Nuestros ancestros han dejado un legado importante como patrimonio cultural que debemos proteger, “es nuestro equipaje en el presente y la herencia que les dejaremos a las futuras generaciones, para que ellas puedan aprender, maravillarse y disfrutar de él” es la definición que dio la UNESCO en 1998 a “Patrimonio”.
Y es por ello, la importancia de resaltar nuestras riquezas culturales, esas que en lugares recónditos todavía sobreviven al olvido.
Las montañas colombianas
Este es el caso de algunas montañas colombianas que guardan tesoros patrimoniales como expresión artística prehistórica.
Hacemos referencia al conocido arte rupestre que abarca pictografía, petroglifos y esculturas hechas en cavernas o rocas, y que es el antecedente más cercano de los símbolos previos a la escritura.
Una de estas riquezas culturales la encontramos en Cubsio, un lugar cercano a la capital colombiana, donde se cree habitaron los Muiscas y en donde se reunían grupos indígenas procedentes de Bojacá y Serrezuela.
Desde allí un grupo de vigías de patrimonio se ha preocupado por conservar y proteger estas rocas prehistóricas que se mantienen intactas pero que con el tiempo han perdido su esencia histórica entre los pobladores, al parecer no todos son conscientes de su trascendencia y valor cultural.
El Ecoparque
Hablamos con Yoli Cubillos, vigía de patrimonio de lo que hoy se ha convertido en Ecoparque desde el año 2014 como mecanismo de protección patrimonial.
Ella nos cuenta todos los esfuerzos hechos por dar a conocer un legado histórico que representa la región del Tequendama.
Y que enseña a las nuevas generaciones a preservar su riqueza cultural.
A través de talleres enfocados dinámicamente para niños y adultos, el Ecoparque Cubsio pretende dejar una huella en cada visitante.
Se implementan trabajos con arcilla, cerámica precolombina y otros materiales que permiten la pigmentación en rocas de forma natural como lo hacían nuestros antepasados.
Asi mismo, se desarrollan talleres que dejan un mensaje ambiental y de conservación, que despiertan la necesidad de cuidar y afianzar conocimientos en el arte rupestre.
Según Samuel León, diseñador gráfico y tallerista en Ecoparque Cubsio, se tienen registradas en el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) 30 de 100 rocas que hay con petroglifos y pictografías en el sector de Cubsio, municipio de San Antonio del Tequendama en el que hay alrededor de 250 rocas con arte rupestre.
Pese a que arqueólogos y antropólogos de universidades reconocidas del país, como La Nacional, La Distrital, la Universidad de Antioquia, han hecho investigaciones y proyectos científicos en la región, no han dejado registros de sus hallazgos que aporten al crecimiento cultural de los que residen en el lugar; a lo que sus habitantes hacen un llamado para que sean tenidos en cuenta.
Concluyendo
Sumado a esto, “El panorama en Colombia es desalentador ya que poco se conoce del tema. Han habido trabajos de registro patrocinados por el Gobierno pero realmente han sido pocos con la suficiente característica profesional” así lo asegura Samuel león quien a futuro espera que se mejoren las cosas para el arte rupestre en Colombia.
Sea en el país que sea, si hay arte rupestre que aún no ha sido protegido, la invitación es a ser parte del selecto grupo de vigías de patrimonio que velan por la conservación de estos recursos culturales y que traen identidad a nuestros pueblos dando ejemplo de emprendimiento y amor por lo nuestro.
Para el Ministerio de Cultura en Colombia es importante que existan grupos de personas voluntarias que a partir de su creatividad, imaginación y gestión, propongan el desarrollo de actividades dirigidas a la apropiación social del patrimonio y el respeto por la diversidad cultural, con el enfoque de las tres T: Tiempo, Trabajo Y Talento.