Trabaja, trabaja, trabaja, trabaja, trabaja, trabaja y no tengas miedo.
Mira el trabajo con valentía en la cara y no te avergüences de tu humilde lugar.
Hay mérito en el despertar y ser necesitado. Hay mérito en la constancia, la valentía y el esfuerzo.
Trabaja, trabaja, trabaja, trabaja, trabaja y no tengas miedo que es posible lograr alcanzar las metas.
Es cierto, hay metas que son más difíciles que otras pero tarde que temprano se puede alcanzar. Es necesario trabajar, nunca rendirse y poco a poco se lograra.
Cuando el viento perturba el lago dormido lo hace ondular puro y fresco. Mueve las ramas hasta que hacen música.
Cómo la pequeña abeja que está ocupada recogiendo miel todo el día. Trabaja duro para almacenarla bien.
Trabaja mientras trabajas y juega mientras juegas. Ese es el camino para ser alegre y feliz.
Nunca hay que olvidar que todo lo que se haga debe ser con esfuerzo. Las cosas hechas a medias nunca se hacen bien.
Me cuesta creer que quien sea ocioso y lleno de abundancia disfrute un pan a diferencia de quienes se esfuerzan para lograr sus objetivos. Las personas nunca son tan dichosas como cuando pasa el día ocupadas.
Pensemos en la bellota que se hunde en el musgo. Poco a poco, cada día crece y poco a poco bebe el rocío.
Mientras que hacia abajo envía una raíz como un hilo, hacia arriba, un pequeño brote. Día tras día, y año tras año, poco a poco aparecen las hojas. Las delgadas ramas se extienden a lo largo y ancho, hasta que el poderoso roble es el orgullo del bosque.
Momento a momento, y día a día, poco a poco, no se debe detener. Existe alegría del trabajo, existe deleite del placer, y en el descanso.
No sé muchas cosas, no soy una mujer sabia. No he visto todas las maravillas, pero he aprendido a trabajar duro por lo que tengo.
Se que cuando el trabajo te acosa y te vuelve loco, no hay suficiente paciencia, todo se complica más de lo imaginado.
Entonces, la respuesta es hacer todo poco a poco, un paso a la vez. No es necesario ver el todo para lograrlo. Una tarea, un momento y después el siguiente. Así se logra la meta.
Trabaja, trabaja, trabaja, trabaja, trabaja y no tengas miedo.
Considero que a clave del éxito no es de plata ni de oro, no es de cobre ni de acero. Considero que la clave del éxito es un anhelo, un suspiro, y un ansia por intentarlo. Un anhelo de aprender, un ardor por intentar.
Pareciera que los jóvenes respiran deseo, pasión ardiente y fuego furioso. Los jóvenes saltan como un cohete en el cielo. Los jóvenes se atreven con valentía.
Pareciera que los mayores pronuncian la verdad, gobernando los fuegos de la juventud. Los mayores están firmes en el suelo. Pareciera que los mayores son valiente y sabios, prueban sus alas antes de volar.
Poco a poco el tiempo pasa y los jóvenes serán mayores. El cerebro y las manos que trabajan con fuerza, frentes calientes y sudorosas, y pechos pesados,
La prisa de los tiempos nos afecta tanto, nos aglomeramos y presionamos. No es claro el motivo, pero nos empujamos unos a otros hacia atrás, a medida que avanzamos, y no enfatizamos el valor del trabajo, de la constancia, del nunca rendirse.
Cuando las cosas van mal, como ocurre a veces, cuando el camino que estás recorriendo parece todo cuesta arriba, cuando los fondos son escasos y las deudas altas, es necesario descansar, respirar profunda y nunca rendirse.
La vida es extraña con sus giros y vueltas. No hay que rendirse aunque el ritmo parezca lento. Puede haber éxito en el próximo intento. Por eso trabaja, trabaja, trabaja, trabaja, trabaja y no tengas miedo.
El éxito es el fracaso al revés. Así que mantente en la lucha cuando estés más golpeado. Es cuando las cosas parecen peores que no debes abandonar.