La Conductora

El arte como bien sabemos tiene muchos mundos, muchas opciones, demasiadas expresiones. Obviamente la música, es una de las más hermosas expresiones artísticas.

Dentro del vasto universo de la música, nos encontramos con la música clásica y dentro de este, existen una serie de partes. Una de estas partes es el de las orquestas.

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Las orquestas están compuestas por artistas que interpretan las partituras de las composiciones y obviamente de los conductores de las mimas.

Pero, en esta oportunidad puntual, nos dedicaremos a hablar sobre los conductores de las orquestas. En realidad, dedicaremos estas palabras a las conductoras femeninas y en especial a Mercedes Díaz García.

Situándonos

Lo primero, como siempre es ubicarnos un poco. Es eso, tener contexto.

Entonces, una orquesta es un gran conjunto musical, originado en el periodo barroco, que combina instrumentos de diferentes familias (instrumentos de cuerda, viento y percusión). Hay diferentes tipos de orquestas.

La orquesta occidental de tamaño completo puede denominarse a veces orquesta sinfónica u orquesta filarmónica. El número de músicos en una actuación puede variar de setenta a más de cien músicos. Esta cantidad suele depender de la obra que se interprete y del tamaño del local.

Una orquesta de cámara (a veces orquesta de concierto) es un conjunto más pequeño de no más de unos cincuenta músicos.

Obviamente para que los músicos puedan interpretar las obras de manera adecuada necesitan de un conductor. El conductor de una orquesta tiene la responsabilidad principal de preparar el conjunto musical para presentaciones públicas. Esto requiere la interpretación de obras musicales y la comunicación en tiempo real de esas interpretaciones a los músicos a través de gestos con los brazos.

El papel del conductor

Empecemos por decir que dirigir una orquesta supone liderar e imprimir la propia personalidad al conjunto de los músicos.

La persona que dirige es la persona que interpreta la obra. Es la persona que entiende la esencia de la obra, inspira, marca el ritmo. Además de esto, debe coordinar e integrar las distintas secciones instrumentales.

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El conductor da forma a la música, decide sobre la dinámica, el tempo y el equilibrio.

No solo son grandes líderes, sino que los mejores directores también son capaces de interpretar el mismo trabajo musical realizado innumerables veces en formas nuevas e iluminadoras.

En un nivel básico, dirigir es muy sencillo.

Pero ése es sólo el punto de partida. Lo más importante es que el director es el mensajero del compositor. Es su responsabilidad entender la música y transmitirla a través del gesto de forma tan transparente que los músicos de la orquesta la entiendan perfectamente.

Esos músicos pueden entonces transmitir al público una visión unificada de la música.

Mujeres al mando

Creo que hemos podido establecer que el papel del conductor es esencial para la música clásica. Entonces, si el mundo del arte es tan abierto a todo tipo de interpretes y siempre ofrece cambios y rompe esquemas ¿por qué es rara la presencia femenina en el podio del conductor, incluso en el siglo XXI?

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Establezcamos que nuestra cultura, en su gran mayoría, es patriarcal. Y, equivocadamente, se ha enseñado que las órdenes las dan los hombres y los liderazgos femeninos aún no son tan comunes.

Aún son muy pocas y la mayoría de ellas son desconocidas. Es muy difícil lograr verlas en los escenarios.

Sorprende el hecho de que, a pesar de ser profesionales reconocidas y de estar en la cima de la dirección a escala mundial, casi no existe información sobre ellas.

Entonces, con esta información llegamos a Mercedes Díaz García, una conductora española que reside en Hamburgo, Alemania hace casi 4 años.

Ella comenzó su carrera musical estudiando oboe y piano desde temprana edad y con el pasar de los anos obtuvó títulos superiores en ambos instrumentos. También toco en orquestas de España, Alemania e Inglaterra y grabo como como solista para Televisión Española.

Tiempo después obtuvo una plaza de profesora titular del Ministerio de Educación para impartir clases de oboe en Conservatorios Nacionales de España y ocupó cátedras en Murcia y Madrid.

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Salió del país hace muchos tiempo ya que viajo a los Estados Unidos de América y se terminó quedando casi una década. Cuando salió del país, ella trabajaba como profesora de conservatorio en España y renuncio para continuar su formación como directora de orquesta en otro país.

Laura Viera A.: ¿Por qué saliste del país?

Mercedes Díaz García: Salí porque quería dedicarme a la dirección de orquesta y no veía que hubiera posibilidades. Había hecho cursos por Europa, quería tener la posibilidad de estudiar en otros sitios y me fui a Estados Unidos para formarme como directora de orquesta y seguir mi sueno.

El arte es una parte de mi. Es casi quien soy. Es como respirar o comer, es una necesidad de hacer música. – Mercedes Díaz García –

Ella obtuvó títulos de Máster en Dirección de Orquesta en el Bard College, donde estudió con Harold Farberman, y en el College-Conservatory of Music de la Universidad de Cincinnati, donde estudió con Mark Gibson. También obtuvó un doctorado en Música Contemporánea en la Bowling Green State University, donde estudió con Emily Freeman Brown.

En Estados Unidos ha impartido clases de dirección como profesora asistente en el Cincinnati College-Conservatory of Music y en la Bowling Green State University.

Ha dirigido orquestas en Norteamérica, Sudamérica y Europa, participando en festivales como el MIMO de Sao Paulo (Brasil) y The National Music Festival (EE.UU.).

Laura Viera A.: ¿Cómo es el mundo de la música en España?

Mercedes Díaz García: La verdad es que es un mundo pequeño. Claro, España no es Estados Unidos ni Alemania en cuestión de música clásica.

Lo que hace que la falta de mujeres sea aún más asombrosa es que en otras áreas de la música clásica el equilibrio entre mujeres y hombres es bastante igual.

Hoy, las audiciones a ciegas se han convertido en la norma para las orquestas, donde los candidatos juegan detrás de las pantallas para que los jueces no puedan ser influenciados por su género, raza o apariencia.

Mercedes Díaz García © Solkes

El argumento de que no tantas mujeres intentan convertirse en líderes es superfluo y una mentira absoluta. Sin embargo, se pueden encontrar prejuicios obsoletos contra las mujeres que asumen un papel de liderazgo en la música clásica.

Un ejemplo perfecto fueron los comentarios del director ruso Vasily Petrenko realizados en septiembre de 2013 en los que dijo que las orquestas reaccionan mejor cuando tienen a un hombre frente a ellas y ‘una linda chica en un podio significa que los músicos piensan en otras cosas.

El director defendió sus comentarios, alegando que en realidad se refería a la situación de las mujeres conductoras en Rusia, y no eran un reflejo de su punto de vista real.

Laura Viera A.: En tu perspectiva, ¿cómo es el papel de la mujer directora?

Mercedes Díaz García: Las cosas han cambiado mucho en los últimos años pero sigue existiendo un problema de percepción. Es un problema bastante complicado de cambiar. Como es un trabajo en donde no se crea un sonido, sino que se trabaja con la energía de la orquesta, es mucho más obvio.

La energía femenina es más receptiva pero no débil. – Mercedes Díaz García –

Laura Viera A.: ¿ Por qué es tan reducido (ni se si es la palabra correcta) de las mujeres como conductoras?

Mercedes Díaz García: Es algo complicado pero hay varios factores. Por una parte, esta la cuestión de poder. Podemos decir como sociedad que queremos cambios pero lo cierto es que no es tan fácil cambiar. El poder quiere mantenerse ahí. Ha habido históricamente un poder masculino, casi dictatorial durante muchos años y ahora van cambiando las cosas poco a poco. Pero claro, ese tipo de poder nunca se ha asociado a la mujer. Muchas mujeres que han estado en posiciones de poder han tenido que jugar con las reglas de los hombres. Yo personalmente no soy partidaria de eso porque no quiero dejar de ser yo misma y además me parece que hay una fuerza tremenda en la feminidad. Yo lo que espero es que con el tiempo, la energía femenina empiece ha entenderse como una energía poderosa.

Un aire místico

El maestro en el podio es una de las figuras más reconocibles de la música clásica, pero ¿qué hace exactamente ahí arriba?

La naturaleza del director de orquesta ha cambiado a lo largo de los últimos milenios, pero las misteriosas figuras del podio siguen rodeadas de un cierto aire místico.

Mercedes Díaz García © Solkes

Desde un punto de vista más mundano, podríamos considerar a los directores de orquesta como el equivalente musical de los entrenadores de equipos deportivos.

No se puede cuantificar con precisión lo que hacen, pero se reconoce cuando se ve.

Para Mercedes lo más fácil de toda su trayectoria artística ha sido dedicarse a lo que la apasiona. Obviamente, uno de los momentos más difíciles ha sido el estar lejos de su familia.

Laura Viera A.: ¿Quienes te han inspirado?

Mercedes Díaz García: Muchas personas, no necesariamente gente famosa. Para mi es una inspiración ver la bondad y el optimismo. Cuando veo gente a mi alrededor con ganas de hacer cosas.

Laura Viera A.: ¿Qué te hace falta lograr?

Mercedes Díaz García: Pues, yo veo el mundo de la música, de la dirección como un camino y no como metas. Entonces, el camino nunca se acaba, siempre sigue hacia adelante.

El director de orquesta está ahí para dar vida a una partitura musical, comunicando su propio y refinado sentido de la obra a través de un lenguaje individual.

Me dejo muy claro, que las jóvenes que quieran ser conductoras de orquesta deben estar dispuestas a trabajar muy duro. A nunca rendirse. Es importante que sepan que es un camino largo y demorado pero muy satisfactorio.

Concluyendo

La música clásica es única entre las formas musicales en el sentido de que las mismas obras, se interpretan y graban una y otra vez.

Mercedes Díaz García © Solkes

Hay una razón por la que ciertas interpretaciones, perduran en la memoria. Considero que es en gran parte productor a esa figura en el podio, que hace mucho más que agitar las manos en el aire.

Un gran director de orquesta puede tener una intuición y unos instintos musicales inigualables, pero la musicalidad innata sólo le llevará hasta cierto punto. Son criaturas cerebrales que normalmente habrán dedicado muchas horas a la preparación de la partitura antes de acercarse al podio.

Gratamente me he dado cuenta que tienen una naturaleza muy rigurosa, incluso académica, y abarcará documentos históricos como cartas, manuales técnicos de interpretación de la época en cuestión y biografías.

El conductor es el corazón expresivo de la orquesta. Un gran director puede alcanzar algo mágico. Ella es arte, es empoderamiento femenino y es una firme defensora de la nueva música. Ella es la conductora.

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