En la Maleta de Mary Poppins

Barcelona, que bello horizonte, como una joya en el sol. Por ti seré gaviota de tu bella mar. Las campanas están sonando, abre tus puertas al mundo.

-FREDDY MERCURY-

  Barcelona es como la bolsa que cargaba Mary Poppins: en ella hay de todo! Un poco de mar, montaña, arte, gastronomía y cultura. La capital Catalana tiene de todo y para todos. Como me di cuenta, durante mis visitas a esta hermosa ciudad, descubrirla es una aventura y enamorarse de ella no requiere mucho esfuerzo. Barcelona tiene algo para todos.   [caption id="attachment_3248" align="alignright" width="300"] Nessa Twix © Solkes[/caption]

¿Por dónde empezar?

¡Empecemos por la comida! Lo bueno de la comida catalana es que se basa en la dieta mediterránea, no faltan los pescados, carnes ni verduras, y todo cocinado con delicioso aceite de oliva. Siempre es posible encontrar: Callos a la andaluza, sepia (un pescado riquísimo), tortilla a la española, merluza, chorizos en distintas formas, una rica variedad de quesos, paella, camarones y vino. Parece extraordinario pero en cualquier tienda de barrio, se pueden encontrar hasta trece variedades de aceitunas a la vista y piernas de jamón que cuelgan del techo.  

Calles con arte

Esta situada a orillas del Mediterráneo. Barcelona es una ciudad internacional con una gran importancia tanto cultural como comercial, financiera y turística. A mi gusto, donde se aprecia realmente el arte que envuelve la ciudad es paseando por sus calles cargadas de embrujo. A finales del siglo XIX y principios del XX, Barcelona se convirtió en una de las ciudades donde el movimiento modernista se desarrolló con más fuerza y personalidad. Pintores, diseñadores y arquitectos dejaron en la ciudad una huella indestructible que ha marcado para siempre el temperamento de la ciudad y sus habitantes. Todo hay que decirlo, ellos tuvieron la suerte de contar entre sus hijos con el genial e inmortal Antoni Gaudí, máximo exponente del modernismo catalán. [caption id="attachment_3249" align="alignleft" width="300"] Nessa Twix © Solkes[/caption] Gaudí es una de esas personas icónicas, que transcienden el espacio y el tiempo. Hace más de un siglo el arquitecto catalán Antoni Gaudi comenzó a construir la iglesia de la Sagrada Familia y todavía no se termina. Es la obra maestra de Gaudí y el máximo exponente de la arquitectura modernista catalana. Gaudí se hizo cargo del proyecto con solo 31 años. Una de sus ideas más innovadoras fue el diseño de las elevadas torres cónicas que sobresalen y que se van estrechando con la altura. Según datos de 2011, es el monumento más visitado de España, con 3,2 millones de visitantes, seguido por el Museo del Prado (2,9 millones) y la Alhambra de Granada. Pero como había dicho con anterioridad Antonio Gaudí es una persona que va más allá de una simple obra magnífica. Y por esto mismo no se puede dejar de visitar el Parque Güell, en el barrio de La Salud, distrito de Gracia. Numerosas partes están cubiertas con pedazos de cerámica o de vidrio a modo de mosaicos de colores, que recibe el nombre de trencadís. Por su localización al margen de la urbe y a una altitud elevada, este parque es una esquina de paz que contrasta con el ruido y arrebato de la capital catalana.  

Lleno de turistas

El barrio chino siempre lleno de turistas. Abundan los restaurantes que nunca cierran y los hotelitos de paso. Una de las partes que más me gusta de Barcelona es el Barrio Gótico. Empezando por el simple nombre, que a mi gusto, inspira misterio. El Barrio Gótico es el eje de la ciudad y donde se encuentra su centro histórico. Está compuesto por diferentes barrios que conservan su propia personalidad: la Judería, Santos Justo y Pastor, Santa María del Pino, la Catedral, Santa Ana, La Merced y el Palacio. [caption id="attachment_3250" align="alignright" width="300"] María Elvira Gaviria © Solkes[/caption] En este momento se conservan trozos de la primera muralla en la plaza de la Seo, frente a la Catedral de Barcelona. En la calle Ataúlfo existe una capilla gótica que pertenecía al Palacio Real Menor de Barcelona y se conoce por la capilla del Palacio. Barcelona es las Ramblas, marineros y turistas de todas partes que caminan, ven y compran. Es la calle más concurrida de Barcelona, con sus flores, artistas callejeros, retratistas y guiris… muchos guiris (turista típico casi siempre del norte). Uno de esos lugares que nunca olvidare será la Barceloneta, junto al mar, lugar que fue ocupado por pescadores cuándo aún no tenía la mitad del lujo que lo destaca en la actualidad. Pese a seguir teniendo un estilo pueblerino, hoy es un punto de encuentro y punto de partida para las fiestas más animadas. Por otro lado, la capital catalana cuenta con más de cuatro kilómetros de playas, que se ven inundadas de visitantes durante el verano, tanto por su fácil acceso desde cualquier punto de la ciudad, como por la gran oferta de actividades de ocio que se localizan en torno a ellas. En Barcelona no hay tiempo para aburrirse: hay museos pensados especialmente para niños y niñas, y espacios culturales que organizan talleres para incentivar su curiosidad y conocimiento, entre otros. Asimismo, las fiestas populares y los grandes festivales pensados solo para el público infantil. Pero bueno, las personas que como yo, que son madrugadoras, no podemos pasar por alto un desayuno en el Palau de Mar y visitar allí mismo el Museo de Historia de Cataluña.  

Puro encanto

Sin duda alguna, esta maletica de Marry Poppins ha sido un descubrimiento inesperado. ¿Y por dónde empezar? Las estrechas callejuelas llenas de tiendas de artistas, artesanos o barecitos hacen parte del pulso de la ciudad. Relajarse en la plaza de Sant Josep Oriol con arbolitos y bares concurridos. Al ambiente bohemio es fácil de acceder en el bar “Els Quatre Gates” dónde, el siglo pasado se reunían los intelectuales del momento. Salir de chupitos en los garitos del Raval o tomar una cerveza, o dos, o tres. [caption id="attachment_3251" align="aligncenter" width="996"] María Elvira Gaviria © Solkes[/caption] Es una ciudad que engancha a la mayoría de la gente. Fuera de los circuitos más turísticos, entre callejones, se esconden infinitos rincones genuinamente barceloneses y muy a menudo desconocidos, incluso para la gente que vive en la ciudad. Hay plazas, claustros, pasajes y paseos que pertenecen a otras épocas y que desentierran una Barcelona que mantiene la esencia del pueblo que todos los barrios de la ciudad fueron un día. Barcelona tiene una belleza y un encanto especial.]]>

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