Siempre tendremos Paris

Paris es la capital de Francia y constituye una de las ciudades más importantes e influyentes del mundo. Y, si hablamos únicamente en términos de turismo, París es una de las ciudades más visitadas de Europa. El resto de los aviones se ve en el cielo durante el día y la noche. París es una ciudad que parece diseñada para el disfrute del viajero.

Nicolás Chamás Türk © Solkes

 

La historia de la ciudad

Empecemos por la historia de esta hermosa ciudad. Comienza alrededor de 259 a.C. con su fundación en la orilla derecha del Sena por parte de la tribu celta de los Paris. Este primer poblado de pescadores cayó en poder de los romanos, que en el año 52 a.C. fundaron una ciudad llamada Lutecia.

En el siglo IV cambio su nombre a Paris. Clodoveo, rey de los francos, ubicó en ella su capital en el año 508. En el 987 se instaló la dinastía Capeta que perduró hasta el año 1328.

Torre Eiffel, noches de verano
Nicolás Chamás Türk © Solkes

Teniendo esto en cuenta, es importante destacar que París ganó importancia a lo largo del siglo XI, gracias al comercio de la plata y por encontrarse dentro de la ruta de peregrinos y comerciantes.

Pero a mi gusto, aunque esta ciudad ha sido testigo de muchas verdades y acontecimientos es necesario escoger historias que contar.

Entonces, a principios del siglo XII los estudiantes y profesores se enfrentaron a la autoridad episcopal y consiguieron la creación de una corporación “universitas”.

Durante el siglo XIV París vivió tres revueltas importantes: la Rebelión de los Comerciantes de 1358 (con al frente Etienne Marcel), la Revuelta de los Maillotins de 1382 (con los ciudadanos en contra la subida de impuestos) y la de 1413 de Caboche (encabezada por los comerciantes).

Y, después hay que hacer una alto a la actualidad, porque de no hacerlo nos quedaríamos hablando de los cambios que han visto sus calles y personas.

A partir del siglo XX se llevan a cabo muchos cambios, con la reconstrucción de diferentes áreas de la ciudad en dañadas por las dos guerras mundiales.

En la Primera Guerra Mundial la ciudad resistió a los numerosos bombardeos, mientras que, en el 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, fue ocupada por los nazis, aunque los parisinos consiguieron oponerse y liberaron la capital el día 25 de agosto de 1944.

 

Cultura y energía

Nuevamente al pisar sus calles me sentía abrumada por la ciudad. París sigue respirando cultura y energía. No solo por el Louvre. Todo en ella es de admirar.

Nicolás Chamás Türk © Solkes

Cuesta romper moldes pero París lo ha hecho a lo largo de los siglos. Ha sido la cuna de muchos cambios, de demasiadas tendencias que han moldeado Europa en numerosas ocasiones convirtiéndolo en un referente.

Algo que para mi esta claro es que París, además de ser un museo al aire libre, tiene innumerables lugares para visitar y rincones para perderse. Paris, aunque la he visitado en varios momentos, siempre lo hago en un plan de fin de semana.

A mi gusto, para empezar bien la visita nada mejor que visitar la Torre Eiffel. Después de todo es el símbolo de París. La mejor impresión es desde la parada de metro Trocadero. Desde este lugar se puede apreciar la magnitud de la torre y los Campos de Marte, el jardín donde se asienta.

Bajando por el Trocadero se llega a la base de la Torre Eiffel, donde se encuentran las taquillas para acceder a la misma. Para mi gusto, subir en la noche es lo mejor. La vista de la ciudad iluminada en plena oscuridad y el viento golpeando la piel es un recuerdo que nunca olvidaré. Eso si, hay que tener mucho cuidad, hay demasiado ladrones. Prueba de ello son los carteles de precaución. Sin embargo, a las personas las roban a toda hora.

 

Barrio Latino

Después de la torre, el Barrio Latino parece una buena opción. El Barrio Latino debe su nombre a la Época Medieval, momento en el que los habitantes de la zona eran estudiantes que utilizaban el latín para comunicarse.

Laura Viera A © Solkes

Desde la Edad Media, los estudiantes del Barrio Latino tuvieron una gran influencia sobre Francia, y durante los siglos XIX y XX llevaron a cabo movimientos estudiantiles de gran trascendencia política. El Barrio Latino fue uno de los puntos calientes durante la Revolución de Mayo del 68.

Es uno de los lugares más animados y económicos para cenar. Entonces, un paseo por el Barrio Latino es necesario. Luego de atravesar la Plaza de Saint Michel, en la que se encuentra una enorme fuente con la figura de San Miguel luchando con un dragón, se entra en el entramado de pequeñas y encantadoras callejuelas que componen el Barrio Latino, una copita o un paseo serán perfectos para poder disfrutar de los monumentos iluminados.

 

Monumentos históricos

Y, si uno cruza cualquiera de los puente del Sena se llega a Notre Dame. La Catedral de Notre Dame de Paris es una de las catedrales más antiguas del mundo. Fue construida entre 1163 y 1245. El nombre de la catedral significa Nuestra Señora y está dedicada a la Virgen María.

En sus ocho siglos de historia, la Catedral ha sido reformada en varias ocasiones. Así mismo, ha sido el escenario para celebraciones importantes, como la coronación de Napoleón Bonaparte, la beatificación de Juana de Arco y la coronación de Enrique VI de Inglaterra.

Notre Dame tiene dos torres de 69 metros en su fachada. Además es posible ir al campanario en el que vivió el mítico Jorobado de Notre Dame y ver de cerca las múltiples gárgolas.

Una de las visitas más importantes es Los Inválidos. Es un imponente complejo arquitectónico formado por el Palacio Nacional de los Inválidos (Hôtel National des Invalides) fue edificado en el siglo XVII como residencia para los soldados franceses retirados del servicio.

Desde ahí lo más lógico es ir al Museo Rodin. En su jardín se encuentran las principales obras del escultor.

Pasando por el puente de Alexandre III uno llega al Grand Palais y el Petit Palais. Continuando por la Avenida Churchilll se llega a los famosos Campos Elíseos y desde ahí se ve el Arco de Triunfo.

Entonces, los Campos Elíseos tienen una longitud de casi dos kilómetros que comunican el Arco del Triunfo y la Plaza de la Concordia. Componen la arteria más bella y conocida de París, además de una de las avenidas más famosas del mundo. Un dato que me pareció curioso es que el nombre de los Campos Elíseos procede de la mitología griega y designaba un lugar equivalente al Paraíso cristiano.

Mi recomendación es que la caminata hacia el Arco de Triunfo se haga con alma para poder saborear el ambiente de esta ciudad. Una vez se llaga al Arco hay que disfrutar su grandeza, su poderío, su majestuosidad.

Con mas de 50 metros de alto y una base de 45 por 22 metros, el Arco del Triunfo representa las victorias del ejército francés bajo las órdenes de Napoleón. La construcción del Arco del Triunfo duró treinta años. Napoleón ordenó su construcción en 1806 al finalizar la batalla de Austerlitz y el Arco se concluyó durante el mandato de Louis-Philippe.

Campos Elíseos en una tarde de verano
Laura Viera A © Solkes

Yo recomiendo subir y ver la ciudad desde tu techo. Es como estar en una película. Desde mi humilde punto de vista, tiene la mejor vista de Paris.

Otra de esas visitas importantes es la Plaza de la Concordia, donde se encuentra el obelisco de Lúxor.

Si uno camina por los Jardines de la Tullerías se llega al impresionante Museo de Louvre.

Yo recomiendo dedicar todo el tiempo que crean necesario. Eso si es importante tener en cuenta que no creo que se pueda ver todo en una sola visita.

 

Atrapados en la eternidad

A mi gusto uno de los puntos imprescindibles de Paris es Montmatre. No importa la cantidad de veces que uno vaya a Paris, Montmartre es obligatorio.

Montmatre esta situado en una colina de 130 metros de altura. Es uno de los barrios más encantadores y peculiares de París. Es conocido como el “barrio de los pintores”. Y la verdad es que al caminar por sus calles es posible sentir el arte vibrando en el aire. Sus pequeñas y empinadas callejuelas nos dan el antesala a la Basílica del Sagrado Corazón.

Y, la Basilica del Sagrado Corazón es para quedarse boquiabierto. La Basílica del Sagrado Corazón (Sacré Coeur), es uno de los lugares sagrados más importantes de París.

Laura Viera A © Solkes

La basílica, fue obra de Paul Abadie, comenzó a construirse en 1875 y se completó en 1914. Tiene 83 metros de longitud, 35 metros de anchura y una torre de 83 metros de altura. Fue consagrada como basílica a los cinco años de su construcción, el 16 de octubre de 1919.

Siempre nos quedará París. Miles de candados se agrupaban en los puentes de la ciudad para dejar constancia de amores que habrían de perdurar por los siglos. Pero, siempre me pregunto: ¿Cuántos de estos amores no han aguantado el paso del tiempo? ¿Quiénes viven con corazones rotos? ¿Serán felices? ¿Habrán muerto? Muchos amores, como candados en esos puentes, se quedaron atrapados por la eternidad sin más perspectiva que ser enterrados entre decenas de nuevas ilusiones.

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