En todos los países, hay quienes se enfrentan a barreras que les impiden participar plenamente en la vida política, económica y social. Estas personas pueden verse excluidos por los sistemas jurídicos, la tierra y las oportunidades laborales. También se ven excluidos por actitudes, creencias o percepciones discriminatorias.
La desventaja suele basarse en el género, la edad, la ubicación, la ocupación, la raza, la etnia, la religión, la ciudadanía, la discapacidad y la orientación sexual e identidad de género, entre otros factores. Este tipo de exclusión social priva a las personas de dignidad, seguridad y la oportunidad de llevar una vida mejor.
Teniendo esto en cuenta, cabe resaltar que uno de los problemas más agudos en nuestro país, Colombia, es el de la inclusión social.
Uno de los grandes retos de nuestro gobierno ha sido el de enfrentar la desigualdad de género. Debemos dejar en claro que, Colombia promueve un enfoque preventivo y de promoción al desarrollo humano en los escenarios internacionales que traten del bienestar y desarrollo menores de edad.
El país cuenta con más de 11 millones de jóvenes entre 14 y 26 años que son alrededor de la cuarta parte de la población. En las instancias internacionales Colombia reconoce a estos jóvenes como actores claves para el desarrollo, incentivando su participación y formación de capital humano.
Definición
Empecemos por aclarar que la inclusión social se define como el acceso a toda persona a la educación, servicios de salud, oportunidades de trabajo, vivienda, seguridad, etc.
En 1990 la Declaración Mundial sobre Educación para Todos de la UNESCO, reconoció la necesidad de suprimir la disparidad educativa, particularmente en grupos vulnerables a la discriminación y la exclusión (incluyó niñas, los pobres, niños/as trabajadores y de la calle, población rural, minorías étnicas, población con discapacidad y otros grupos), con el fin de buscar la universalización de la educación.
A partir de esta Declaración se ha manejado el concepto de Educación para Todos (EFA- Education for All), desde la UNESCO y otras agencias de cooperación internacional, como el ideal de un mundo en el que todos los niños y las niñas tienen acceso y garantía de recibir una educación de calidad.
La Fundación
Es así como llegamos a la fundación niñas de la luz. Una fundación sin fines de lucro, que desarrolla programas de mentoría grupales e individuales y personalizados, para niñas entre los 5 y los 17 años, que se encuentran en situación de vulnerabilidad social.
La idea es inspirar a estas niñas a lograr una mejor calidad de vida.
Así mismo, a tener una mejor sociedad por medio del ejemplo de voluntarias y voluntarios (mentores), quienes se unen para dejar una huella positiva a cada una de nuestras beneficiarias y sus familias.
Tuve la oportunidad de hablar con su fundadora Luz Bonilla.
Empecemos por decir que Luz Bonilla es una mujer sorprendente. Es lo que llamamos una “berraca”. Tiene una profesión de contaduría publica y luego se especializo en desarrollo. Ademas de esto es bailarina de danzas españolas.
Ella es oriunda de Ciudad Bolívar, un barrio “complicado” de la capital colombiana.
Debemos resaltar que Ciudad Bolívar es una de las localidades más desiguales de Bogotá. Esta marcada por el abandono estatal y vulneración de derechos económicos, sociales, culturales y ambientales.
El trabajo que realizan en Chocó incluye tanto a niñas como a niños ya que no son muchos y las necesidades son inmensas.
Laura Viera A.: ¿Hay alguien que te haya marcado en tu vida?
Luz Bonilla, fundadora Fundación Niñas de Luz: Si. Hay dos mujeres. Mi mamá y mi mentora.
Su mentora se encargo de enseñarle que era posible salir de mi mundo inmediato, de Cuidad Bolívar en Bogotá. Se encargo de que ella escribiera en un cuaderno todos sus suenos. No solo esos sueños increíbles y coloridos, llenos de aventuras y magia. Si no que suenos como graduarse del colegio, hablar otro idiomas, conocer otro país, tener su propia casa y familia y el último sueno que escribieron fue el de querer ir a París y tocar la torre Eiffel.
Laura Viera A.: ¿Por qué nace la fundación?
Luz Bonilla, fundadora Fundación Niñas de Luz: La fundación nace porque yo tuve estas experiencias, todas esas vivencias en mi vida. Mi mentora me marco mucho y la ultima enseñanza que me dio tenía tres puntos: que no me olvidara de dónde soy (nunca sentir vergüenza por ser colombiana), que no me olvidara de ayudar a otras niñas que seguramente lo van a a necesitar y no perdiera mi escencia.
Laura Viera A.: ¿El nombre tiene algún significado especial, además de tu nombre?
Luz Bonilla, fundadora Fundación Niñas de Luz: Si. El nombre de la fundación coincidió con el mio pero esa no es la razón. Quienes le dieron el nombre a la fundación fueron las cinco niñas con las que comenzamos a trabajar. Sus madres están privadas de la libertad y cuando las niñas iban a visitar a sus mamas les decían que iluminaban el lugar donde estaban recluidas y ellas también querían ser una luz en la comunidad de donde eran.
Para las niñas se ofrecen escuelas de: política, ciencia, lectura, artes visuales, danza, e inglés.
La idea es que por medio de estas escuelas se potencie y fomenten todas las habilidades tanto humanas como técnicas en cada una de las niñas.
Para ellos es realmente importante el escuchar y apoyar cada uno de sus sueños. Pero, más importante es el apoyarlas para que se conviertan en una realidad por medio del trabajo, la disciplina y la motivación.
Club de lectura: desarrollar en las niñas el hábito de la lectura, enfocado en el pensamiento crítico, la buena ortografía y la oratoria.
Escuela de Científicas: desarrollar un espíritu de la investigación y el gusto por el aprendizaje de las ciencias exactas.
Escuela de inglés: aprendizaje de un idioma universal que les permitirá, adquirir más conocimientos y encontrar nuevas oportunidades en el mundo.
Escuela de artes: desarrollar en las niñas habilidades para expresarse en público y para reconocer la belleza e importancia de su cuerpo en todo su contexto.
Escuela de política, liderazgo e innovación: despertar y cultivar en nuestras niñas, el interés por conocer y cuidar sus derechos, la participación ciudadana en cargos directivos, públicos y privados o mediante acciones enfocadas al bien común.
Laura Viera A.: ¿Que les falta por lograr?
Luz Bonilla, fundadora Fundación Niñas de Luz: Muchas cosas. Ojala tuviéramos más capacidad para poder tener a más niñas en la fundación. Pero uno de los proyectos que aun no hemos logrado realizar es el de Funiluz Rural. Es un proyecto hermoso porque ellas quieren ser niñas campesinas y pues es algo que aun no hemos podido lograr.
La fundación desea inspirar
La fundación espera tener un impacto en la vida de las niñas por medio del ejemplo.
Laura Viera A.: ¿Hasta el momento, qué ha sido lo mas fácil y difícil?
Luz Bonilla, fundadora Fundación Niñas de Luz: Lo más fácil es que las niñas se acercan a nosotros y nos dicen que quieren hacer cosas. Sin duda alguna es lo más difícil es decirle a las niñas que en este momento no pueden entrar a la fundación y toca ponerlas en una lista de espera. Nos toca hacer eso, porque yo quiero poder dar un servicio de calidad a todas las niñas y pues no contamos con toda la infraestructura en este momento.
Son una organización que inspira y educa con su ejemplo. Ellas quieren ser líderes de sus vidas por medio del arte, la cultura, el deporte y la educación, y en el futuro sean mujeres y hombres que desarrollen cambios de igualdad e inclusión en la sociedad Colombiana.
Los cuatro valores básicos para ellos son: amor, inclusión, tolerancia y solidaridad.
Es necesario dar lo mejor de cada uno, saber entender y aceptar a los demás y las diferencias, aceptar, respetar y trabajar con personas a las que admiramos como seres, diversos y únicos y estar unidos colaborando mutuamente para, aportar con nuestro servicio la construcción de una mejor sociedad.
El problema
Según el DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística), a pesar de una reducción importante en la última década, en el 2018, los niveles de pobreza alcanzaron el 27%. Esto quiere decir que en 2018, 13.1 millones de personas vivían por debajo del umbral de pobreza. Así mismo, un 39,8% de personas que pertenecen a la clase vulnerable, estaban en riesgo de caer en pobreza.
Es importante tener en cuenta que, la discriminación hacia los niños, las niñas y los adolescentes, también se evidencia en desigualdad y maltratos por razones de etnia, religión, género o incluso nacionalidad.
Así mismo, Colombia fomenta discusiones, constitución de alianzas y generación de compromisos en la Atención Integral a la Primera Infancia, ya que este enfoque permite desde las primeras etapas de los individuos reducir las brechas y desigualdades así como potencializar el desarrollo humano de su población.
Importancia de la inclusión social
La inclusión social es mucho más que un tema de moda. Existe una importancia real en ello.
Las personas que se encuentran en riesgo de ser discriminadas en muchos casos se ven afectadas y vulnerables por un momento específico crucial en sus vidas. Estos pueden ser; desastres naturales, conflictos armados, desplazamiento, violencia, o una crisis económica.
La inclusión social, es una importante preocupación y forma parte de los compromisos de organismos internacionales como la Organización para las Naciones Unidas (ONU), porque afecta a colectivos enteros en todo el mundo, por la correlación que tiene con el desarrollo económico.
Para que exista la inclusión social, es necesario un entendimiento de los beneficios que conlleva y de un profundo respeto de todos los individuos en una sociedad. Esto a su vez apoyado por las leyes y haciéndolas valer con mecanismos de supervisión eficaces.
La Fundación Niñas de Luz trabaja con niñas en edades desde 5 a 17 años, en estado de vulnerabilidad, habitantes de zonas marginadas de la ciudad de Bogotá y con niñas y niños en Puerto Echeverry (Chocó) – Colombia.
La idea es generar un cambio positivo de igualdad e inclusión en la sociedad colombiana.
La Fundación niñas de luz, nace desde la propia experiencia de vida de su Fundadora.
Laura Viera A.: ¿Cómo marco tu experiencia personal la creación de la fundación?
Luz Bonilla, fundadora Fundación Niñas de Luz: La marco en el sentido en el que yo viví esas experiencias de primera mano. Y, si no hubiera sido por mi mamá y mentora yo nunca hubiera logrado todo lo que he logrado. Sus enseñanzas me marcaron y me guiaron.
Oficialmente la Fundación fue constituida el 27 de julio de 2015. El propósito principal es lograr que las niñas sean líderes de sus propias vidas.
Si se logra ese objetivo serán mujeres que aporten positivamente a nuevas generaciones desde su propia condición y ejemplo de vida.
La educación no un privilegio
La educación inclusiva es una aproximación estratégica diseñada para facilitar el aprendizaje exitoso para todos los niños, niñas y jóvenes. Hace referencia a metas comunes para disminuir y superar todo tipo de exclusión desde una perspectiva del derecho humano a la educación; tiene que ver con acceso, participación y aprendizaje exitoso en una educación de calidad para todos.
Laura Viera A.: ¿Cómo vez el sistema educativo en Colombia?
Luz Bonilla, fundadora Fundación Niñas de Luz: Pues mira, yo te respondo desde lo que yo veo en la fundación, a diario con las niñas. Los niveles académicos son bajos. La calidad de la educación publica en Colombia no es buena. Cosas básicas como comprensión de lectura, temas relacionados con matemáticas, con ingles, son áreas en las que veo que falta muchísimo. Adicionalmente, no existe una orientación académica hacia lo que pueden optar a hacer cuando terminen sus estudios. Nadie les habla de la Universidad Nacional, solamente del Sena, que aunque es una gran institucional y opción, no es la única.
Laura Viera A.: ¿La educación en Colombia es un privilegio o un derecho?
Luz Bonilla, fundadora Fundación Niñas de Luz: Pues mira, acá en Colombia todos tienen derecho a la educación. Lo que pasa es que es un privilegio tener buena educación. Esa es la diferencia, ese es el problema.
La educación inclusiva significa que todos los niños y jóvenes, con y sin discapacidad o dificultades, aprenden juntos en las diversas instituciones educativas regulares (preescolar, colegio/escuela, media y universidades) con los soportes apropiados.
Más que el tipo de institución educativa a la que asisten, tiene que ver con la calidad de la experiencia; con la forma de apoyar su aprendizaje, sus logros y su participación total en la vida de la institución.
Concluyendo
La cultura y el patrimonio cultural se mantienen vivos en la vida cotidiana, reproduciéndose de generación en generación, logrando hacer el diferencial que le permite de manera sostenible a los territorios pensar en un modelo de desarrollo desde lo propio de manera sostenible y con la certeza que aporta ampliamente a la construcción de paz.
La educación tiene además una razón social. Es ella la que permite acceder al conocimiento, aprender técnicas y desarrollar las habilidades y la confianza para moldear y transformar las comunidades.
La inclusión social hace referencia a ciudadanía, a los derechos civiles y políticos, a la contribución positiva a la sociedad, a tener oportunidades y acceso al trabajo.
Ser incluido no es exclusivo de las escuelas sino es una forma específica de participación en la sociedad, como base fundamental para la supervivencia en un mercado laboral competitivo.
Los estudiantes no pueden considerarse incluidos hasta que no adquieran las aptitudes necesarias para participar en la sociedad y en el empleo, y/o hasta que la diferencia entre sus aptitudes y las de sus iguales sea considerada.
Después de tener la oportunidad de hablar con Luz quede muy inspirada y con unas ganas tremendas de ayudar y apoyar. Al darle a estas niñas apoyo y guiarlas, le estamos brindando una oportunidad para mejor su vida actual y sembrar las semillas para su futuro.