Maloka: Un Mundo de Ciencia y Tecnología

Ubicada en el corazón de Bogotá, Maloka Bogotá, un centro interactivo de ciencia y tecnología para descubrir, aprender y explorar en familia, es más que un simple museo.

Es un espacio interactivo donde la ciencia, la tecnología y la curiosidad se encuentran. Este centro de ciencia y tecnología invita a sus visitantes, tanto jóvenes como adultos, a explorar los misterios del universo, la vida y la tecnología de una manera dinámica y entretenida.

Maloka - entrada
Maloka © Solkes

Maloka es un mundo de ciencia y tecnología que transforma la manera en que aprendemos y experimentamos el conocimiento.

Ya seas un amante de la ciencia o simplemente alguien en busca de una experiencia enriquecedora, Maloka tiene algo para todos, y por eso mismo decidimos entrevistar a Sigrid Falla, quien es la Directora de Arquitectura de Experiencias de Maloka.

Un Viaje que Comenzó en 1998

A finales de los años noventa, Colombia atravesaba un momento complejo. El último trimestre de 1998 marcó el inicio de la peor recesión económica en la historia reciente del país. La violencia, la inestabilidad y la desesperanza formaban parte del panorama diario.

Maloka, Bogotá - Colombia
Maloka © Solkes

Sin embargo, incluso en medio de esa realidad difícil, muchos colombianos seguían apostando por el cambio. Existía una necesidad urgente de mirar hacia adelante, de imaginar un futuro distinto, más justo, más esperanzador. Un futuro donde el conocimiento fuera protagonista y herramienta de transformación.

Es precisamente en ese contexto que nació Maloka, el primer centro interactivo de ciencia y tecnología del país.

Desde su apertura en 1998, Maloka se propuso acercar la ciencia a la vida cotidiana de los colombianos. Su misión era clara y ambiciosa: fomentar el aprendizaje a través de la interacción, haciendo del conocimiento una experiencia viva, dinámica y compartida.

Ubicado en Bogotá, la capital colombiana, Maloka se ha convertido en un referente cultural y educativo.

En esta ciudad que se alza a 2.600 metros más cerca de las estrellas, no importa el intenso sol citadino, frío o la lluvia: las personas siguen haciendo fila para entrar. Familias, estudiantes y curiosos de todas las edades llegan con el deseo de explorar, descubrir y aprender jugando.

Maloka no solo abrió sus puertas en un momento difícil: también ofreció una ventana de posibilidades. Un espacio para conectar generaciones, despertar la curiosidad y sembrar ideas. Un lugar donde lo antiguo y lo nuevo se encuentran para inspirar a quienes creen que el conocimiento es clave para construir un país mejor.

Solkes: ¿Qué es exactamente Maloka?

Sigrid Falla: Es un centro de ciencias reconocido por el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación y también por el Ministerio de Cultura como museo. Ofrecemos experiencias accesibles que permiten a las personas interactuar con el conocimiento científico y tecnológico —un patrimonio cultural de todos los colombianos.

Es clave tener en cuenta que Maloka no es solo un parque temático: es una apuesta integral por la divulgación científica en Colombia.

Su labor se desarrolla a través de tres grandes iniciativas, cada una con un enfoque particular pero unidas por un mismo propósito: llevar el conocimiento a todos los rincones del país.

La primera es Maloka Centro Interactivo, el corazón físico del proyecto.

Este espacio cuenta con 17.000 metros cuadrados y tiene una característica que lo hace único en el mundo: es el primer centro interactivo de ciencia y tecnología que es totalmente transparente y subterráneo.

Maloka © Solkes

Aquí, los visitantes pueden explorar exposiciones, participar en talleres y vivir experiencias educativas diseñadas para despertar la curiosidad y fomentar el pensamiento crítico.

La segunda iniciativa es Maloka Sin Fronteras, una propuesta itinerante que permite llevar la ciencia más allá de Bogotá.

A través de alianzas, actividades móviles y programas especiales, esta estrategia busca llegar a comunidades de todo el país, promoviendo el aprendizaje continuo y accesible para todas las edades.

Por último, está Maloka Virtual, la extensión digital del proyecto. Desde su sitio web, esta plataforma ofrece contenidos actualizados sobre ciencia, tecnología e innovación dirigidos a niños, jóvenes, adultos y docentes. Además, incluye información sobre la programación de actividades, exposiciones y recursos corporativos.

Maloka © Solkes

Con estas tres dimensiones, Maloka demuestra que el conocimiento no tiene límites, y que es posible construir puentes entre la ciencia y la ciudadanía, sin importar el lugar, el medio o la edad.

Solkes: ¿Y quién hace posible todo esto?

Sigrid Falla: Un equipo interdisciplinario que incluye profesionales en ciencias, educación, diseño, comunicación, mercadeo y desarrollo. Todos compartimos algo: el amor por aprender y transformar nuestra sociedad.

Un dato que nos parece realmente importante mecionar es que el nombre “Maloka” hace referencia a las construcciones tradicionales indígenas, espacios para el encuentro y el intercambio de saberes. Y eso es justamente lo que Maloka representa.

Con el paso del tiempo, Maloka ha crecido y se ha reinventado. De ser una iniciativa local, pasó a convertirse en un referente nacional en educación y cultura científica.

Solkes: ¿Qué ha cambiado desde entonces?

Sigrid Falla: Reorganizamos nuestras exposiciones en bloques temáticos como Materia y Energía, Evolución y Entorno Sostenible. También creamos exposiciones itinerantes sobre temas actuales como el cambio climático, la migración y las emociones. Además, implementamos laboratorios de biología, robótica y programación para fomentar una participación activa.

Ciencia para el Futuro

En Maloka, el conocimiento no es estático ni aburrido. Todo lo contrario: invita a mirar hacia adelante, a imaginar futuros posibles y a comprender cómo la ciencia y la tecnología están transformando nuestras vidas.

Maloka © Solkes

Sus salas temáticas abren las puertas a disciplinas como la inteligencia artificial, la biotecnología y las energías limpias, mostrándonos su impacto directo en el presente y su enorme potencial para el mañana.

Uno de los espacios más destacados es la sala de Innovación y Tecnología, un lugar donde grandes y chicos pueden interactuar con herramientas de vanguardia como la realidad virtual, impresoras 3D y robots. Todo está diseñado para que el aprendizaje sea una experiencia envolvente, lúdica y profundamente significativa.

“Vivimos en un mundo lleno de incertidumbres, lo que requiere adaptabilidad. La innovación nos ayuda a generar soluciones para los retos personales, laborales y sociales, utilizando el conocimiento a nuestro alcance.” – Sigfrid Falla, Maloka –

La inteligencia artificial (IA), por ejemplo, es presentada de forma clara e interactiva.

En Maloka, los visitantes descubren cómo esta tecnología está revolucionando sectores clave como la medicina, la educación y la industria.

A través de simulaciones, se exploran sistemas que diagnostican enfermedades, algoritmos que optimizan el consumo de energía y soluciones inteligentes para los desafíos cotidianos.

La biotecnología también tiene un espacio protagónico. Las exposiciones explican avances como la edición genética mediante CRISPR, el desarrollo de cultivos más resistentes y tratamientos médicos innovadores. Es un recorrido que conecta la ciencia con la salud, la alimentación y la sostenibilidad ambiental.

Maloka © Solkes

Y cuando se trata del cuidado del planeta, Maloka no se queda atrás. Sus exhibiciones sobre energías limpias permiten comprender el papel crucial de fuentes como la energía solar, eólica y geotérmica en la lucha contra el cambio climático. Todo se presenta con experiencias visuales e interactivas que estimulan la reflexión y el compromiso con el futuro.

Maloka demuestra que aprender sobre ciencia, tecnología e innovación puede ser apasionante. Más aún, muestra que es necesario.

“Aprendí mucho y la pase super bien. Pensé que me iba a aburrir pero me reí mucho.” – Sabina Uribe, 8 años –

A mi gusto, una de las mayores fortalezas es su capacidad para unir dos mundos que a menudo se perciben como opuestos: el conocimiento y la diversión.

En lugar de limitarse a transmitir información, este centro interactivo convierte el aprendizaje en una experiencia dinámica, estimulante y entretenida.

Desde el momento en que se cruza la entrada, la idea tradicional de un museo o un aula desvanece. Aquí, los visitantes no solo observan; experimentan, tocan, juegan y se sorprenden. Las exhibiciones están diseñadas para despertar la curiosidad natural de niños, jóvenes y adultos, ofreciendo múltiples niveles de comprensión que permiten que cada quien explore a su ritmo y según sus intereses.

Maloka © Solkes

El enfoque pedagógico de Maloka se basa en la premisa de que se aprende mejor cuando se disfruta. Por eso, cada sala, cada módulo interactivo y cada actividad están pensados para combinar el asombro con el conocimiento.

Además, la inclusión de tecnologías como la realidad aumentada, simuladores y espacios sensoriales refuerza esta mezcla única entre educación y entretenimiento. Maloka no solo informa: inspira.

En un mundo donde captar la atención es un reto constante, Maloka demuestra que el conocimiento puede ser apasionante. Y, sobre todo, que aprender puede ser tan divertido como inolvidable.

Compromiso con el Planeta

Maloka no solo habla de sostenibilidad: la vive. Sus prácticas operativas buscan reducir el impacto ambiental, y su programación educativa promueve estilos de vida responsables.

Solkes: ¿Por qué es importante generar interacciones sobre problemas de interés público?

Sigrid Falla: El conocimiento científico y tecnológico está profundamente conectado con nuestra vida diaria. Temas como el cambio climático, la erradicación del hambre y la transición energética requieren ciudadanos críticos, capaces de tomar decisiones informadas en un entorno saturado de información, que a menudo es engañosa.

Maloka © Solkes

Las exposiciones sobre cambio climático, biodiversidad y energías renovables juegan un papel clave en destacar la urgencia de tomar acción frente a la crisis ambiental.

A través de estas, Maloka invita a sus visitantes a reflexionar sobre el impacto de nuestras acciones en el planeta y la necesidad de cambiar nuestros hábitos para garantizar un futuro sostenible.

Además de sus exposiciones, Maloka ha integrado prácticas sostenibles en su funcionamiento diario.

Desde la reducción de residuos hasta la implementación de estrategias de eficiencia energética, el centro se esfuerza por ser un modelo en cuanto a sostenibilidad.

Las cafeterías dentro de Maloka ofrecen productos locales y orgánicos, promoviendo un consumo responsable, mientras que muchas de sus exhibiciones están construidas con materiales reciclables o reutilizables, reforzando su compromiso con el medio ambiente.

El compromiso de Maloka con el medio ambiente se ve reflejado también en su proyecto Uaque Maloka, una huerta urbana que celebra la biodiversidad y la sostenibilidad.

En esta huerta urbana cada vissitante aprende sobre cultivos orgánicos, el uso responsable de los recursos naturales y la importancia de reconectar con la tierra.

Esta iniciativa no solo complementa las exposiciones sobre cambio climático y energías limpias, sino que ofrece una experiencia práctica y vivencial sobre agricultura sostenible, alimentación consciente y cuidado del entorno.

Ha la fecha existen seis camas, en las que hay más de 90 especies entre plantas medicinales, aromáticas, hortalizas, flores, leguminosas, algunos arbustos frutales y otras como quinua, papa, maíz.

proyecto Uaque Maloka
Maloka © Solkes

Esta huerta es basicamente un laboratorio vivo en el que se promueve la diversidad biológica y alimentaria. Para poder mantenerla, varias personas asisten entre semana a regarla, apocar, cosechar. Por otro lado, un domingo cada 15 días, se lleva acabo una Minga Huertera, en la que para planear de manera colectiva, todas las actividades que se quieren y se desean.

El objetivo es motivar y fortalecer el desarrollo de hábitos y prácticas de economía circular en Bogotá.

En conjunto, Maloka no solo educa a la ciudadanía sobre la ciencia y la tecnología, sino que también se presenta como un ejemplo de cómo las instituciones pueden contribuir activamente a la conservación del planeta.

Más Allá de Bogotá

Además de sus instalaciones en Bogotá, Maloka ha expandido su impacto educativo a través de Maloka Viajera, un programa de salas itinerantes que lleva exposiciones interactivas a diferentes regiones del país.

Estas experiencias están diseñadas para acercar el conocimiento científico y tecnológico a comunidades que, de otro modo, tendrían poco acceso a estos recursos.

Maloka © Solkes

Las salas itinerantes no solo democratizan el acceso al conocimiento, sino que también promueven el desarrollo comunitario y el liderazgo local al involucrar a jóvenes de cada región como guías y facilitadores.

A través de una pedagogía interactiva, estas salas despiertan la curiosidad, fortalecen el pensamiento crítico y fomentan vocaciones científicas entre niños, niñas y adolescentes.

Entre las exposiciones más destacadas de Maloka Viajera se encuentran:

*** Sala Guácala – La Ciencia del Asco. Esta es una curiosa y fascinante exposición que profundiza en el asco como una emoción esencial para la supervivencia humana. A través de cada uno de los módulos interactivos y reflexivos, los visitantes descubren cómo aquello que nos repugna también nos protege de posibles amenazas para la salud.

*** Sala Cambio Climático. Es una exposición diseñada para comprender las causas, consecuencias y posibles soluciones frente a uno de los mayores desafíos globales. Nos invita a reflexionar sobre nuestras acciones cotidianas y cómo estas pueden contribuir a mitigar el cambio climático.

Sala Cambio Climático
Maloka © Solkes

*** Sala Migrar, un acto de valor. A través del viaje de Manuelita, los visitantes acompañan una experiencia migratoria que permite mirar este fenómeno desde una perspectiva empática y humana. La exposición promueve la comprensión del desplazamiento como un acto de valentía y resiliencia.

Estas iniciativas reafirman el compromiso de Maloka con una educación inclusiva, descentralizada y conectada con los desafíos sociales y ambientales actuales.

Una Experiencia Familiar

Visitar Maloka es una experiencia enriquecedora para toda la familia. No importa la edad: desde los más pequeños hasta los adultos, todos encontrarán algo fascinante que explorar. Gracias a su ambiente interactivo y dinámico, los visitantes pueden tocar, experimentar y cuestionar el mundo que los rodea a través de la ciencia y la tecnología.

Para aprovechar al máximo la visita, es recomendable planificar con antelación. Es importante verificar los horarios de apertura y considerar la opción de reservar las entradas en línea, especialmente los fines de semana y días festivos, cuando el flujo de visitantes es mayor. Además, Maloka ofrece descuentos especiales para grupos escolares y familias, haciendo que la experiencia sea accesible para todos.

Maloka © Solkes

Para disfrutar sin apuros, lo mejor es dedicar al menos medio día a la visita.

Maloka cuenta con una amplia variedad de exhibiciones, talleres y proyecciones, por lo que vale la pena recorrerlo con calma.

Dentro del centro hay cafeterías donde los visitantes pueden disfrutar de un refrigerio o una comida ligera. También es posible llevar meriendas para disfrutar durante el recorrido.

Maloka ha diseñado experiencias para cada miembro de la familia. Los niños más pequeños pueden participar en zonas de juego educativo y talleres que fomentan la creatividad y la curiosidad desde una edad temprana.

Los adolescentes y adultos, en cambio, pueden sumergirse en exposiciones sobre biotecnología, inteligencia artificial y otros avances científicos que impactan nuestra sociedad.

Además, Maloka organiza talleres y actividades familiares, fomentando la participación conjunta de padres e hijos en dinámicas educativas y recreativas.

Las visitas guiadas permiten que los educadores motiven a las familias a hacer preguntas y explorar juntas, creando un ambiente de aprendizaje compartido.

Maloka generaciones
Maloka © Solkes

Durante fechas especiales, como vacaciones o festividades, el centro ofrece eventos temáticos, incluyendo proyecciones de cine, charlas y exhibiciones interactivas. Estas actividades hacen que cada visita sea única, incentivando el regreso de los visitantes para descubrir siempre algo nuevo.

Un lugar espectacular dentro de Maloka es El Cine Domo de Maloka y su gran cúpula fue inaugurado el 6 de agosto de 1998 con una capacidad para 314 personas. Actualmente cuenta con 5 proyectores de alta definición de 30 mil lúmenes y una resolución 4K, junto a su impresionante pantalla curva de 180 grados, 16 metros de altura y 22 metros de diámetro los visitantes disfrutarán de una inmersión total en cada proyección.

Por otro lado, La Sala Digital de Maloka cuenta capacidad para 174 personas e incluye un proyector Christie Láser de 10 mil lúmenes, que ofrece colores vibrantes y una calidad de imagen óptima. Además, se puede disfrutar del sonido Dolby 7.1 gracias al procesador de audio de última generación, junto con una pantalla Silver que garantiza una iluminación excepcional en cada proyección.

Para inmortalizar los momentos vividos en Maloka, no olvides llevar tu cámara o teléfono móvil. Cada rincón del centro ofrece oportunidades fotográficas memorables, ideales para compartir en redes sociales o conservar como recuerdo de un día lleno de aprendizaje y diversión.

Ya sea descubriendo la ciencia en familia, explorando nuevas tecnologías o aprendiendo sobre el universo, una visita a Maloka se convierte en una aventura educativa inolvidable.

Reflexiones Finales

Maloka no es solo un lugar para aprender sobre ciencia, sino un espacio donde la curiosidad y el deseo de entender el mundo se encuentran con la pasión por descubrir. Es un centro que va más allá de la simple observación de hechos científicos y tecnológicos; aquí se cultivan sueños, se inspiran futuras generaciones y se promueve un amor profundo por el conocimiento. En Maloka, los visitantes no solo adquieren información, sino que se sienten parte de un proceso dinámico de exploración y aprendizaje continuo.

Cada rincón de este centro de ciencia y tecnología invita a los visitantes a ir más allá de lo evidente, sumergiéndose en los misterios de la biotecnología, la inteligencia artificial, el cambio climático y mucho más.

Lo que hace única a Maloka es su capacidad para transformar lo abstracto en algo tangible, invitando a todos, sin importar su edad o formación, a ser protagonistas activos de su propio proceso de aprendizaje.

Además, Maloka se ha establecido como un espacio inclusivo, accesible y colaborativo donde los visitantes tienen la oportunidad de interactuar con expertos, educadores y otros curiosos del conocimiento. Fomentando un ambiente de diálogo constante que promueve el pensamiento crítico y la reflexión sobre los desafíos globales que nos afectan, como la sostenibilidad y la innovación.

Maloka © Solkes

Este enfoque integral contribuye a la educación de los individuos. Asi mismo tiene un impacto positivo en la comunidad, creando un sentido de pertenencia y responsabilidad social hacia el futuro. La ciencia y la tecnología no son temas ajenos o distantes.

Si buscas un lugar para desconectar de la rutina diaria y sumergirte en el fascinante mundo del conocimiento, Maloka es la opción ideal. Aquí, cada visita se convierte en una nueva oportunidad para descubrir algo asombroso y desafiante, abriendo nuevas puertas a la curiosidad y el entendimiento.

Maloka es, sin duda, un punto de encuentro entre la ciencia, la tecnología y el ser humano, ofreciendo experiencias únicas que nos invitan a soñar con un futuro mejor. ¡No te pierdas la oportunidad de explorar este universo de ciencia y tecnología!

Datos Prácticos

  • Dirección: Carrera 68D No. 40A-51, Ciudad Salitre, Bogotá.
  • Horarios: Abierto de martes a domingo, con horarios especiales en festivos.
  •  Entradas: Se recomienda comprar las entradas en línea para evitar filas. Los precios varían según la edad y el tipo de grupo.

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