Una de las problemáticas más contantes es el del cambio climático.
Está ocurriendo en todo el mundo y sus consecuencias pueden ser devastadoras, tanto para el medio ambiente como para las personas. La actividad humana, en concreto y principalmente, la quema de combustibles fósiles que generan gases de efecto invernadero, es la causa detrás de esta grave amenaza medioambiental, la mayor a la que se enfrenta la humanidad.
Hay muchísimas personas que insisten en desmentir que este es un problema que existe y que no desaparece. Seamos muy honestos, negar este problema que en realidad es una catástrofe, es absurdo. Además de eso puede retrasar las posibles medidas que se pudiesen tomar para disminuir su efecto, pues sus consecuencias son cada vez más graves y amenazan las distintas formas de vida de nuestro planeta.
El problema
Los distintos climas se corresponden principalmente con la latitud geográfica, la altitud, la distancia al mar, la orientación del relieve terrestre con respecto a la insolación y a la dirección de los vientos y a las corrientes marinas. Estos factores y sus variaciones en el tiempo producen cambios en los principales elementos constituyentes del clima: temperatura atmosférica, presión atmosférica, vientos, humedad y precipitaciones.
Ahora bien, el cambio climático es la modificación de la temperatura y del resto de variables del clima. Este cambio esta ocurriendo con una velocidad e intensidad sin precedentes.
Esta variación debe de producirse de una manera significativa y con una determinada duración variable en el tiempo.
Quisiéramos dejar en claro que las variaciones en el clima de la Tierra es algo normal y natural. El problema es que como consecuencia de las actividades humanas la velocidad del cambio es demasiado intensa y rápida.
El cambio climático actual se relaciona principalmente con la intensificación del efecto invernadero (proceso en el que la radiación térmica emitida por la superficie planetaria es absorbida por los gases de efecto invernadero (GEI) atmosféricos y es irradiada en todas las direcciones).
El cambio climático está ocurriendo en todo el mundo. No hay ningún rincón que se escape a sus devastadores danos y cada vez tiene un impacto cada vez mayor.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha registrado los siguientes cambios significativos:
1. La temperatura media mundial ha aumentado ya 1,11 ± 0,13 °C desde la época preindustrial.
2. Los siete años transcurridos desde 2015 son los más cálidos de los que se tienen datos. La década de 2011 a 2020 fue la más cálida jamás registrada.
3. Las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global siguen aumentando cada año, alcanzando el máximo de 59 GT CO2 eq. en 2019 (IPCC, 2022).
4. En octubre de 2022, la concentración media mensual de CO2, medida por la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos en su observatorio de Mauna Loa, en Hawai, volvió a alcanzar un máximo histórico acumulado de 420,99 partes por millón (ppm), una cantidad de CO2 que no se registraba desde hace tres millones de años.
5. El contenido calorífico de los océanos ha alcanzado niveles sin precedentes. En algún momento de 2021, gran parte del océano se vio afectado por al menos una ola de calor marina «intensa».
6. El nivel medio del mar a escala mundial alcanzó un nuevo máximo en 2021, tras aumentar una media de 4,5 mm anuales durante el período 2013-2021. Esta cifra es más del doble que la registrada entre 1993 y 2002.
Como si esto no fuera suficiente, actualmente se evidencian los impactos. Hay una mayor cantidad de fenómenos meteorológicos extremos, como tormentas y huracanes. Olas de calor más intensas, duraderas y frecuentes. Hay incendios a gran escala y sequias.
Entrando en detalle, el fenómeno de los incendios forestales se ha convertido en uno de los mayores problemas ambientales que sufren nuestros montes debido a la elevada frecuencia e intensidad que ha adquirido en las últimas décadas.
Por otro lado, una ola de calor es considerada como un episodio en el que la temperatura es elevada durante al menos 3 días seguidos, y que sean más altas de lo normal en verano en esa zona en concreto.
Pero, estas cifras, estos estragos en la nuestro planeta, aunque son impactantes no son algo que ha ocurrido de la noche a la mañana. Tanto así que la comunidad científica a sido bastante clara: el planeta está muy lejos de alcanzar sus objetivos climáticos.
El Secretario General de las Naciones Unidas, el señor António Gutierres ha asegurado que el año 2023 ha demostrado que el cambio climático es un hecho innegable.
Actualmente las temperaturas son demasiado extremas, abrasan la tierra y calientan el mar. La respuesta mundial es claramente insuficiente.
Las causas
Las causas para la continuación de calentamiento global son bastante claras. Las podemos dividir de la siguiente manera.
La generación de energía y calor: esto ocurre gracias a que los combustibles fósiles provocan una gran cantidad de emisiones globales. La mayoría de la electricidad se genera todavía con la combustión de carbón o gas, lo que produce dióxido de carbono y óxido nitroso.
Productos de fabricación: La industria y las fábricas producen emisiones, en su mayoría provenientes de la quema de combustibles fósiles destinada a generar energía para la fabricación de cemento, hierro, acero, componentes electrónicos, ropa y otros bienes.
La tala de los bosques: esto ha ocurrido ya que se han creado granjas o pastos.
El uso del transporte: La mayoría de camiones, barcos y aeronaves funcionan con combustibles fósiles.
La producción de alimentos: Esto provoca emisiones de metano, dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero.
La energía en los edificios: Los edificios residenciales como los comerciales consumen más de la mitad de la electricidad total. Como siguen utilizando carbón, hidrocarburos y gas natural para los sistemas de calefacción y climatización, emiten cantidades importantes de gases de efecto invernadero.
Esos impactos provocan a su vez daños económicos y sociales, que serán cada vez más graves, como daños en las cosechas y en la producción alimentaria o riesgos en la salud.
Somos responsables
Así odiemos aceptarlo, somos responsables de esta tragedia.
Se ha acusado a muchos grupos de ser los culpables de esta continua falta de acción, desde las empresas de combustibles fósiles y los países ricos, hasta los políticos, los ricos y, a veces, incluso todos nosotros.
Otros pueden pensar que no es útil culpar a nadie.
Lo llamemos culpa o no, la cuestión de quién es responsable de la crisis climática es necesaria.
Las empresas de combustibles fósiles desempeñan claramente un papel fundamental en el problema climático. Un informe publicado en 2017 atribuyó el 70% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero durante las dos décadas anteriores a solo 100 productores de combustibles fósiles.
Concentrarse en la influencia de las empresas de combustibles fósiles no es lo único. Otro gran problema es el consumo, ósea, las personas.
Debemos tener presente que el cambio climático no se trata de un fenómeno únicamente ambiental, sino que además tiene graves repercusiones sociales y económicas. Algunas de las consecuencias del cambio climático para los humanos son:
**Falta de agua potable debido fundamentalmente a las sequías causadas por el gran aumento de las temperaturas.
**Fusión o deshielo de glaciares y casquetes polares debido a las altas temperaturas.
**Mayor cantidad de tormentas, huracanes, sequías y olas de calor.
**Inseguridad alimenticia debido a cambios en las condiciones de producción de alimentos.
**Aumento de la pérdida de biodiversidad.
Cada aumento es importante
Según los últimos informes de la ONU, miles de científicos y revisores gubernamentales coincidieron en que limitar el aumento de la temperatura global a no más de 1,5 °C nos ayudaría a evitar los peores impactos climáticos y a mantener un clima habitable.
Las emisiones que provocan el cambio climático proceden de todas las partes del mundo y afectan a todos, pero algunos países generan mucho más que otros.
Existen, en la actualidad, diete países considerados como los mayores emisores de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial en 2020. Estos países son China, Estados Unidos, India, la Unión Europea, Indonesia, Rusia y Brasil.
Debemos tener en cuenta que no es que podamos evitar en sí el cambio climático, pero está en nuestra manos ayudar a que este cambio se dé de forma más lenta.
Para ello, hay que centrarse en acciones relacionadas con reducir el calentamiento global producido por el aumento del efecto invernadero.
Ahora o nunca
La acción climática requiere importantes inversiones financieras por parte de gobiernos y empresas. Pero la inacción climática es mucho más cara. Un paso fundamental es que los países industrializados cumplan su compromiso de aportar 100 000 millones de dólares anuales a los países en desarrollo para que puedan adaptarse y avanzar hacia economías más ecológicas.
Es ahora o nunca. Estas palabras no deben ser ignoradas. La adaptación a las consecuencias del clima protege a las personas, los hogares, las empresas, los medios de subsistencia, las infraestructuras y los ecosistemas naturales. Abarca los impactos actuales y los probables en el futuro.
La adaptación será necesaria en todas partes, pero debe darse prioridad ahora a las personas más vulnerables y con menos recursos para hacer frente a los riesgos climáticos.
