Desde que ha existido la vida,
la guerra ha hecho parte de ella.
Continuamos creando guerra
aunque solo nos trae desolación.
La maldad existe.
Algunos son perseguidos
otros tantos son masacrados.
Hombres, mujeres y niños
en caminatas de la muerte.
Una caminata que no tiene fin.
Los kilómetros pasan
mientras que con cada paso la esperanza desvanece.
Muchos han perdido sus botas
borrachos por la fatiga.
En el fondo, en cada lado el enemigo esta cerca.
Sus sed de venganza,
sus pisadas son ruidosas,
el miedo por lo desconocido,
la falta de empatia
todo se a unido para aplastar nuestras almas.
Somos tantos y tan pocos a la vez.
Me pregunto que hice para merecer este trato.
Una pregunta sin respuesta,
el vacío del viento rodea mi piel
y al parecer nadie ve el miedo en nuestros ojos.
Ya es hora.. ¿ la hora de morir?
Una foto cerca mi corazón
de personas queridas
que no han sido olvidadas pero están lejanas.
Un alto a la sangre ya hemos tenido suficiente.
Entonces, estoy en este sueño eterno,
limbo es todo lo que conozco.
Esto es el infierno en la tierra,
la maldad personificada.
El dolor me arrastra, vaciando, taponando, ahogando.