Durante la Edad Media y el comienzo del Renacimiento, las personas sordas a menudo eran marginadas y consideradas incapaces de aprender o comunicarse eficazmente.
La historia del lenguaje de señas es larga y compleja, y se ha desarrollado a lo largo de varios siglos en diferentes culturas y regiones del mundo.
Esta evolución incluye los primeros intentos de educar a personas sordas, la creación de lenguajes de señas formales y la lucha por su reconocimiento como lenguas completas y válidas.

Se creía, por ejemplo, que el lenguaje solo podía aprenderse al escuchar la palabra hablada. En muchas culturas antiguas, como la griega y la romana, se pensaba que las personas sordas eran incapaces de aprender de manera efectiva, lo que las relegaba a una posición de exclusión social.
El filósofo griego Aristóteles afirmaba que “los hombres que son sordos son en todos los casos también mudos”. Según el derecho romano, se les negaba el derecho a firmar un testamento, ya que “se presumía que no entendían nada”.
El Renacimiento: Rompiendo el Silencio
El Renacimiento trajo consigo una transformación en el pensamiento, especialmente en el ámbito de la educación. La creencia en la capacidad del ser humano para aprender y desarrollarse individualmente fomentó el interés en enseñar a personas sordas.
Pedro Ponce de León, un monje benedictino español del siglo XVI, fue uno de los pioneros en la educación para sordos. Introdujo el uso de gestos y un sistema rudimentario de señas para enseñarles, lo que representó un cambio radical en la manera en que la sociedad veía a las personas con discapacidad auditiva. Aunque el lenguaje de señas que utilizaba no era el mismo que el actual, marcó el inicio de su formalización.

Ponce de León adaptó y desarrolló un sistema basado en gestos que los monjes benedictinos ya utilizaban durante los votos de silencio. Estos gestos se utilizaban originalmente para comunicarse sin romper el voto, pero Ponce los modificó para enseñar a las personas sordas a comunicarse.
Entre las adaptaciones clave se encuentran:
** Ampliar los gestos monásticos para crear un sistema más complejo, capaz de transmitir ideas detalladas.
** Enseñar a las personas sordas a leer y pronunciar palabras, lo que era un avance significativo para la época.
Estas innovaciones sentaron las bases para los sistemas más formales de lenguaje de señas y métodos de educación que surgirían en siglos posteriores.
Juan Pablo Bonet y el Legado de Ponce de León
El trabajo de Ponce de León influyó significativamente en Juan Pablo Bonet, un sacerdote y lingüista que publicó en 1620 la primera obra conocida sobre la educación de personas sordas, titulada Reducción de las letras y arte para enseñar a hablar a los mudos.
Bonet amplió las ideas de Ponce de León, diseñando un método más estructurado para enseñar a las personas sordas a hablar y escribir. Introdujo el alfabeto manual, donde los gestos con la mano representaban letras, lo que ayudaba a las personas sordas a asociar las letras con los sonidos y a construir palabras y frases.
Si bien Ponce de León había comenzado a usar gestos para representar letras o sonidos, Bonet refinó esta idea y creó un alfabeto manual más sistematizado. Este enfoque se convirtió en la base del deletreo manual en la lengua de señas moderna.
El Legado de Charles-Michel de l’Épée
Aunque los primeros pasos en la creación de una lengua de señas formal se dieron en España, fue en Francia donde se desarrolló la primera lengua de señas estandarizada, gracias al sacerdote francés Charles-Michel de l’Épée.
En 1755, l’Épée fundó la primera escuela pública para niños sordos, el Instituto Nacional de Sordomudos de París. Adaptó los signos que sus alumnos traían de sus hogares para crear un sistema de señas más estructurado. Este lenguaje estandarizado se extendió rápidamente por Europa y Estados Unidos.
Thomas Hopkins Gallaudet, un pastor estadounidense, viajó a Francia para aprender estos métodos y, en 1817, fundó la primera escuela para sordos en América, la Escuela Americana para Sordos, donde se desarrolló la American Sign Language (ASL).
La Vida Diaria de las Personas Sordas
Las personas que utilizan el lenguaje de señas viven en un mundo que a menudo no está diseñado para ellas. Sin embargo, han desarrollado comunidades vibrantes y conectadas. Las familias con miembros sordos suelen aprender el lenguaje de señas para facilitar la comunicación, creando un ambiente inclusivo en el hogar.
Las escuelas para sordos no solo enseñan el lenguaje de señas, sino que también fomentan habilidades académicas y un sentido de comunidad entre los estudiantes.
Hoy en día, las personas sordas están presentes en diversas profesiones, como intérpretes, educadores o activistas, abogando por la inclusión y la igualdad.
Es importante tener en cuenta que en el mundo existen aproximadamente 300 lenguas de señas diferentes. Cada país, e incluso algunas regiones dentro de los países, pueden tener su propia lengua de señas. Estas lenguas han evolucionado de manera independiente, igual que los idiomas hablados, y cada una tiene su propia gramática, vocabulario y estructura.

Algunos ejemplos de lenguas de señas son:
** Lengua de Señas Americana (ASL) en Estados Unidos y partes de Canadá.
Se estima que entre 250,000 y 500,000 personas utilizan la lengua de señas americana. Pero, esta cifra incluye a personas sordas, personas con problemas auditivos, familiares y profesionales que trabajan con la comunidad sorda, como intérpretes o educadores. Sin embargo, es difícil obtener una cifra exacta debido a la falta de estudios recientes y oficiales sobre el tema.
ASL es una de las lenguas de señas más utilizadas en el mundo y tiene una rica historia y cultura propia, distinta del inglés hablado.
** Lengua de Señas Británica (BSL) en el Reino Unido. Aproximadamente 125,000 personas sordas y alrededor de 250,000 personas en total (incluyendo familiares y personas oyentes que la utilizan) usan la BSL.
** Lengua de Señas Española (LSE) en España. Se estima que entre 100,000 y 120,000 personas sordas utilizan la LSE como su principal forma de comunicación en España.
** Lengua de Señas Mexicana (LSM) en México. Alrededor de 100,000 a 150,000 personas utilizan la LSM en México.
** Lengua de Señas Brasileña (Libras) en Brasil. Se estima que aproximadamente 3 millones de personas utilizan Libras en Brasil, aunque no todos son sordos; muchas personas oyentes, incluidos intérpretes y familiares, también la utilizan.
A pesar de que existen muchas lenguas de señas, no todas son mutuamente inteligibles. Esto significa que alguien que habla ASL, por ejemplo, no necesariamente entendería BSL o LSE, ya que son lenguas distintas, aunque en ocasiones pueden compartir ciertos rasgos o signos.
Problemas que Enfrentan las Personas Sordas y Cómo los Afrontan
Las personas sordas enfrentan diversos desafíos en todo el mundo, los cuales varían según el país y el acceso a servicios y recursos.
A pesar de los avances, persisten numerosos problemas que afectan a las personas sordas. Sin embargo, en distintas partes del mundo han surgido iniciativas para combatir estos desafíos.
Uno de los principales problemas es la falta de acceso a una educación adecuada, especialmente en países en desarrollo. Las escuelas que enseñan en lengua de señas o que brindan intérpretes son escasas, lo que limita la alfabetización y las oportunidades académicas.
Un ejemplo claro de esta situación se da en algunos países africanos como Nigeria y Sudán del Sur, donde los niños sordos a menudo no asisten a la escuela debido a la falta de recursos para educarlos en lengua de señas. Como resultado, muchos no adquieren competencias básicas de lectura y escritura.

Además, las personas sordas suelen enfrentarse a discriminación en el lugar de trabajo. Esto incluye la falta de oportunidades de empleo, prejuicios sobre su capacidad para realizar ciertas tareas y la ausencia de adaptaciones, como intérpretes en entrevistas o reuniones.
Un ejemplo de esto es India, donde, a pesar de las leyes que protegen los derechos laborales de las personas con discapacidades, muchas empresas no cumplen con dichas normativas.
Por otro lado, en muchos países la información en los medios de comunicación no es accesible para las personas sordas. Los programas de televisión, eventos en vivo y plataformas digitales a menudo no incluyen subtítulos ni interpretación en lengua de señas, lo que excluye a las personas sordas del acceso a noticias y entretenimiento.
Para enfrentar este problema, el gobierno brasileño ha implementado la Lengua Brasileña de Señas (Libras) en los noticieros, asegurando así que las personas sordas puedan acceder a la información en tiempo real.

Durante la pandemia de COVID-19, varios países fueron criticados por no incluir intérpretes de lengua de señas en conferencias de prensa o anuncios oficiales.
En Australia, esto provocó que la comunidad sorda exigiera al gobierno la inclusión de interpretación en lengua de señas en todas las transmisiones importantes.
Otro obstáculo importante es la falta de conocimiento general sobre la lengua de señas por parte de la población oyente, lo que crea una barrera significativa para la comunicación diaria de las personas sordas.
En Alemania, a pesar de que la lengua de señas alemana (DGS) está oficialmente reconocida, muchas personas oyentes no saben cómo comunicarse con personas sordas. Esto genera frustración en situaciones simples, como hacer compras o interactuar con servicios públicos.
Existen diversas iniciativas, proyectos y leyes que buscan mejorar la situación de las personas sordas.
En países como Dinamarca, todas las escuelas públicas deben contar con intérpretes de lengua de señas para los estudiantes sordos.
Canadá, tiene la Ley de Accesibilidad de Canadá (2019) incluye medidas para garantizar que las personas sordas tengan acceso igualitario a empleo, transporte y servicios públicos.
En Finlandia, se han lanzado campañas para enseñar lengua de señas básica al público general, promoviendo así una sociedad más inclusiva.
Conclusión
El desarrollo de lenguas de señas ha permitido que las personas con deficiencias auditivas accedan al lenguaje en todas sus formas. Los sistemas de señas modernos son lenguas completas, con sus propias reglas gramaticales y capacidad para expresar acentos regionales, lo que refleja la riqueza del habla local.

Aun así, es crucial seguir trabajando para garantizar la accesibilidad en los medios de comunicación y servicios públicos. Promover la educación y la sensibilización sobre la lengua de señas entre la población oyente es esencial para crear un entorno más inclusivo y derribar barreras de comunicación.