Erasmus, una experiencia edificadora

El intercambio de experiencias, la ayuda a nivel internacional ha sido un fenómeno muy antiguo y muy recurrido a lo largo de los años. Muchas veces se nos olvida, ya que nos sentimos encerrados en nuestras casas, viviendo con quienes pensamos son las mismas personas de siempre o solos.

Más allá de nosotros mismos, afuera, hay muchos más que también están anhelando conocernos, platicar, intercambiar experiencias y conocimientos, darse a conocer, ver, experimentar, y sí enriquecerse, es de humanos edificarse.

Existen hoy en día organizaciones sin fines de lucro así como también programas gubernamentales que conocen esta necesidad y la han sistematizado a través de programas o políticas, una de ellas es el llamado “Erasmus” del cual hablaremos en este artículo. Y quiero llevarlos a conocer una experiencia más personal, mi visita a Bulgaria, que más que un intercambio juvenil organizado por la organización: “International Initatives for Cooperation” (IIC), con el apoyo de la Unión Europea, fue un parteaguas en mi hoja de vida.

Qué es Erasmus

La página oficial de la Unión Europea nos explica que el programa Erasmus + apoya la educación, la formación, la juventud y el deporte en Europa. “Cuenta con un presupuesto estimado de 26 200 millones de euros.

Para el período 2021-2027, el programa hace especial hincapié en la inclusión social, las transiciones ecológica y digital, y el fomento de la participación de las personas jóvenes en la vida democrática”.

Este programa busca también apoyar las prioridades y actividades de otros Planes, Proyectos y Agenda en relación con la Educación, Digitalización y Derechos Sociales.

Laura Viera A © Solkes

Lo que nos atañe para los fines de este artículo es que Erasmus + ofrece oportunidades de movilidad y cooperación en distintos ramos como: educación superior, educación y formación de profesionales, educación escolar (incluida la atención y educación de la primera infancia), educación de personas adultas, juventud y deporte, en dónde Universidades y ONG’s pueden participar al darse de alta en la plataforma y participar en las convocatorias que se van publicando año con año.

Brindándole la oportunidad a los ciudadanos de la Unión Europea (y los que no lo son, pero pertenecen a organizaciones afiliadas) a aprender, participar, relacionarse y trabajar en conjunto.

Los sueños sí nos transforman

Alexis Minchella on Unsplash © Solkes

Para el verano del año de 2014 gracias a una publicación en el Facebook cumplí uno de mis sueños, viajar a Europa.

Como todo soñador, yo me imaginaba visitando la torre Eiffel en París, el Coliseo de Roma y alguna playa griega, (en nuestras clases de Historia Universal o de Arte, es de lo que más se nos hablaba), cuando se sueña no se piensa en kilómetros y mucho menos en presupuesto, los tiempos son otros.

Mi yo de aquella época no había escuchado nada de Bulgaria, mucho menos de Razlog y muy poco sobre los intercambios juveniles internacionales.

Era una oportunidad a un nuevo mundo, lograr “brincar el charco”, un puente que me llevaría a vivir nuevas experiencias, y sí, así fue, gracias a Dios no cumplió para nada mis expectativas, sino que rompió con todo paradigma que hasta el momento había construído y me llevó a vivir experiencias inimaginables, conocer personas extraordinarias y darme cuenta de mi potencial.

Bulgaria

País en dónde el no es sí y el sí es no, dónde las letras se escriben en cirilico, en dónde se toma un café exprés con tus colegas antes de empezar a trabajar y “Rakia” para cenar.

Betty Boop © Solkes

Lugar en dónde es posible que el taxista “te robe” (cobrandote más de la cuenta) y te brinden “hospedaje gratuito” (para que no duermas en la calle) el mismo día. Les invito a que vean videos para que conozcan sus paisajes, mejor aún los exhorto a que visiten Bulgaria y los vean por ustedes mismos.

Viajen a Plovdiv y conozcan distintas épocas de la historia y las culturas caminando a través de una sola calle, se hospeden en sus cabañas características a lo alto de la cima, espero logren bañarse en el mar negro visitando Varna o Burgas y sobre todo se pierdan en los contrastes que brinda Sofia, la capital.

No se olviden de perfumarse y bañarse con sus productos de rosas, y coman, coman mucho, al estilo Balcanes y Mediterraneo, la comida Bulgara no decepciona ni al más aficionado comensal.

Ahora bien, hablemos de Razlog, una comunidad en las montañas búlgaras, al pie del Pirin en dónde en el invierno se puede visitar para esquiar en su comunidad vecina que es Bansko y en el verano se disfruta de sus verdes paisajes y vibrante río cristalino que cruza la comunidad, así como asistir a sus festivales de música tradicional, o “darse un chapuzón” en sus baños rehabilitantes. Sólo está a dos horas de la capital, se puede llegar en auto o bus y una de las características más relevantes de Razlog es que alberga a una asociación llamada IIC.

“International Initiatives for Cooperation” (IIC)

En su página web encontramos que “International Initatives for Cooperation” (IIC) www.iicbg.org es una organización no gubernamental sin ánimo de lucro creada en 2003. La asociación trabaja en Bulgaria y tiene su sede en la ciudad de Razlog.

La misión de la asociación es desarrollar y construir la capacidad de la sociedad civil en Bulgaria a través del diseño e implementación de diferentes proyectos, actividades e iniciativas destinadas a promover el desarrollo cultural, social y económico del país y respectivamente de los municipios en su territorio.

Esta Misión sólo se ha podido llevar a cabo a través de distintas estrategias como son el trabajo con los jóvenes entre 13 y 30 años que colaboran activamente con la organización y tienen distintas nacionalidades, “ellos trabajan por su propio desarrollo personal, son conscientes de la importancia de su papel en la sociedad y a través de las actividades de la organización apoyan su desarrollo y crecimiento.

Tienen muchos conocimientos y habilidades en el ámbito de la juventud y pueden trabajar fácilmente en un entorno intercultural. Con el apoyo de la asociación, los voluntarios desarrollan, implementan y participan en una serie de proyectos juveniles europeos como seminarios, formaciones e intercambios juveniles.

Abhijeet Kummar © Solkes

Los voluntarios son creativos e innovadores, abiertos a nuevas ideas y aventuras. Promueven la ciudadanía activa entre los jóvenes mediante la organización de diversas iniciativas y el apoyo al desarrollo de la juventud local”. Así como también a través del intercambio internacional, el apoyo de los voluntarios adultos y la promoción de actividades culturales, sociales y medio ambientales.
Al ser una organización reconocida local e internacionalmente IIC se ha caracterizado por su administración transparente así como también el apoyo al desarrollo económico de su región gracias al resultado de sus programas internacionales con impacto nacional.

Siria fue voluntaria en IIC

Rescato mis notas de aquella época (mi yo de hace siete años fue lo que escribió) en las que describo como fue mi experiencia haciendo mi voluntariado gracias a un programa del Erasmus + en la organización:

Abhijeet Kummar © Solkes

Durante el tiempo que estuve en el IIC Bulgaria trabajé en diferentes proyectos:

1. Trabajo de oficina, anunciando algunos de los proyectos y campos de trabajo, contactando a los candidatos y respondiendo a algunas de sus preguntas.

2. Clases de español, con mi co-voluntaria Kristel planeando y enseñando español en un horario de 2 horas por semana y haciendo un folleto de español práctico para extranjeros.

3. Trabajo de arte con personas (con capacidades distintas) pasando 2 horas por día haciendo dibujos y otras técnicas de arte, y 2 horas jugando o ayudándolos.

4. Cocinando comida mexicana en un restaurante local y en una casa de niños especiales una vez por semana

Mi primera preocupación es si la gente de Razlog y el equipo de IIC piensan y se sienten satisfechos con mi trabajo aquí y mi iniciativa. Creo que dos meses es un tiempo perfecto para hacer pequeños proyectos y ayudar con actividades de verano como culturales o sociales, me gustaría tener más tiempo para trabajar porque aquí hay muchos proyectos y muchas acciones por planear, la organización, la gente y el lugar son increíbles.

En IIC se habla español e inglés, los búlgaros son muy amables y siempre tratan de “dar la mano”.

He crecido como persona, lo que menos me preocupa es comunicarme con gente nueva o con gente que estuvo involucrada en los proyectos en algún momento.

Desarrollé el respeto y la tolerancia, ahora sé escuchar a mi compañero de trabajo y trabajar con objetivos especiales.

Siempre pensé que éramos muy diferentes por nuestra cultura pero después de esta experiencia aprendí que tenemos mucho en común como seres humanos, los mismos intereses, las mismas preocupaciones, las mismas necesidades.

Hoy les comparto también que en aquel verano coincidimos como voluntarias tres mexicanas, Thalia, Kristel y yo, las tres completamente diferentes, me refiero que veníamos de diferentes regiones del país, nuestra complexión física y nuestras personalidades también eran distintas, los objetivos que teníamos personalmente eran diversos.

Y sí, trabajamos en conjunto, y sí, nos apoyamos, y sí, teníamos nuestras tensiones y sí, las resolvimos.

Solas y gracias al apoyo del equipo de IIC, así como de otros voluntarios. En aquella época también estaba un voluntario que venía de la India, Abhijeet, quién nos acompañó en distintas actividades y nos brindó un curso de cine.

Abhijeet Kummar © Solkes

Lo más representativo con él eran las cenas veganas en la que fue nuestra casa al “indi style” por darle un adjetivo, las pláticas sobre su cultura y las clases después de cenar de cine bollywood, sí, con coreografías y todo, los actores más representativos y músicos, el programa completo.

Necesito un artículo aparte para hablar de las maravillas que encontramos en las personas que dirigen la organización, Kostadinka, mejor conocida como Didi, y David, ellos sí son un capítulo aparte.

Mis planes futuros son trabajar en una Organización o Universidad en mi país y seguir ayudando a la gente de todo el mundo. Europa es un gran lugar para estar y desarrollarse como persona.

Gracias a ellos es que jóvenes de Razlog y del mundo hemos desarrollado nuestro potencial, como dice su Misión, ellos brindan la apertura y el espacio para que a través de proyectos financiados por la Unión Europea, su región y a dónde sea que ellos viajen, ya sea para brindar un taller, charla o formar un proyecto, se explote al máximo el potencial de quién se deje o se los permita.

Al lado de ellos está su equipo y familia búlgara, quienes nos brindaron clases de su idioma, nos platicaban diario sobre sus tradiciones y nos acompañaron a visitar lugares de la región, disfrutar del café en sus terrazas y compartir los mejores Tips de su cultura.

Palabras finales

No sé si los creadores del Erasmus + se dieron cuenta de los alcances que su programa tendría en la vida de muchos que hemos sido partícipes en sus palabras. Si fue sólo pensado para Europa, lamento informarles que esto se ha exponenciado. Las buenas nuevas se comparten y difunden.

Laura Viera A © Solkes

Esa experiencia ha tenido repercusiones en México, ya que mucho de lo que me regaló Bulgaria tuvo pequeños frutos en mi trabajo y familia también allá, me llevó a participar en un encuentro cultural en Indonesia posteriormente y hoy que vivo en Alemania, no me queda más que seguir pasando la voz sobre esta buena nueva.

Sí hay personas que se interesan por la formación del otro, y el intercambio a nivel internacional es una herramienta muy poderosa. Entre distintos nos reconocemos.

Los kilómetros que recorrí caminando por las tierras búlgaras, las sonrisas compartidas, los nuevos sabores, los ritmos peculiares, son pequeños destellos de los tesoros que esta experiencia brindó a mi vida. Si conoces a alguien que haya participado en un programa similar, pregúntale, y dale tiempo que ese café va a durar más de dos horas, ya que tiene hartas anécdotas que seguramente te quiere compartir.

Cierro este artículo afirmando que los anhelos de unos pocos, a nivel local, tienen y pueden llegar a tener repercusiones a nivel internacional, no estamos solos. Hay programas y personas, que apoyan, trabajan y brindan su tiempo y potencial para que el beneficio y crecimiento sea mutuo, para que nos edifiquemos como comunidad.

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